Elba Esther Gordillo: ¿próxima
secretaria de Educación?
Leo
Zuckermann
Permítame
lanzar una provocación: a lo mejor lo que más le conviene al país es que la
próxima secretaria de Educación Pública sea la líder vitalicia del Sindicato
Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE). Escribo esto en mis cinco
sentidos, completamente sobrio. Permítame explicar por qué.
Comienzo
con una conclusión de Carlos Ornelas, académico experto en educación. Nuestro
compañero de Excélsior ha demostrado que una camarilla que domina al SNTE ha
colonizado al gobierno encargado de la educación, en particular el área más
importante de la instrucción básica:
“Colonizar
significa la intervención de un territorio por nacionales de otro país; los
colonizadores se asientan e imponen su ‘cultura’ al pueblo colonizado. Aquí no
se trata de la colonización de un país, sino de una institución, nada más que
en lugar de nacionales escríbase cuadros del sindicato. La colonización supone
un cambio en la institución colonizada: segregación política (ser o no
normalista, por ejemplo). Los fieles al SNTE se establecieron —y continúan en
el proceso— en los segmentos medios y bajos de la burocracia del sector
educativo.”
La
misma percepción la tiene Mexicanos Primero, asociación civil dedicada al
mejoramiento de la educación nacional. Al presentarle al equipo de Peña el
estudio Ahora es Cuando. Metas 2012-2024, su presidente afirmó que el sindicato
ha capturado aún más: las subsecretarías, direcciones generales de la SEP y
secretarías de educación en los estados. De acuerdo a Claudio X. González
Guajardo, esto ha creado una “una colonización del sistema” donde los
funcionarios públicos, controlados por el SNTE, privilegian los intereses del
sindicato sobre los de los estudiantes.
Partamos,
entonces, de la premisa de que el sistema educativo efectivamente ha sido
colonizado por el sindicato. Pues están en el mejor de los mundos: gobiernan
sin tener que rendir cuentas de los resultados. Gordillo es, de facto, la jefa
de la educación nacional, pero de jure hay un secretario a quien la líder
sindical puede echarle la culpa de todas las penurias educativas.
He
entrevistado un par de veces a Elba Esther. Siempre se escabulle con el
argumento de que el problema son los gobiernos que cambian mucho a los
secretarios y nombran a funcionarios sin
experiencia en educación. “Vaya usted a reclamarle eso al titular de la SEP
quien es el responsable”. Se trata de una magnífica manera de lavarse las
manos. Es, como dije, el mejor de los mundos para ella: administra la educación
y tiene un punching bag al cual endilgarle los pésimos resultados.
Imagine
usted una empresa quebrada porque el sindicato se ha apoderado de su
administración: los gerentes privilegian los intereses sindicales sobre los de
los accionistas. El Consejo de Administración llama a rendir cuentas al
director general por los malos resultados. Éste argumenta que el sindicato es
el culpable, que él no puede hacer nada porque sus subordinados no lo pelan. El
Consejo invita al líder sindical a dar una explicación. Éste, con cara de
póquer, dice que la culpa de la quiebra es del director que ellos pusieron.
¿Qué hacer frente a esta situación? Pues a lo mejor darle al líder sindical la
Dirección General de la empresa para hacer de jure lo que sucede de facto.
Lo
mismo en la SEP: que Elba Esther sea ya, sin ambigüedades, la responsable de
los resultados. La otra opción es, desde luego, que el nuevo Presidente libere
a la SEP de la tiranía de la colonización por parte de la camarilla sindical que
lidera Gordillo. Eso es lo que piensa Mexicanos Primero que ha insistido en que
el nombramiento del próximo secretario y demás altos funcionarios de la SEP no
sea resultado del “pago de cuotas políticas”. Claudio X. González cree que el
Estado debe recuperar “la rectoría de la gestión” educativa.
Lo que
definitivamente es insostenible es el statu quo: una SEP colonizada por un SNTE
que no tiene la responsabilidad jurídica de entregarle buenas cuentas a la
sociedad.
El
problema de fondo de toda esta discusión es quién es el responsable de la
educación en México. Hay dos opciones al futuro. O el gobierno le da ya el
control total de la SEP a Elba Esther, que sea la secretaria, para que no pueda
escabullirse con eso de que ella no es la titular del ramo. O el nuevo
Presidente independiza a la SEP del SNTE con todo lo que eso implica
políticamente hablando.
Ornelas
dice que “a la colonización se deben todos los males de la educación nacional.
No obstante, parafraseando al clásico, no tiene la culpa el SNTE, sino quien lo
hace compadre”. Pues que la comadre sea ya la secretaria o que la pongan en el
lugar que le corresponde: defendiendo los intereses del sindicato, no
administrando la educación del país. Twitter: @leozuckermann Publicado en Excélsior.
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