Elba Esther: Tiempo de
irte
DENISE
DRESSER
MÉXICO,
D.F. (Proceso).- ¿Qué se siente ser la mujer más odiada de México?
¿Cómo
duermes en las noches sabiendo que eres responsable, en gran medida, del estado
deplorable de la educación?
¿Qué
opinas de que Enrique Peña Nieto, en su gira por América Latina, haya dicho que
el Estado retomaría la rectoría en la educación? ¿Eso significa que en lugar de
pactar contigo te enfrentará? ¿Empiezas a escuchar pasos en la azotea?
¿No crees
que ya llegó la hora de renovar el liderazgo en el SNTE? ¿No será que el tuyo
ya ha llegado a su fin por maloliente?
¿Por qué
nunca hablas de la evaluación magisterial o la democracia sindical o la
profesionalización docente?
¿Cómo
justificas que una camarilla que domina al SNTE ha colonizado al gobierno
encargado de la educación, en particular el área de instrucción básica?
¿Cómo
explicas lo que la ONG Mexicanos Primero llama la “colonización del sistema”,
donde los funcionarios públicos –controlados por el SNTE– privilegian los
intereses del sindicato por encima de los alumnos?
¿Con qué
objetivo ha capturado el sindicato las subsecretarías, las direcciones
generales de la SEP, las secretarías de Educación de los estados?
¿Cómo
explicas que de 100 niños que se inscriben en primaria sólo 15 terminan la
licenciatura 16 años después?
¿A qué le
atribuyes que una caravana de maestros disidentes recorra el país?
Has
escrito recientemente que requerimos “recuperar la confianza en la política y
en el gobierno”. Para que eso ocurriera, ¿no sería indispensable que tú te retiraras
de ella?
¿No crees
que eres una carga política muy pesada para el próximo gobierno?
¿Por qué
caracterizas el ingreso de las mujeres a la fuerza de trabajo como un “abandono
de la madre en la formación de los hijos”? ¿Tú “abandonaste” a tus hijas por
trabajar en el sindicato?
¿Por qué
responsabilizas a las mujeres que trabajan del “deterioro de la sociedad toda”.
¿No es una actitud retrógrada, basada en la ignorancia de la realidad del país?
Tu ataque
reciente a las mujeres trabajadoras ¿no es un intento por negar la
responsabilidad del sindicato que controlas en el deterioro de la educación?
Argumentas
que “ante el alejamiento de los padres de familia de la educación de los hijos,
han sido los maestros quienes han sostenido el esfuerzo educativo y, por lo
tanto, es a ellos a quienes se debe que no se haya derrumbado el nivel
educativo de los mexicanos”. ¿Pero no es cierto que ese nivel se ha derrumbado
y que muchos maestros poco preparados y que no han sido evaluados son
corresponsables de esa situación?
¿Por qué
colocas la culpa del desastre educativo sobre los hombros de las madres, cuando
los malos resultados tienen que ver con decisiones equivocadas de política
pública y complicidad electoral?
¿A quién
más intentarás –injustamente– responsabilizar de las penurias del sistema
educativo, del cual tú eres una parte central?
¿No estás
usando a los maestros como escudo para protegerte de lo que es en realidad una
crítica extendida a tu control del sindicato?
¿No es tu
ataque a las mujeres una coartada fácil que busca trasladar la atención de
donde debería estar: en el sindicato y sus prácticas cuestionables, como lo son
vender, heredar o intercambiar una plaza de maestro por favores sexuales?
¿Cómo
explicas que tu yerno, el exsubsecretario de Educación Básica, haya usado la
Red Multipropósito que empujó en la SEP como un vehículo para hacer negocios?
¿Cómo explicas que quiso aprovecharse de los recursos que el Estado había
destinado a la conectividad?
¿Moviste
la sede del Sexto Congreso Nacional del SNTE de Rosarito a Cancún precisamente
para evitar las movilizaciones planeadas en tu contra?
¿Cómo
explicas el reproche social en contra de ti y de la cúpula del sindicato?
¿No será
porque la cúpula del SNTE bloqueó la Evaluación Universal de maestros, y por
ello sólo tres de cada 10 maestros se presentaron al examen?
¿Cómo
reaccionas ante la recolección de miles de firmas a lo largo del país
demandando que el Poder Legislativo y el Ejecutivo federal dejen de pagar el
salario de los maestros que realizan actividades sindicales y cobran como
docentes?
¿No crees
que ya ha llegado la hora de eliminar la retención automática de cuotas
sindicales, permitir la libre sindicalización de los maestros y fomentar la
carrera docente con parámetros académicos?
Argumentas
que los llamados “poderes fácticos” han lanzado una campaña mediática en tu
contra. ¿No eres tú uno de esos poderes que están retrasando la modernización
del país?
Dices que
los cambios necesarios en la educación no se lograrán sin los maestros. ¿Pero
no es cierto que tú llevas más de tres décadas aprovechándote de sus cuotas
sindicales?
¿Por qué
afirmas que el sindicato promovió la Evaluación Universal de los maestros,
cuando se ha dedicado a sabotearla?
¿Cómo
explicas que –según un estudio de la OCDE– México gasta más en maestros y menos
en alumnos? Cómo explicas que el gobierno mexicano invierte nueve de cada 10
pesos del presupuesto educativo en la nómina magisterial? ¿Cómo explicas que el
gasto por alumno es el más bajo de los países que integran la OCDE?
¿No es
cierto que la Alianza por la Calidad de la Educación ha sido obstaculizada a
cada paso por el SNTE?
¿Cómo
respondes al planteamiento de Jacqueline Peschard, presidenta del IFAI, en
cuanto a que los sindicatos que reciben recursos públicos –como el SNTE– sean
sujetos obligatorios de la ley de transparencia?
¿Por qué
crees que mereces ser líder vitalicia del SNTE?
¿Cómo
justificas la vida suntuosa que llevas con un sueldo que –según el SNTE– es de
71 mil pesos por nómina?
Has dicho
que siempre has creído que “todos tenemos tiempo para cumplir nuestras
misiones”. ¿No has cumplido ya con la tuya, que fue subordinar la educación a
los pactos políticos con el gobierno en turno?
¿No es
cierto que te encuentras en tu peor momento, cuestionada por una multiplicidad
de organismos sociales que se dedican no sólo al tema educativo, sino también
por aquellos interesados en la transparencia y en la rendición de cuentas? ¿No
ha llegado el momento de irte? Publicado en Proceso.
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