Reelección
de Gordillo y Deschamps pervierte principio de Revolución Mexicana: El País
LA REDACCIÓN
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- La reelección este sábado
de Elba Esther Gordillo y Carlos Romero Deschamps al frente de los sindicatos
magisterial y petrolero, respectivamente, representa un nuevo clímax en la
perversión del principio de la Revolución Mexicana “sufragio efectivo, no reelección”,
destaca este domingo el diario español El País.
El rotativo hace un análisis de la renovación por seis
años más de los líderes de los dos gremios más poderosos del país: el de
maestros, el más grande de América Latina, con millón y medio de afiliados y el
petrolero, conformado por 140 mil trabajadores.
Agrega que la reelección de ambos líderes “coincide con
la rocambolesca tramitación parlamentaria de la reforma laboral consensuada por
el PRI y el PAN, una reforma que de momento flexibiliza la contratación y el
despido de los trabajadores sin tocar los espinosos asuntos de la transparencia
económica y democratización interna de los sindicatos”.
Además, “se produce en vísperas de la llegada a la
presidencia del país de Enrique Peña Nieto, del PRI, partido del que tanto el
sindicato petrolero como el de maestros han sido tradicionales aliados”.
El presidente electo, indica el diario, “prometió durante
la campaña electoral y lo ha reiterado durante sus recientes viajes por
Suramérica y Europa que llevará a cabo durante su sexenio reformas
estructurales como la laboral, la de Pemex o la de la educación, pero sus
compromisos con los jefes de los sindicatos ponen en duda para gran parte de la
opinión pública mexicana el que realmente lo haga”.
El País recuerda que el SNTE ha sido criticado por la
opacidad de sus cuentas.
“Cada mes, la Secretaría de Hacienda retiene cuotas a sus
más de 1.3 millones de afiliados y deposita ese dinero en la cuenta del
sindicato. Cada uno de los delegados asistentes al Congreso recibió este sábado
un ordenador de regalo”, anota el periódico.
Sobre el senador Romero Deschamps señala que en 2003 fue
acusado de desviar mil 500 millones de pesos del sindicato de Pemex a la
campaña presidencial del excandidato priista, Francisco Labastida Ochoa, en el
proceso electoral del 2000. Publicado en Proceso.
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