Un 20% de los jóvenes de los países en
desarrollo no han terminado la enseñanza primaria y carecen de competencias
para encontrar trabajo
©
UNESCO/Paul Highnam - Jóvenes estudiantes de primaria de una escuela en Hackney
(Este de Londres, Reino Unido)
El
décimo Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo, que acaba
de ser publicado con el título Los jóvenes y las competencias – Trabajar con la
educación, pone de relieve la apremiante necesidad de invertir en el sector
educativo para que los jóvenes adquieran competencias. En efecto, en los países
en desarrollo unos 200 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años ni siquiera
han llegado a terminar sus estudios primarios y, por lo tanto, necesitan que se
les ofrezcan vías alternativas a fin de adquirir las competencias necesarias
para encontrar un empleo y acceder así a una vida próspera.
Hoy en
día, la proporción de jóvenes en la población mundial es mayor que nunca y, sin
embargo, más de un 12,5% de ellos se hallan desempleados y más de un 25% se ven
reducidos a desempeñar trabajos que los mantienen en el umbral de la pobreza o
por debajo de éste. En momentos en que los efectos de la crisis económica
siguen agobiando a las sociedades del mundo entero, la grave carencia de
competencias que se da entre los jóvenes es más nociva que nunca.
A pesar
de los importantes progresos realizados por algunas regiones del mundo, son
pocas las que van por buen camino para alcanzar la totalidad de los seis
objetivos de la Educación para Todos (EPT) establecidos el año 2000, y algunas
incluso están muy rezagadas. El décimo Informe de Seguimiento de la Educación
para Todos en el Mundo examina a fondo uno de los objetivos de la EPT menos
estudiados hasta la fecha: la adquisición de competencias de aprendizaje por
parte de los jóvenes y su preparación para la vida activa. En el informe se
muestra que, hoy en día, los jóvenes necesitan finalizar como mínimo el primer
ciclo de la enseñanza secundaria para adquirir las competencias básicas
necesarias que les permitan encontrar trabajos decorosos. Sin embargo, todavía
hay 250 millones de niños en edad de cursar primaria, escolarizados o sin
escolarizar, que no saben leer o escribir; y además hay 71 millones de
adolescentes que no están escolarizados en la enseñanza secundaria y están
perdiendo así la oportunidad de adquirir competencias esenciales para encontrar
trabajo en el futuro.
Los
jóvenes de los grupos de población pobres, tanto urbanos como rurales, son los
que más necesitan formarse para adquirir competencias. La proporción de jóvenes
en la población de las zonas urbanas es mayor que nunca y sigue aumentando. En
una quinta parte de los países estudiados en el décimo informe, los jóvenes de
las clases pobres urbanas cursan menos años de estudios que sus homólogos de
las regiones rurales. Más del 25% de esos jóvenes pobres de las ciudades ganan
apenas algo más de 1,25 dólares por día.
Sin
embargo, la inmensa mayoría de los jóvenes del mundo más pobres y con menos
años de estudios viven en zonas rurales. Muchos campesinos jóvenes que deben
afrontar problemas tan graves como la escasez de tierras y los efectos del
cambio climático, carecen incluso de competencias básicas para cuidar su salud
y sobrevivir económicamente. Las mujeres de las zonas rurales son las personas
más necesitadas. La población juvenil pobre de las zonas agrarias necesita
adquirir una formación de tipo empresarial y comercial que le permita encontrar
otras oportunidades laborales, aparte de las faenas propiamente agrícolas, para
mitigar así el riesgo de verse obligada a emigrar a las ciudades en busca de
trabajo.
“Estamos
presenciando el surgimiento de una joven generación frustrada por el desajuste
crónico que se da entre la adquisición de competencias y las exigencias del
mercado de trabajo. La mejor respuesta a la crisis económica y el desempleo
juvenil es garantizar que los jóvenes puedan adquirir la formación pertinente y
las competencias básicas necesarias para ingresar en el mundo de trabajo con
confianza en sí mismos”, ha dicho Irina Bokova, Directora General de la UNESCO.
