Malala:
símbolo del derecho de las niñas a la educación
©Véronique
de Viguerie/Getty/Afp
“En
defensa de Malala – en defensa del derecho de las niñas a la educación” es el
lema de un acto que tendrá lugar el 10 de diciembre en la Sede de la UNESCO,
coincidiendo con el Día de los Derechos Humanos. Organizado por la UNESCO y el
gobierno de Pakistán, su objetivo es impulsar políticas encaminadas a
garantizar el derecho de todas las niñas a acudir a la escuela, una prioridad
urgente de cara a lograr la Educación para Todos.
El
acto rendirá homenaje a Malala Yusafazi, la adolescente de 15 años que
sobrevivió a un intento de asesinato por haber defendido el derecho a la
educación de las niñas pakistaníes, a quienes el régimen talibán prohíbe ir a
clase en el valle del Swat, tierra natal de Malala. Esa prohibición viola el
derecho humano a la educación y a la igualdad entre los sexos. “Prohibir a una
niña ir a la escuela es un ataque contra todas las niñas, contra el derecho a
aprender y contra el derecho a tener una vida plena. Es inaceptable”, declaró
la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, en octubre pasado. Nada
justifica que se niegue a las niñas y a las mujeres el derecho a la educación.
El
combate de Malala pone de relieve una realidad devastadora: una gran mayoría de
los 61 millones de niños que no acuden a la escuela en el mundo son niñas.
Prácticas como el matrimonio prematuro, la violencia por motivos de sexo o la
legislación discriminatoria impiden a muchas niñas ir a la escuela o
terminarla. Estas disparidades en educación comienzan en la primera infancia y
se perpetúan hasta la edad adulta: dos tercios de los 775 millones de adultos
iletrados del mundo son mujeres. Y a pesar de algunos avances en educación
superior, solo el 29% de los investigadores universitarios son mujeres.
Una
sociedad no es justa ni equitativa si en ella no hay igualdad de género, una
igualdad que empieza en la escuela. La UNESCO defiende que todas las niñas
ingresen en el sistema educativo y permanezcan en él hasta la educación
superior. La educación acelera la transformación política, económica y social y
brinda a las niñas herramientas para cumplir sus aspiraciones. La educación
repercute de manera positiva en la salud materno-infantil, los índices de
fertilidad y la reducción de la pobreza. Por ejemplo, las mujeres que han
superado la escuela primaria conocen mejor los métodos de prevención contra el
VIH/SIDA en un índice de cinco a una respecto a las analfabetas.
En
su blog sobre la vida bajo el régimen talibán que ahora es mundialmente famoso,
Malala reaccionaba así ante la destrucción de escuelas: “Han destruido cinco
escuelas más, una de ellas estaba cerca de mi casa. Muy sorprendente, porque
las escuelas ya estaban cerradas: ¿era necesario destruirlas también?”. Como
revelaba la UNESCO en el Informe 2011 de Seguimiento de la Educación para todos
en el Mundo, a menudo los niños y las escuelas están en primera línea de los
conflictos armados: aulas, profesores y estudiantes son blanco de los
enfrentamientos. La consecuencia, como señala otro informe de Naciones Unidas
es que “cada vez hay más niños con miedo a ir a clase, más profesores con miedo
a dar clase y más padres con miedo a enviar a sus hijos a la escuela”.
“En
abril de 2012, en Afganistán, más de cien alumnas de secundaria de la provincia
de Takhar fueron envenenadas por fanáticos hostiles a la educación femenina. En
Mali, se obliga a niñas a casarse a la fuerza, se las recluta en milicias y se
les impide ir a la escuela y tener una vida digna. Malala es un símbolo para
todas ellas”, dijo también Irina Bokova.
¿Cuántas
niñas más no pueden acudir a la escuela porque están amenazadas? ¿Por qué las
niñas y las mujeres son las principales víctimas de este tipo de
intimidaciones? La educación no debe estar en primera línea de los conflictos,
sino en la vanguardia de la construcción de la paz.
La
UNESCO reaccionó con una condena oficial al ataque contra Malala, en el
resultaron heridas otras dos niñas. “Las armas no pueden borrar el derecho a la
educación ni a la libertad de expresión… Es responsabilidad de todos y cada uno
de nosotros levantarnos contra ello”, dijo Irina Bokova. En la clausura de la
190ª reunión del Consejo, los representantes de sus 58 Estados Miembros
guardaron un minuto de silencio y mostraron fotografías de la joven pakistaní.
En Islamabad, la presentación del Informe Mundial de Seguimiento de la Educación
para Todos en el Mundo 2012 estuvo dedicada a Malala, para enfatizar que, si
Pakistán quiere cumplir sus objetivos de desarrollo, la educación de las niñas
es una obligación.
La
presentación del Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo
que tuvo lugar en Islamabad fue dedicada a Malala, para poner de relieve que la
educación de las niñas es imprescindible si se quieren alcanzar los objetivos
de desarrollo en Pakistán
“Lo
que yo quiero es servir a la humanidad”, dijo una vez Malala en una entrevista,
mostrando una madurez poco propia de su edad. Como muchos jóvenes de hoy,
Malala contribuye a cambiar el mundo. El acto del 10 de diciembre en la UNESCO
quiere inspirarse en su ejemplo: no hay barreras inamovibles. Su sueño es el
nuestro: todos somos Malala. Publicado en UNESCO
No hay comentarios:
Publicar un comentario