Potenciando
ideas en Puebla: La Ciudad de las Ideas
Andrés
Roemer | Opinión
Si
hay algo que importa cuando se genera una idea, es poder compartirla. El
trabajo de formar una teoría es complicadísimo, pero cuando no se sabe
comunicar, una buena idea corre el peligro de morir. El punto, es que debemos
saber transmitir las ideas. Parece fácil, pero imagine que su tarea es
explicarle la teoría de la relatividad general a su abuelita. A menos de que su
abuelita sea física teórica, le aseguro que no será tarea fácil.
La
buena noticia es que sí existe un lugar para que confluya gente con ideas
extraordinarias para explicárselas a tu abuelita de forma extraordinaria. En La
Ciudad de las Ideas, lo que se pretende es precisamente compartir las ideas. Es
en verdad un festival de mentes brillantes. El pasado 8, 9 y 10 de noviembre
tuvimos el honor de tener 60 conferencistas que nos hicieron entender sus ideas
clara y sencillamente. Entre ellos estuvieron Rosario Marín, nacida en México y
ex tesorera de EEUU; Lisa Randall, una de las físicas teóricas más reconocidas;
Enrique Norten y Alberto Kalach, dos arquitectos mexicanos de alto renombre
internacional por obras como la Biblioteca Pública para las Artes Escénicas en
Brooklyn en Nueva York, o la Biblioteca José Vasconcelos; Shirin Ebadi, la
primera musulmana premio Nobel de la paz. En fin, personalidades internacionales
que se dieron el tiempo para compartirnos sus visiones innovadoras en temas de
tecnología, redes sociales, evolución de la sociedad, derechos humanos, artes,
matemáticas, entre otros.
Pero
este festival no sólo se trata de comunicar, sino también de innovar. El
ejemplo anterior de la explicación de la teoría de la relatividad general no lo
escribí por casualidad. Cuando intentamos explicar ideas que desafían la
sabiduría popular o la memoria acumulada del conocimiento, resulta aún más
complicado expresarnos. Conocemos desde que nacemos que cuando aventamos una
manzana al cielo, la manzana caerá tarde o temprano y le llamamos fuerza
gravedad. Sin embargo, cuando hablamos de muchas dimensiones, de la curvatura
del espacio tiempo, o de injusticias debido a la raza o condición económica nos
cuesta más trabajo comprender. Así como con la dificultad de explicar la
relatividad, los conferencistas que asisten a Puebla: La Ciudad de las Ideas
saben cómo comunicar ideas difíciles en palabras mortales y en poco tiempo (para
aquellos desesperados).
Ahora
bien, ¿por qué molestarse en traer gente de tan alto nivel para que hablen de
sus ideas? Porque las ideas son crecimiento y desarrollo, y no sólo personal
sino social y económico también. Las ideas son el motor de las economías del
mundo actual. La innovación permite producir más y de mejor manera, piense en
un iPod, en Facebook, en rascacielos, o en las naves que nos permiten ir al
espacio. Todo esto se originó a partir de ideas que poco a poco potenciaron
otras ideas. Cuando traemos personas excepcionales para que hablen de conceptos
o teorías excepcionales, nos obliga necesariamente a ampliar nuestros
horizontes. Nos hace darnos cuenta de problemas, de soluciones, de proyectos,
de tecnologías o de estudios que no teníamos idea que existían. Esto puede
potenciar en nuestra mente una cadena de pensamientos que culmine en otras
ideas innovadoras. Esto es el crecimiento exponencial de las ideas.
Pensemos
ahora en una idea, tan sólo una en un auditorio de 3600 personas. Cuando esta
idea es compartida logramos 3600 personas con una idea en la cabeza. En la
Ciudad de las Ideas logramos cuando menos 3600 personas con 60 ideas nuevas (de
60 conferencistas). Digo “cuando menos” porque en realidad no todas las
personas interpretan la misma idea de igual forma. De ahí que en realidad
tenemos 216 000 nuevas ideas (3600 asistentes por 60 conferencistas) y, de
hecho, quizá muchas más por dos razones: una idea puede ser semilla para muchas
otras nuevas ideas, y una plática de un conferencista no contiene una sola
idea, entonces saque sus cuentas.
El
resultado de Puebla: La Ciudad de las Ideas es para celebrar en grande, hemos
logrado el objetivo: una explosión de mentes y de ideas compartidas. Cabe
destacar que este esfuerzo fue posible gracias al apoyo de Poder Cívico junto
con Grupo Salinas, el Gobierno del Estado de Puebla, COMEX, BUAP, Banamex,
Iusacell, Samsung, Netflix, Pepsico, Sealy, Taurus, Aeroméxico, Cinépolis, José
Cuervo, Café Punta del Cielo, Audi, Ilusión, Estrella Roja, Marco Beteta, Casa
de los Muñecos, Italika, Galería Boutique, People for Bikes, y Del Diablo
Bicicletas.
La
próxima vez que vaya a explicar la teoría de la relatividad general a su
abuelita, esfuércese y piense en cómo lo diría para la audiencia de La Ciudad
de las Ideas para hacerlo comprensible y digerible. No olvide que una idea da
luz a muchas más; así, cuando eche a andar su mente, no se limite. Pregunte a
los ideastas que asistieron este año a Puebla y verá como es La Ciudad de las
Ideas es un catalizador cerebral. Por lo pronto, estamos felices con el
resultado y nos veremos el siguiente año. ¡Gracias! ars@prodigy.net.mx @RoemerAndres
Publicado en Crónica de hoy.
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