Afrodescendencia y educación, una
tarea pendiente en México
Por
Nadia López
Es
innegable que México posee una presencia significativa de población
afro-descendiente en estados como Oaxaca, Guerrero, Coahuila y el Distrito
Federal, reconociendo que se tienen raíces africanas, además de la indígena y española.
Sin
embargo, desde la historia, las políticas públicas, la educación y la propia
conformación del Estado no se ha reconocido en su totalidad a todos los
pueblos existentes que lo conforman, ocultando e invisibilizando así a una de
sus principales raíces. Se pone así en el olvido a la población de origen
africano, parte de nuestra población y de nuestra identidad.
Se
aplaude que poco a poco el Estado mexicano comience a reconocer la herencia
negra que poseemos. Muestra de ello fue la realización del Foro Nacional:
Poblaciones Afrodescendientes 2012 en el
mes de septiembre en la Secretaría de Relaciones Exteriores, un espacio para la
reflexión de la temática y para poner en la agenda de las políticas públicas al
pueblo afrodescendiente.
Sin
embargo, aún nos falta un largo camino por recorrer; por ejemplo, lograr que la
población afrodescendiente sea considerada en el Censo Nacional que hasta ahora
los incluye en la población indígena. Con esto también se ocasiona un problema en el acceso a programas para la
población indígena, puesto que uno de los requisitos, en diversos casos, es ser
hablante de una lengua originaria y en su gran mayoría la población
afrodescendiente tiene al castellano por lengua materna. Existe un porcentaje estimado
de población afrodescendiente que va del 3% al 9% del total de la población;
con esta base se abre la pregunta obligada, si el número es superior a 3%, por
qué entonces parecen –o más bien se les considera como- “invisibles” 2.
Se
reconoce el trabajo que está realizando el Programa México Nación Multicultural
y la UNAM en la elaboración de pruebas piloto para una posible incorporación
del pueblo negro al Censo Nacional3; es importante porque al no existir cifras
duras del número de la población afrodescendiente en México se justifica la no
elaboración de políticas públicas –y educativas- hacia la población. Así mismo,
falta que se reconozcan sus aportaciones artísticas como la danza y la música,
entre múltiples espacios más; sobre todo en el espacio de acción y reflexión
que aquí nos ocupa, la educación.
La
invisibilización del pueblo afrodescendiente desde la educación tiene una larga
historia; sin embargo, nos remitiremos al periodo posterior a la Revolución
Mexicana, cuando José Vasconcelos, rector y creador del actual lema de la
Universidad Nacional Autónoma de México, así como Secretario de Educación
Pública, definió la mexicanidad como la unión del indio y el español, con lo
cual no sólo invisibilizaba, sino que
eliminaba de fondo la raíz africana que nos constituye desde la propia
institucionalización educativa, que hasta nuestros días pareciera sigue vigente. Desde el mismo Plan
Nacional de Educación no se hace alusión a la tercera raíz.
Otro
ejemplo del olvido en el que se les ha mantenido y se les sigue manteniendo es
en la producción de libros de texto gratuito a nivel primaria, considerados de
vital importancia por ser gratuitos, obligatorios y de distribución nacional,
en los cuales existe un invisibilización desde la historia, la geografía y
demás materias hacia el pueblo
afrodescendiente, lo que genera un desconocimiento hacia el mismo. Expresamos
que sin el reconocimiento de la población afrodescendiente dentro del Sistema
Educativo Nacional, será imposible lograr una educación para todos con
igualdad, reconociendo la historia misma
que nos conforma.
La
temática de la afrodescendencia ha sido poco. En el informe del Sistema de
Información de Tendencias Educativas en América Latina (SITEAL) sobre la Educación de los Pueblos Indígenas y
Afrodescendientes4 en el que México participó, únicamente se realizaron
estudios sobre la población indígena en nuestro país, sin mencionar a la
población afrodescendiente, a pesar de que conforma la tercera raíz.
Podemos
realizar una lista muy grande de ejemplos en los que el pueblo afrodescendiente
ha sido puesto bajo el velo del olvido; sin embargo, apostamos por seguir en la
reflexión y buscar visibilizar aquello que históricamente se invisibilizó desde
diferentes espacios, pero sobre todo desde la Educación, por el reconocimiento
de todas y todos y la conformación de un proyecto educativo que vea en la diversidad la posibilidad del
enriquecimiento mutuo y construcción de formas de ver el mundo.
Resulta
una tarea pendiente, sin embargo, los primeros pasos ya están dados.
Referencias
AGUIRRE, Beltrán Gonzalo. Cuijla. Esbozo etnográfico de
un pueblo negro, México, Fondo de Cultura Económica, México, 1958.
AMADOR Telo, Judith.
“Exigen al Inegi censar población afrodescendiente”, Cultura en la mira,
Revista Proceso, 29 de noviembre del 2011. Disponible en:
http://www.proceso.com.mx/?p=289640 (01-09-12)
EL COMEJÉN.
Boletín de las Bibliotecas del estado de Oaxaca, segunda época, núm. 2,
sep-oct de 2011, Instituto de Artes gráficas de Oaxaca, Secretaria de las
Culturas y Artes de Oaxaca, Sociedad de
amigos del IAGO y del CFMAB. Disponible en:
http://revistaelcomejen.blogspot.mx/p/hojea-el-comejen.html
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