La historia
se nos cuenta al revés, dice Eduardo Galeano
Dolores
Luna | Cultura
Con
la dedicación de sus relatos de su reciente libro Los hijos de los días al
historiador mexicano Alfredo López Austin, el escritor Eduardo Galeano leyó
algunos de los 366 relatos que lo conforman ante una Sala Nezahualcóyotl
repleta de jóvenes.
Con
textos que narran el terrorismo, los viajes, el tiempo, el futbol, la religión
o las elecciones en Latinoamérica y titulados en distintas fechas del año,
Galeano reafirma en su escritura el interés por temas de soberanía nacional, la
democracia y la libertad que lo ha caracterizado a lo largo de más de cuatro
décadas.
Al
terminar cada lectura, los aplausos de estudiantes resonaban en el recinto, el
escritor hizo un pausa para señalar que el título de libro lo tomó de una
comunidad maya y su filosofía que dice que
“el tiempo funda el espacio”.
Por
más de una hora, el autor de Las venas abiertas de América Latina narró los
acontecimientos sociales actuales y señaló que “la memoria está en peligro de
extinción”, y “la historia se nos cuenta al revés”.
¿Quién
tiene la culpa de las pestes humanas?, se pregunta Galeano. Los animales,
responde él mismo, “mientras que se encuentran libres de todas sospechas los
aprendices de brujos que convierten los alimentos en bombas químicas de alta
peligrosidad”.
Este
libro que se presenta simultáneamente en Argentina, España y México contiene
relatos que retratan, al mismo tiempo, la relación que existe entre la amistad
y pone en cuestión temas religiosos, de ciencia, políticos e incluso morales.
RELATO.
Octubre 8. Los tres. En 1919 Emiliano Zapata fue acribillado en México; en
1934 Augusto César Sandino en Nicaragüa,
en 1967, el Che Guevara fue asesinado en Bolivia. “Los tres tenían la misma
edad, estaban por cumplir 40 años. Los tres cayeron a balazos, a traición, en
emboscada. Los tres, latinoamericanos del siglo XX, compartieron el mapa y el
tiempo y fueron castigados por aceptar la humillación como destino, pero los
tres están inexplicablemente vivos, porque cuando la historia dice: adiós; en
realidad dice: ¡hasta luego!
La
despedida para Galeano en este recinto universitario fue un ¡Viva Galeano!
Acompañado de un ¡México! ¡Pumas! ¡Universidad! ¡Goya, Goya, cahún, cachún, ra,
ra! Durante el encuentro, el escritor
estuvo acompañado por el rector de la UNAM, José Narro Robles. Publicado en
Crónica de hoy.
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