ITAM premia a Calderón…
y los estudiantes repudian su “paupérrima presidencia”
SANTIAGO
IGARTÚA
MÉXICO,
D.F. (apro).- La protesta estudiantil contra la condecoración a Felipe Calderón
en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), con el Premio Carrera al
Universo 2012, inició desde el mismo día en que se filtró la noticia entre la
comunidad universitaria, el jueves 8.
Desde la
página de la institución se hizo una convocatoria velada para los itamitas que
desearan acudir a la ceremonia, programada para esta noche, con el envío previo
de un correo electrónico con sus datos personales. Los interesados debían pasar
un filtro de selección a partir del cual, de ser aprobados, serían notificados
días antes del evento.
Otorgado
por la asociación de exalumnos de esa casa de estudios, el reconocimiento que
se otorgó a Calderón, y para quien la institución construyó un hemiciclo en su
explanada para homenajearlo, está reservado a exalumnos “con una notable
contribución al desarrollo económico, político y social del país”, y una
trayectoria que respalde esa labor por al menos 30 años de servicio.
Por
considerarlo indigno, desde las redes sociales inició el rechazo a que fuera
Felipe Calderón quien cumpliera con esos valores. La política del presidente,
argumentaron, violó sistemáticamente los derechos humanos, incrementó la
pobreza extrema, aniquiló la industria del turismo con la violencia
institucionalizada y polarizó al país con una “guerra sucia” desde su misma
campaña electoral a la Presidencia, en el 2006.
“Felipe
Calderón optó por la militarización del territorio nacional. Esto trajo
consecuencias nefastas en materia de derechos humanos, como lo es el debido
proceso. Durante su gestión, la violencia se ha desencadenado en el territorio
nacional. Hay más de cien mil homicidios relacionados con el crimen organizado,
un millón de desplazados internos, miles de personas han sido torturadas y
millones de migrantes desaparecidos.
“En temas
económicos, la administración de Calderón no se queda atrás. La cantidad de
personas en condiciones de extrema pobreza se incrementó, así como la
desigualdad que existe en el país”, escribieron en una invitación en Facebook
para reunirse esta tarde a las 17:30, dos horas antes de la ceremonia de
premiación a Calderón, a la entrada del ITAM.
Y así
sucedió. A los alrededores de la universidad, cercada con vallas metálicas y
detectores de metales, custodiado cada rincón por miembros del Estado Mayor Presidencial
(EMP) y marinos armados, apareció un centenar de estudiantes con pancartas,
megáfonos, velas, flores fúnebres y sus voces.
Al
amanecer de la protesta, los universitarios recordaron la criminalización que
Calderón hizo de jóvenes como ellos durante su sexenio, evidenciado ignorancia
al calificar a las víctimas de Villas de Salvárcar, Chihuahua, y a los
estudiantes del Instituto Tecnológico de Monterrey asesinados por fuerzas
federales en las inmediaciones de su campus.
“A unos
Calderón los llamó pandilleros. A otros sicarios”, lamentaban.
A los
pocos minutos, los indignados advirtieron que a la entrada principal de la
escuela se posicionó otro grupo de muchachos, cerca de 20 estudiantes que
manifestaban su apoyo al titular del Ejecutivo y que pedían apoyo entre la
concurrencia curiosa. En mantas y cartulinas de colores, ellos felicitaban a
Calderón por el premio y le expresaban su orgullo.
“Nosotros
negociamos con las autoridades del ITAM y con el Estado Mayor Presidencial que
no nos íbamos a colocar en la entrada de la escuela para hacer nuestra
protesta, y vemos que a ellos (quienes apoyaban a Calderón), sí los acomodaron
ahí”, relataron los opositores mientras se dirigían hacia el otro grupo, con
quienes cruzaron consignas.
Entremezcladas
las voces, la ida y vuelta decía: “Estudio en el ITAM, estoy con Calderón”;
repetían unos sin mayor argumento. Los otros, hicieron un recorrido por las
víctimas en la administración del que llaman “presidente genocida”, pidieron
“más educación y menos armas”, reclamaron por los bebés muertos en la guardería
ABC, condenaron al responsable del gobierno federal por haber conducido al país
a un Estado fallido y sus complicidades con personajes como Elba Esther
Gordillo y Emilio Azcárraga Jean, entre otros.
Minutos
después, ambos grupos se apostaron en dos extremos distintos de la calle Río
Hondo de la colonia Progreso Tizapán, en la delegación Álvaro Obregón, según lo
pactado inicialmente con las autoridades.
Al caer
la noche, los que protestaban iluminaron con velas una ofrenda de muertos llena
de consignas en contra de un sexenio marcado por la violencia.
Al otro
lado, de la veintena de jóvenes que apoyaban a Calderón, a un muchacho de
cabello rizado, pantalón de mezclilla y saco gris a cuadros, se le escuchó
decir: “Ya vámonos. Era sólo para que saliera en los medios, ¿no?”. Sólo
algunos lo secundaron.
A la hora
pactada, Felipe Calderón llegó en helicóptero a la universidad que lo
agasajaba. Ninguno de los jóvenes manifestantes, a favor o en contra, pudo
verlo a la cara.
Los que
eran más, con micrófonos y altavoces, se hicieron escuchar: “Lejos de
representar un modelo a seguir para los alumnos de esta institución, muy lejos
de haber construido un mérito académico, lejos de ser digno de este homenaje,
se homenajea su negligente gestión, se le hace galardón a su ineptitud como
administrador público. Hoy reconoce a una paupérrima Presidencia”. Publicado en
Proceso
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