Demandan modificaciones en la distribución del
gasto educativo
KARLA GARDUÑO
Lograr las metas de acceso y mejoramiento en la
calidad requiere de mayor y mejor inversión y de una revisión del marco de
financiamiento vigente, señaló Claudia Uribe, especialista en educación del
Banco Interamericano de Desarrollo, destacó los retos que enfrenta el nuevo
sexenio en materia de financiamiento.
En la mesa dedicada al financiamiento educativo
dentro del coloquio “Renovar el federalismo”, organizado por el CIDE y la SEP,
la especialista colombiana señaló que México tiene grandes desafíos en materia
de calidad, equidad y cobertura que mantienen un rezago educativo muy alto.
Uribe destacó que México debe hacer un esfuerzo
mayor que otros países para atender a la población en edad escolar por la
cantidad de población y la edad de la misma. Además, la obligatoriedad de la
educación media superior, la presión por aumentar la educación superior, la
demanda por mejorar la calidad educativa y la propuesta de las escuelas de
tiempo completo implican retos que en el futuro cercano hay que enfrentar.
México invierte por alumno de educación básica un
menor porcentaje del PIB per cápita que el promedio de los países de la OCDE, y
es que la mayor parte de los recursos se están dedicando a pago de maestros y
servicios, dejando de lado la inversión en calidad, destacó la colombiana.
Horacio Sobarzo, académico de El Colegio de México,
destacó que los países que han transitado por una mejor federalización son
aquellos que han descentralizado la recaudación y no sólo el gasto educativo.
De 1980 a 2006 las participaciones a los estados
han crecido 188.9 por ciento. Es decir, los estados han ganado mucho en la
capacidad del gasto educativo.
“Si la descentralización abarca también el ámbito
de la recaudación, los impactos del gasto público en general son mas favorables
al crecimiento económico”, dijo.
El tema educativo es una muestra de que la
descentralización en México no ha sido efectiva, porque no hay manera de
generar recursos propios para la educación.
Para ello es necesario modificar mecanismos, de
manera que los estados tengan mayor autonomía para recaudar recursos propios.
Liv Lafontaine, del Consejo Nacional de Evaluación
de la Política de Desarrollo Social, presentó los hallazgos de la evaluación al
ramo 33 realizados por el Coneval.
El FAEB, destinado a la educación básica, así como
la educación especial y la formación de maestros, significa más del 60 % del
ramo 33, y ha crecido consistentemente en los últimos años (76% desde su
creación en 1998).
Sin embargo, no se observa una relación directa
entre la distribución de los recursos y la matrícula, así como tampoco con los
resultados de la prueba Enlace, lo cual podría hablar de un criterio de
calidad.
Lafontaine destacó que es importante modificar los
mecanismos de distribución de recursos para que se haga con criterios de
calidad educativa, matrícula o equidad.
Identificar responsabilidades de la federación o
los estados también sería deseable para lograr una mejor distribución de
recursos, apuntó.
Jorge Mejía Lira, funcionario de la Secretaría de
Educación Pública de San Luis Potosí, destacó que otros ramos como el 11 y el
25 también apoyan la educación, pero coincidió en que es necesario modificar
los mecanismos de distribución del recurso.
“Si nosotros hacemos un corte tenemos que para 99 o
2003 teníamos un 17% de recursos y en 2004 empezó a decaer hasta el 7%”, dijo.
La fórmula de distribución está afectando de manera
recesiva a los estados más marginales, afirmó Mejía.
El funcionario lanzó la afirmación de que no es
posible eliminar las cuotas definitivamente en las escuelas, ya que sin ellas
muchos planteles no sobrevivirían. Aunque aceptó que no pueden ser
obligatorias, ponderó su valor.
También planteó la opción de incluir de mayor
manera al sector privado, sin que eso signifique necesariamente cederle
planteles.
Dijo que aunque de manera relativa, hay
transparencia en los estados, pero de manera simulada porque a veces hay normas
que no se pueden cumplir. Como ejemplo puso el caso de los comisionados del
SNTE, que según la ley no deben tener goce de sueldo; sin embargo, es una
condición que no se da en ningún caso.
Rodolfo de la Torre, académico del CIDE, dijo que
aumentos en el gasto educativo no significan un incremento de matrícula o de
calidad; son la composición y la distribución del gasto público lo que hay que
revisar.
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