Narran la fragilidad
humana de Vasconcelos, Rodríguez Lozano…
Juan
Carlos Talavera | Cultura
Mónica
Lavín indaga, en la fragilidad humana, los secretos y los quiebres amorosos de
personajes como Manuel Rodríguez Lozano, José Vasconcelos, Emilio El Indio
Fernández y Miroslava Stern, entre otros, en su libro La casa chica, un mosaico
de relatos apoyados en la ficción y la investigación histórica, es decir, sólo
son historias privadas posibles.
“En este
libro quería asomarse a un México que se nos fue, pero también fisgonear
literariamente en esos personajes, en sus secretos y sus amores trágicos o
imposibles, justo en los momentos cruciales de sus vidas”. Así que el volumen
es una especie de casa que abriga personajes intensos que estaban construyendo
una idea de la mexicanidad mientras vivían sus pasiones políticas o artísticas,
detalla en entrevista.
Por
ejemplo, quería contar el día que ‘El Indio’, ya viejo, sale a caminar mientras
se acuerda de la única mujer que nunca tuvo. ¿Pero todo eso en verdad sucedió?,
se le pregunta a la autora. “Más bien en este libro me tomo el permiso de
fabular y hacer ficción de lo que pudo haber ocurrido a través de los datos que
investigué”.
Me gusta
saber, por ejemplo, que en la calle de Dulce Olivia –donde caminaba de niña–
existe una historia. Es decir, me atrae que las cosas y los objetos que
permanecen, “tengan algo detrás de ellos, sobre lo cual es delicioso sospechar,
como si fuera un presente-pasado lo suficientemente distinto parea novelarlo y
cercano para rozarlo”, expresa.
Esto
quiere decir que en este libro, editado por Planeta, la ficción es lo que mueve
a los personajes pero apoyados en mucha indagación. “Y aunque estas historias
son relatos que pudieron haber crecido como una novela corta, me gustó ponerme
en el pellejo de Hilda Kruger, de quien se decía que era una espía alemana”.
Lo más
importante es que todos los personajes de esta casa chica son fascinantes por
el simple hecho de tener atrevimientos terribles, como Maximino Ávila Camacho y
el torero Lorenzo Garza, apodado El ave de las Tempestades. Son personajes que
vivieron al límite. Pero además, en todos los relatos hay algo histórico.
EVOCACIÓN.
En opinión de Mónica Lavìn, también autora de Yo la peor y Manual para
enamorarse, este libro también aporta un retrato de un tiempo, que
cronológicamente inicia con José Vasconcelos.
“Retrata
el México que se construía emanado de la Revolución y lo rural. Un México que
va creando sus propios mitos hasta conseguir la época dorada del cine, el
toreo, el beisbol y su glamour”.
Justo en
ese momento México era un país que entraba a la modernidad y debía tomar
decisiones frente a una Segunda Guerra Mundial. “Ese es un México que me ha
interesado explorar porque está lo suficientemente cercano y lejano para
plantearme muchas preguntas”, explica.
La casa
chica nos ayudan a comprender lo que sucedió en la primera época del siglo XX,
nos ilustra sobre las maneras del poder, sus usos y a la vez nos permiten
leernos como país e individuos. Sin duda Podemos tener un espejo en estos
personajes.
—¿Por qué
te interesó particularmente Manuel Rodríguez Lozano?
—Me
interesaba por haber estado casado con Nahui Ollín y ser objeto de deseo de
Antonieta Rivas Mercado. Así que quise recordar cuando él era homosexual y descubrir
una historia trágica en el mundo del arte y cómo se movían estos personajes en
ese ambiente.
—¿Por qué
explorar el relato largo para estas historias?
—Porque
no quería hacer un anecdotario. Quería un reto de forma en cada una de las
historias. A eso aspiraba. Todo esta basado en realidades pero las escenas son
producto de mi imaginación. En el fondo son historias que quiero conocer. Publicado
en Crónica de hoy.
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