Lideresa por 23 años, Elba Esther rechaza
a los dirigentes vitalicios
SANTIAGO
IGARTÚA
SOLIDARIDAD,
Q. Roo (apro).- Cobijada por más de tres mil fieles, maestros devotos a su
causa, Elba Esther Gordillo inauguró el VI Congreso Nacional Extraordinario del
Sindicato nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en un hotel de lujo
enclavado en la carretera federal Chetumal–Puerto Juárez, en la Riviera Maya de
Quintana Roo.
La
lideresa del SNTE, que lo ha sido durante 23 años, dijo que no hay cabida en su
organización para los líderes morales y, “menos”, para los vitalicios. “Los que
estamos hoy damos la cara. Ese adjetivo lo han dado nuestros adversarios. ¡No
más permitirlo! Quienes ustedes quieran, como ustedes quieran que sea el
estatuto, será. Y quienes dirijan al SNTE, serán los que ustedes digan y nadie
más”, dijo “la maestra”, quien propuso discutir durante el congreso una reforma
a los estatutos del sindicato que le permita ser una organización más
horizontal.
“Yo les
propongo: vayamos a una reforma donde lo más importante no sea el Comité
Nacional, ni aún las secciones, sino nuestros representantes de escuela. Vamos
por un sindicato horizontal, plenamente horizontal, que debata cada determinado
tiempo, que levante los acuerdos desde la escuela, que nos diga qué está bien y
qué está mal, que nos someta a sanciones”, lanzó Gordillo, y se comprometió a
dar certeza en su propuesta durante las próximas horas.
A Felipe
Calderón, a pesar de reconocer algunos logros durante su administración, lo
señaló por falencias en el sector educativo. Y deslindó al SNTE. “Nosotros no
somos responsables de tantos cambios en la SEP y que llegaran con aspiraciones
de ser presidentes”, se le escuchó decir en referencia a los exsecretarios de
Educación de la actual administración panista, Josefina Vázquez Mota y Alonso
Lujambio, ambos con aspiraciones presidenciales para el pasado proceso
electoral y que no concluyeron sus respectivos periodos.
A Enrique
Peña Nieto, también le envió un mensaje: “Desde aquí le decimos al que anda por
Europa, que ya hoy es electo y mañana será constitucional, que tendrá en este
gremio un gremio de respeto, de compromiso, de profundo amor a la patria y de
compromiso con él. Sin rubores, contribuiremos para un buen gobierno”, dijo
Elba Esther Gordillo en presencia del gobernador de Quintana Roo, el priista
Roberto Borge Angulo, y de su par en el sindicato petrolero, Carlos Romero
Deschamps.
Sobre su
futuro, dijo: “No busco puestos, que nadie se preocupe. Nunca he pensado ser
secretaria de Educación, ni sirvienta de nadie, salvo del SNTE. No se puede ni
se debe”, fueron sus palabras, mismas de las que se arrepentiría unas horas más
tarde y ofrecería disculpas públicas por el calificativo: “En el calor del
momento dije sirvienta. No era el término y estoy arrepentida”, lamentó ante
algunos medios de comunicación.
Con
relación a las embestidas que ha recibido el sindicato que representa hace casi
cinco lustros, para transparentar las cuentas del gremio, Gordillo se
pronunció: “Son las amenazas que hay para el sindicalismo: iniciativas de ley
que se mandan con el ánimo no de encontrar productividad o competitividad, si
no de confrontarnos y debilitarnos. ¡No! No nos vamos a confrontar trabajadores
contra trabajadores. Ni trabajadores contra patrones. Vamos a confrontar ideas,
propuestas. Vayan a las mesas y discutan los temas. Nosotros hemos tenido
transparencia. En cada consejo se rinde cuentas. Sin embargo, hoy sabemos que
tenemos que profundizar. ¡Y lo haremos!
“Desde el
comité nacional hasta el último rincón de nuestro gremio. Cada maestro y cada
trabajador de la educación debe saber a dónde van sus cuotas, cuánto es de sus
cuotas. Discútanlo. No nos debilita. Nos fortalece. Pero entre nosotros. Que no
nos quieran revisar Mexicanos Primero”, lanzó la sindicalista en alusión al
directivo de Televisa, Claudio X. González, quien hace una semana pidió a Peña
Nieto deslindarse de “la maestra”.
Eufórica
exigió que sea esa organización la que transparente sus propios ingresos. “!Qué
rindan cuentas de Bécalos. Queremos cuentas de Bécalos!”, gritaba “la maestra”
Gordillo.
Sobre los
maestros disidentes, confrontados con el Sindicato Nacional, dijo Gordillo:
“Este sindicato no lo construyó Elba Esther, esta organización ha sido causa de
lucha de muchos agremiados. De muertos, de caídos. Todos somos hermanos. Aun
los que nos denostan (sic). Aun los que están contra el sistema. Lo que cambia
es la estrategia. Pero reconocemos que son nuestros hermanos. Y quisiéramos que
fueran mejores. Y que juntos camináramos. Mejores para encontrar diálogo, para
estar en los órganos de gobierno, para avanzar juntos. Porque juntos lo
haríamos mejor”, arrastraba la voz que se perdía entre la de miles que la
vitoreaban.
A raíz de
las críticas que recibió a principios de semana por criticar a las mujeres
trabajadoras, se retractó: “Diré algo aunque algunos lo tergiversen: Nunca he
sido misógina porque me honra ser mujer. Pero la verdad es que sí, debemos
entender que los paradigmas han cambiado. La mujer que antes podía estar en el
hogar, por necesidades económicas tiene que salir a trabajar y deja a sus hijos
en nuestras manos. Sepamos ser maestros. No que suplamos a la familia. Pero sí
que la apoyemos y demos valores a nuestros niños.” Publicado en Proceso.
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