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martes, 16 de octubre de 2012



Un 20% de los jóvenes de los países en desarrollo no han terminado la enseñanza primaria y carecen de competencias para encontrar trabajo
© UNESCO/Paul Highnam - Jóvenes estudiantes de primaria de una escuela en Hackney (Este de Londres, Reino Unido)

El décimo Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo, que acaba de ser publicado con el título Los jóvenes y las competencias – Trabajar con la educación, pone de relieve la apremiante necesidad de invertir en el sector educativo para que los jóvenes adquieran competencias. En efecto, en los países en desarrollo unos 200 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años ni siquiera han llegado a terminar sus estudios primarios y, por lo tanto, necesitan que se les ofrezcan vías alternativas a fin de adquirir las competencias necesarias para encontrar un empleo y acceder así a una vida próspera.

Hoy en día, la proporción de jóvenes en la población mundial es mayor que nunca y, sin embargo, más de un 12,5% de ellos se hallan desempleados y más de un 25% se ven reducidos a desempeñar trabajos que los mantienen en el umbral de la pobreza o por debajo de éste. En momentos en que los efectos de la crisis económica siguen agobiando a las sociedades del mundo entero, la grave carencia de competencias que se da entre los jóvenes es más nociva que nunca.

A pesar de los importantes progresos realizados por algunas regiones del mundo, son pocas las que van por buen camino para alcanzar la totalidad de los seis objetivos de la Educación para Todos (EPT) establecidos el año 2000, y algunas incluso están muy rezagadas. El décimo Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo examina a fondo uno de los objetivos de la EPT menos estudiados hasta la fecha: la adquisición de competencias de aprendizaje por parte de los jóvenes y su preparación para la vida activa. En el informe se muestra que, hoy en día, los jóvenes necesitan finalizar como mínimo el primer ciclo de la enseñanza secundaria para adquirir las competencias básicas necesarias que les permitan encontrar trabajos decorosos. Sin embargo, todavía hay 250 millones de niños en edad de cursar primaria, escolarizados o sin escolarizar, que no saben leer o escribir; y además hay 71 millones de adolescentes que no están escolarizados en la enseñanza secundaria y están perdiendo así la oportunidad de adquirir competencias esenciales para encontrar trabajo en el futuro.

Los jóvenes de los grupos de población pobres, tanto urbanos como rurales, son los que más necesitan formarse para adquirir competencias. La proporción de jóvenes en la población de las zonas urbanas es mayor que nunca y sigue aumentando. En una quinta parte de los países estudiados en el décimo informe, los jóvenes de las clases pobres urbanas cursan menos años de estudios que sus homólogos de las regiones rurales. Más del 25% de esos jóvenes pobres de las ciudades ganan apenas algo más de 1,25 dólares por día.

Sin embargo, la inmensa mayoría de los jóvenes del mundo más pobres y con menos años de estudios viven en zonas rurales. Muchos campesinos jóvenes que deben afrontar problemas tan graves como la escasez de tierras y los efectos del cambio climático, carecen incluso de competencias básicas para cuidar su salud y sobrevivir económicamente. Las mujeres de las zonas rurales son las personas más necesitadas. La población juvenil pobre de las zonas agrarias necesita adquirir una formación de tipo empresarial y comercial que le permita encontrar otras oportunidades laborales, aparte de las faenas propiamente agrícolas, para mitigar así el riesgo de verse obligada a emigrar a las ciudades en busca de trabajo.

“Estamos presenciando el surgimiento de una joven generación frustrada por el desajuste crónico que se da entre la adquisición de competencias y las exigencias del mercado de trabajo. La mejor respuesta a la crisis económica y el desempleo juvenil es garantizar que los jóvenes puedan adquirir la formación pertinente y las competencias básicas necesarias para ingresar en el mundo de trabajo con confianza en sí mismos”, ha dicho Irina Bokova, Directora General de la UNESCO. “Es imprescindible ofrecer vías alternativas a la juventud, y en particular a las jóvenes, para que se eduquen y adquieran así las competencias que les permitan ganarse la vida, vivir con dignidad y aportar su contribución a las comunidades y sociedades a las que pertenecen”.

Una medida inteligente que pueden adoptar los países que tratan de impulsar su desarrollo económico es invertir en la adquisición de competencias por parte de los jóvenes. En el décimo informe sobre la EPT se estima que cada dólar gastado en la educación de una persona rinde entre 10 y 15 dólares, en términos de crecimiento económico, a lo largo de toda la vida laboral de dicha persona. No efectuar las inversiones necesarias para que los jóvenes adquieran competencias equivale a abandonarlos a su suerte para que engrosen las estadísticas del desempleo en los países ricos, o para que se vean inexorablemente obligados a desempeñar trabajos remunerados con salarios que los mantienen en el umbral de la miseria en los países pobres.

El hecho de ignorar la importancia que reviste para los jóvenes la adquisición de competencias trae consigo consecuencias negativas en todas las naciones. Basándose en datos publicados por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el Informe estima que en los países desarrollados hay 160 millones de adultos carentes de las competencias necesarias para leer un periódico o presentar una candidatura a un puesto de trabajo.

Es desesperadamente necesario incrementar la financiación de la educación para enjugar el déficit en el ámbito de la adquisición de competencias. En el Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo del presente año se estima que para lograr la escolarización universal en el primer ciclo de la enseñanza secundaria en los países pobres se necesitarían unos 8.000 millones de dólares anuales, que vendrían a añadirse a los 16.000 millones de dólares requeridos cada año para conseguir la universalización de la enseñanza primaria. También es necesario incrementar radicalmente el número de programas que ofrecen vías alternativas para la adquisición de competencias, a fin de poner la educación al alcance de los jóvenes que han quedado excluidos del sistema educativo.

