Educación Especial,
reto para las escuelas mexicanas
HÉCTOR
ROJAS
Diego
Alberto Franco Moterubio, de siete años de edad, fue diagnosticado con autismo
de alto funcionamiento, y el principal problema ha sido encontrar una escuela
con profesores capacitados para su educación, una que sea adecuada e
incluyente.
Desde los
tres años, Diego ha sido tratado psicológica y medicamente bajo el Síndrome de
Asperger, el cual lo hace una persona extremadamente sensible a los ruidos,
según reconoció su mamá, Gabriela Monterubio.
El
Síndrome de Asperger caracteriza a la persona afectada por tener dificultades
en la interacción social y en comunicación; su diagnóstico no depende de un
síntoma, sino de una serie de síntomas que lo hacen visible.
El
síndrome no desarrolla un retraso significativo en el aprendizaje cognitivo,
por ello, Diego cursó tres años de educación preescolar en una escuela de
enseñanza común, pero al entrar a la Primaria, en una crisis de ansiedad, no
pudo controlar su agresividad y se tornó violento contra uno de sus compañeros,
lo que le costó que fuera expulsado del centro escolar donde cursaba el primer
año de primaria, el pasado 30 de octubre.
Lo
anterior, a pesar de que desde hace tres años, Diego ha sido tratado con Resteral, y durante toda la semana practica actividades
extraescolares para canalizar su energía, tales como actividades lúdicas,
fútbol y karate, según ha denunciado su madre.
Pese a
ello, esta crisis de agresión que le costó a Diego ser expulsado del Instituto
de Desarrollo Profesional y Humano, San Agustín, de acuerdo con su mamá, rebasó
las reglas escolares debido a que la maestra titular y la psicóloga de la
escuela no siguieron las instrucciones que se les había indicado en el caso de
Diego.
En México
se estima que cerca de 40 mil niños padecen trastornos ligados con el autismo;
en 2010, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, se celebró el III Congreso
Mundial de Autismo, el cual tuvo como finalidad promover el respeto a los
derechos con personas con autismo, así como su integración en distintos ámbitos
de desarrollo.
Diego,
según reconoce su mamá, Gabriela Monterubio, desde que está en edad escolar,
siempre se ha manifestado entusiasta con respecto a su aprendizaje, por las
mañanas es el primero que está listo y comenta “mamá, vamos, que la escuela me
espera”.
Para
atender este tipo de casos, el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, contempla
en su Eje 3 el derecho a la “Igualdad de Oportunidades”, lo cual tiene como
objetivo garantizar que la población con necesidades educativas especiales
vinculadas a la discapacidad y a los desempeños sobresalientes, “accedan a
servicios de calidad que propicien su inclusión social y su desarrollo pleno”.
Hasta
2010, según estadísticas de la Subsecretaría de Educación Básica (SEB), en
México se atienden a poco más 550 mil niños bajo los múltiples programas de
Educación Especial que en todo el territorio nacional se llevan a cabo.
Por el
momento, lo que Diego y su mamá esperan es encontrar un centro escolar cerca de
su domicilio (colonia Popular Rastro), el cual tenga la capacidad para
brindarles el servicio educativo adecuado a sus necesidades, ya sea éste
público o privado.
El
Instituto de Desarrollo Profesional y Humano “San Agustín”, donde estudiaba
Diego, rechazó aceptarlo de nuevo en el centro escolar, ni siquiera mientras
encontraba una escuela pertinente, razón por la cual su madre inició una
demanda ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Según
cálculos de la Clínica Mexicana de Autismo (Clima), entre la población infantil
el autismo es un padecimiento más frecuente que el cáncer o la diabetes; de tal
forma que se estima, hay un niño autista por cada 150 nacimientos.
Finalmente,
la Ley General de Educación (LGE) señala en su artículo 32 que: “Las
autoridades educativas tomarán medidas tendientes a establecer condiciones que
permitan el ejercicio pleno del derecho a la educación de cada individuo, una
mayor equidad educativa, así como el logro de la efectiva igualdad en oportunidades
de acceso y permanencia en los servicios educativos.” Publicado en Educación a
debate.
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