“Es imprescindible ofrecer vías alternativas a la juventud, y en particular a
las jóvenes, para que se eduquen y adquieran así las competencias que les
permitan ganarse la vida, vivir con dignidad y aportar su contribución a las
comunidades y sociedades a las que pertenecen”.
Una
medida inteligente que pueden adoptar los países que tratan de impulsar su
desarrollo económico es invertir en la adquisición de competencias por parte de
los jóvenes. En el décimo informe sobre la EPT se estima que cada dólar gastado
en la educación de una persona rinde entre 10 y 15 dólares, en términos de
crecimiento económico, a lo largo de toda la vida laboral de dicha persona. No
efectuar las inversiones necesarias para que los jóvenes adquieran competencias
equivale a abandonarlos a su suerte para que engrosen las estadísticas del
desempleo en los países ricos, o para que se vean inexorablemente obligados a
desempeñar trabajos remunerados con salarios que los mantienen en el umbral de
la miseria en los países pobres.
El
hecho de ignorar la importancia que reviste para los jóvenes la adquisición de
competencias trae consigo consecuencias negativas en todas las naciones.
Basándose en datos publicados por la Organización de Cooperación y Desarrollo
Económico (OCDE), el Informe estima que en los países desarrollados hay 160
millones de adultos carentes de las competencias necesarias para leer un
periódico o presentar una candidatura a un puesto de trabajo.
Es
desesperadamente necesario incrementar la financiación de la educación para
enjugar el déficit en el ámbito de la adquisición de competencias. En el
Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo del presente año
se estima que para lograr la escolarización universal en el primer ciclo de la
enseñanza secundaria en los países pobres se necesitarían unos 8.000 millones
de dólares anuales, que vendrían a añadirse a los 16.000 millones de dólares
requeridos cada año para conseguir la universalización de la enseñanza
primaria. También es necesario incrementar radicalmente el número de programas
que ofrecen vías alternativas para la adquisición de competencias, a fin de
poner la educación al alcance de los jóvenes que han quedado excluidos del
sistema educativo.
“Hay
síntomas preocupantes de que el ritmo de la ayuda internacional al sector
educativo se está desacelerando, precisamente en un momento en que los niños y
los jóvenes están más necesitados de educación”, ha dicho Pauline Rose,
directora del Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo.
“Los gobiernos y los países y organismos donantes deben encontrar las energías
y los recursos financieros requeridos para ayudar a los jóvenes más necesitados
a adquirir las competencias que tanto ellos, personalmente, como sus países
reclaman con apremio. Por su parte, el sector privado debe también incrementar
su apoyo financiero, habida cuenta de que es el primer beneficiario de la
presencia de una mano de obra competente y cualificada en el mercado laboral”.
La
redistribución de la ayuda internacional a la educación puede contribuir a enjugar
el déficit de financiación existente. Los 3.100 millones de dólares asignados a
la enseñanza superior nunca llegan a beneficiar a los sistemas educativos de
los países en desarrollo, porque se destinan esencialmente a financiar la
escolaridad de los estudiantes extranjeros en los países donantes de ayuda.
Esos fondos se podrían gastar con mejor provecho para reducir el déficit de
competencias de la juventud necesitada de los países pobres. En efecto, con la
suma necesaria para financiar la escolaridad de un estudiante universitario
nepalí en un país desarrollado se podría permitir el acceso de 229 jóvenes
compatriotas suyos al sistema de enseñanza secundaria en Nepal.
El
sector privado, que es uno de los principales beneficiarios de la presencia de
una mano de obra competente y cualificada en el mercado laboral, sólo aporta
actualmente un 5% de los fondos de la Asistencia Oficial para el Desarrollo
(AOD). La mayor parte de ese dinero lo donan solamente cinco grandes empresas.