“Hay síntomas preocupantes de que el ritmo de la ayuda internacional al sector educativo se está desacelerando, precisamente en un momento en que los niños y los jóvenes están más necesitados de educación”, ha dicho Pauline Rose, directora del Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo. “Los gobiernos y los países y organismos donantes deben encontrar las energías y los recursos financieros requeridos para ayudar a los jóvenes más necesitados a adquirir las competencias que tanto ellos, personalmente, como sus países reclaman con apremio. Por su parte, el sector privado debe también incrementar su apoyo financiero, habida cuenta de que es el primer beneficiario de la presencia de una mano de obra competente y cualificada en el mercado laboral”.

La redistribución de la ayuda internacional a la educación puede contribuir a enjugar el déficit de financiación existente. Los 3.100 millones de dólares asignados a la enseñanza superior nunca llegan a beneficiar a los sistemas educativos de los países en desarrollo, porque se destinan esencialmente a financiar la escolaridad de los estudiantes extranjeros en los países donantes de ayuda. Esos fondos se podrían gastar con mejor provecho para reducir el déficit de competencias de la juventud necesitada de los países pobres. En efecto, con la suma necesaria para financiar la escolaridad de un estudiante universitario nepalí en un país desarrollado se podría permitir el acceso de 229 jóvenes compatriotas suyos al sistema de enseñanza secundaria en Nepal.

El sector privado, que es uno de los principales beneficiarios de la presencia de una mano de obra competente y cualificada en el mercado laboral, sólo aporta actualmente un 5% de los fondos de la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD). La mayor parte de ese dinero lo donan solamente cinco grandes empresas. Además, el apoyo financiero dispensado por el sector privado no siempre tiene en cuenta las prioridades en materia de educación de los gobiernos de los países beneficiarios de de la ayuda, sino que con frecuencia se ajusta muy de cerca a las prioridades económicas y comerciales de las empresas. En efecto, una gran parte de la financiación va a parar a la enseñanza superior de los países beneficiarios de la ayuda, pese a que sólo una minoría de niños y jóvenes de esas naciones puede acceder a ese nivel de educación y pese a que la mayoría de ellos siguen sin poder adquirir competencias básicas. Por otra parte, la mayor parte de la ayuda destinada al sector de las tecnologías de la información se canaliza hacia los países de economías emergentes, como Brasil, la India y China, y no se destina a los países en desarrollo que son los que más la necesitan.

En el décimo Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo se formulan algunas recomendaciones para tratar todos esos problemas y respaldar el fomento de la adquisición de competencias por parte de los jóvenes, a saber:

1. Es necesario ofrecer vías alternativas de educación para que unos 200 millones de jóvenes del mundo entero puedan adquirir competencias básicas elementales.

2. En el primer ciclo de la enseñanza secundaria se debe dispensar una formación de calidad, a fin de que todos los escolares adquieran competencias básicas pertinentes.

3. En los planes de estudios del segundo ciclo de la enseñanza secundaria se debe establecer un equilibrio entre la adquisición de competencias estrictamente profesionales y técnicas (comprendidas las relativas a las tecnologías de la información) y la adquisición de competencias polivalentes, como la seguridad en sí mismo y la aptitud para comunicar, que son indispensables en todo puesto de trabajo.

4. Las estrategias en materia de adquisición de competencias deben apuntar a las categorías sociales más desfavorecidas, especialmente las mujeres jóvenes y la población pobre de las zonas urbanas y rurales.

5. Para lograr en los países pobres la escolarización de todos los jóvenes en el primer ciclo de la enseñanza secundaria se necesitarían unos 8.000 millones de dólares anuales. Los gobiernos y los países y organismos donantes de ayuda, así como el sector privado, deben aportar su contribución para enjugar el déficit de financiación actual.

La publicación de la edición 2012 del Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo sigue de cerca a la presentación al público de la iniciativa “La educación ante todo”, efectuada el pasado 26 de septiembre por Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas. Éste subrayó cuán importante es agrupar a todas las partes interesadas para superar los obstáculos existentes y lograr “una educación de calidad, pertinente y transformadora”.

En esa ocasión, el Secretario General dijo también: “Los objetivos que compartimos son muy sencillos. Queremos que todos los niños vayan a la escuela primaria, ingresen en la enseñanza secundaria y reciban una enseñanza superior pertinente, para ayudarles así a que tengan éxito en la vida y lleguen a ser ciudadanos del mundo responsables y productivos”.

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Para las entrevistas, fotografías, estudios de casos, vídeos y citas tomadas de los grupos específicos de Egipto, Etiopía, India, México, Reino Unido y Viet Nam, o para cualquier otra información sobre el décimo Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo, les rogamos que consulten la página web de éste destinada a la prensa o que se pongan en contacto con:

- Kate Redman (París) Correo electrónico: k.redman(at)unesco.org – Teléfono: +33 (0)6 02 04 93 45]; y

- Marisol Sanjines (Nueva York) Correo electrónico: m.sanjines(at)unesco.org – Teléfono: +1 646 201 8036]

En el sitio web del Informe de Seguimiento de la Educación Para Todos en el Mundo se pueden descargar la décima edición del Informe y otros documentos pertinentes.

El Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo en Twitter: #juventudytrabajo y #YouthSkillsWork @UNESCO_es. El 16 de octubre se celebrará un foro en Twitter para examinar y debatir las conclusiones del informe.

Información sobre la iniciativa de las Naciones Unidas “La educación ante todo”

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