Marchan miles contra
más recortes a educación, salud y a regiones de España
Afp y Dpa
Madrid,
23 de octubre. Con gritos de ¡no nos representan!, una multitud convocada por
el movimiento de los indignados se manifestó el martes frente al parlamento
español, donde los diputados, blindados por un amplio despliegue policial,
comenzaron a debatir los presupuestos generales del estado para 2013, marcados
por nuevas medidas de austeridad para reducir el déficit público.
Los
inconformes aseguran que las cuentas públicas causan opresión y miseria. Bajo
el lema rodea el Congreso y encabezados por una gran pancarta que pedía
dimisión, miles de manifestantes se concentraron frente a los imponentes
cordones policiales que impedían acercarse a la Cámara de Diputados, donde
estaban reunidos los legisladores.
Cientos
de manifestantes intentaron después, ya llegada la noche, rodear las barreras
desviándose por una calle aledaña, pero rápidamente se vieron bloqueados por
los elementos antidisturbios, que los obligaron a retroceder.
Unos mil
500 agentes se desplegaron desde hoy y hasta el sábado, según fuentes
policiales citadas por la prensa española, toda vez que la protesta de hoy,
para la que no se solicitó autorización a las autoridades, se repetirá el
jueves y el sábado.
La
movilización de este martes retomó el nombre del 25-S, en referencia a la
movilización que el pasado 25 de septiembre pretendió rodear el recinto de los
Diputados, en protesta por la crisis y contra una clase política que, aseguran
los activistas, tiene secuestrada la democracia. Aquel día la protesta social
derivó en violentos enfrentamientos entre policías y manifestantes, que se
saldaron con 64 heridos y 35 detenidos.
Con 39
mil millones de euros en ajustes, los presupuestos para el próximo año están
diseñados para la deuda privada, que no tiene que pagar el pueblo español,
cuando están cortando en salud y en educación, contra los más vulnerables,
denunciaba Noelia Urdiales, educadora social de 34 años.
Determinado
a reducir el déficit del país a menos de 3 por ciento del producto interno
bruto (PIB) en 2014, el gobierno conservador de Mariano Rajoy decidió medidas
de ajuste por 150 mil millones de euros entre 2012 y 2014, que incluyen bajas
de salarios a los funcionarios, alzas de impuestos y recortes en sectores
públicos como la salud o la educación en un país asfixiado por la recesión y en
el que un trabajador de cada cuatro no tiene empleo.
El
sentimiento que tenemos la gente en la calle es que no nos respetan, agrega
Noelia. Junto a ella, decenas de personas se habían sentado en el suelo para
discutir en una asamblea popular las propuestas políticas que querían presentar
a los legisladores.
¿Crisis?
¡Atraco!, podía leerse en las pancartas que enarbolaron los manifestantes.
Sobre las barreras deplegadas por la policía para cortar el paso a varios
cientos de metros del Congreso, los manifestantes habían colgado pequeñas
pancartas con lemas como el gobierno pide paciencia, nosotros gritamos
desobediencia o un euro de cada cuatro para pagar una deuda ilegítima.
España
vive una corrupción brutal, dijo Rafael Martínez, un contador de 48 años,
desempleado desde hace un año. Sigue gobernando la misma jerarquía que cuando
vivía Franco, afirma en referencia al Partido Popular de Rajoy. Publicado en La
Jornada.
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