Además, el apoyo financiero dispensado por el sector privado no siempre tiene
en cuenta las prioridades en materia de educación de los gobiernos de los
países beneficiarios de de la ayuda, sino que con frecuencia se ajusta muy de
cerca a las prioridades económicas y comerciales de las empresas. En efecto,
una gran parte de la financiación va a parar a la enseñanza superior de los
países beneficiarios de la ayuda, pese a que sólo una minoría de niños y
jóvenes de esas naciones puede acceder a ese nivel de educación y pese a que la
mayoría de ellos siguen sin poder adquirir competencias básicas. Por otra
parte, la mayor parte de la ayuda destinada al sector de las tecnologías de la
información se canaliza hacia los países de economías emergentes, como Brasil,
la India y China, y no se destina a los países en desarrollo que son los que
más la necesitan.
En el
décimo Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo se
formulan algunas recomendaciones para tratar todos esos problemas y respaldar
el fomento de la adquisición de competencias por parte de los jóvenes, a saber:
1. Es
necesario ofrecer vías alternativas de educación para que unos 200 millones de
jóvenes del mundo entero puedan adquirir competencias básicas elementales.
2. En
el primer ciclo de la enseñanza secundaria se debe dispensar una formación de
calidad, a fin de que todos los escolares adquieran competencias básicas
pertinentes.
3. En
los planes de estudios del segundo ciclo de la enseñanza secundaria se debe
establecer un equilibrio entre la adquisición de competencias estrictamente
profesionales y técnicas (comprendidas las relativas a las tecnologías de la
información) y la adquisición de competencias polivalentes, como la seguridad
en sí mismo y la aptitud para comunicar, que son indispensables en todo puesto
de trabajo.
4. Las
estrategias en materia de adquisición de competencias deben apuntar a las
categorías sociales más desfavorecidas, especialmente las mujeres jóvenes y la
población pobre de las zonas urbanas y rurales.
5. Para
lograr en los países pobres la escolarización de todos los jóvenes en el primer
ciclo de la enseñanza secundaria se necesitarían unos 8.000 millones de dólares
anuales. Los gobiernos y los países y organismos donantes de ayuda, así como el
sector privado, deben aportar su contribución para enjugar el déficit de
financiación actual.
La
publicación de la edición 2012 del Informe de Seguimiento de la Educación para
Todos en el Mundo sigue de cerca a la presentación al público de la iniciativa
“La educación ante todo”, efectuada el pasado 26 de septiembre por Ban Ki-moon,
Secretario General de las Naciones Unidas. Éste subrayó cuán importante es
agrupar a todas las partes interesadas para superar los obstáculos existentes y
lograr “una educación de calidad, pertinente y transformadora”.
En esa
ocasión, el Secretario General dijo también: “Los objetivos que compartimos son
muy sencillos. Queremos que todos los niños vayan a la escuela primaria,
ingresen en la enseñanza secundaria y reciban una enseñanza superior
pertinente, para ayudarles así a que tengan éxito en la vida y lleguen a ser
ciudadanos del mundo responsables y productivos”.
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Para
las entrevistas, fotografías, estudios de casos, vídeos y citas tomadas de los
grupos específicos de Egipto, Etiopía, India, México, Reino Unido y Viet Nam, o
para cualquier otra información sobre el décimo Informe de Seguimiento de la
Educación para Todos en el Mundo, les rogamos que consulten la página web de
éste destinada a la prensa o que se pongan en contacto con:
- Kate
Redman (París) Correo electrónico: k.redman(at)unesco.org – Teléfono: +33 (0)6
02 04 93 45]; y
-
Marisol Sanjines (Nueva York) Correo electrónico: m.sanjines(at)unesco.org –
Teléfono: +1 646 201 8036]
En el
sitio web del Informe de Seguimiento de la Educación Para Todos en el Mundo se
pueden descargar la décima edición del Informe y otros documentos pertinentes.
El
Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo en Twitter:
#juventudytrabajo y #YouthSkillsWork @UNESCO_es. El 16 de octubre se celebrará
un foro en Twitter para examinar y debatir las conclusiones del informe.
Información
sobre la iniciativa de las Naciones Unidas “La educación ante todo”
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