Los enredos
de la UACM
Joel
Ruíz | Opinión
Desde
que se decidió que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF)
interviniera en el proceso de negociación para resolver el conflicto en la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), que lleva más de 75 días,
se corría el riesgo de que el protagonismo de los legisladores prevaleciera por
encima del interés de poner un punto final.
Cuando
se planteó la participación de los diputados, hubo voces que destacaron el
hecho de que ellos sí resolverían la problemática que ha dejado de lado el
gobierno capitalino, situación que no se ha dado luego de las mesas de
negociación.
Por
el contrario, ahora la situación tiende a enrarecerse aún más luego de la
intervención de la diputada local perredista Yuriri Ayala Zúñiga, quien
abiertamente tiene un interés personal y está en contra de las autoridades
universitarias.
La
legisladora es uno de los tantos fósiles de la UACM, luego de que en el 2003 se
inscribió a esa casa de estudios y hoy sólo ha cursado el 20 por ciento de las
materias.
La
perredista carece de la calidad moral para tener un lugar en las mesas de
negociaciones, pero sobre todo de demandar la destitución de la rectora Esther
Orozco, quien por cierto tiene una gran culpa de lo que pasa en esta casa de
estudios. Pero más allá de ello, la posición de la diputada local deja en claro
que por sus venas corre sangre de Morena, una de las agrupaciones que generaron
este conflicto y que busca tener el control de la universidad.
Este
hecho también ya metió ruido entre los priistas y panistas, quienes demandaron
la salida de Yuriri de la mesa de negociación.
Llama
mucho la atención la postura que asumió el presidente de la Comisión de
Gobierno de la ALDF, Manuel Granados, quien salió en defensa de su compañera de
bancada, cuando no hay razón de ello, y aclaró que no saldrá de las
negociaciones y que es él quien toma las decisiones.
Por
lo pronto, el caso de la UACM sigue más enredado que al principio, porque se
sumaron intereses políticos a un problema meramente educativo, al que nadie
quiere encontrarle una salida.
PELIGRA
EL MUCHACHO DE BEJARANO. Dentro del análisis que se realiza a los currículos y
perfiles de los aspirantes a consejeros electorales, se han encontrado muchas
inconsistencias en la presentación de los documentos solicitados en la
convocatoria.
Estas
inconsistencias saltaron tras una revisión a ojo de buen cubero, porque los
diputados que integran la Comisión de Asuntos Políticos Electorales no hicieron
su tarea de revisar las nueve cajas con los expedientes.
Pero
más allá de ello, el candidato oficial de René Bejarano para irse a este puesto
no cumplió con los requisitos. Estamos hablando de Luigi Cerda Ponce, hermano
de Angello Cerda, coordinador de asuntos Parlamentarios y quien está metido en
un serio problema que toma tintes de índole penal, pues está implicado en la
publicación de cambios de uso de suelo a predios que no fueron autorizados por
los legisladores.
Pero
regresando al tema principal, resulta que Luigi no presentó la certificación de
su título de licenciatura que obtuvo hace tres años, y mucho menos de la
maestría que concluyó hace uno, requisitos indispensables marcados en la
convocatoria.
Otro
de los temas que da a mal pensar es la forma en que Ariadna Montiel está
metiendo la mano en este proceso, pues decidió que los currículos no se les
entregará a los coordinadores parlamentarios porque ellos ya tenían sus
representantes, en el caso del PAN y del PRI; para los del PT y Movimiento
Ciudadano, dijo que deberían solicitarlos de manera oficial, porque de lo
contrario no les entregaría nada. Ante este abuso de autoridad surge la
pregunta: ¿Quién manda en esa comisión? Joelruiz71@yahoo.com.mx
Publicado en Crónica de hoy.
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