Conectividad
Por
Sergio Sarmiento
Poco
antes de que Fernando González Sánchez, yerno de la maestra Elba Esther
Gordillo, dejara la Subsecretaría de Educación Básica de la SEP tuvo un
enfrentamiento en la oficina de Mónica Aspe Bernal, la coordinadora del
proyecto de Sociedad de la Información y el Conocimiento de la SCT. El entonces
subsecretario le exigió a la joven funcionaria que no tocara el proyecto de la
Red Multipropósito de la Educación Básica. Como ella mantuvo su posición de
eliminarlo, el subsecretario salió furioso de su despacho. González Sánchez
acudió al entonces secretario de Educación, Alonso Lujambio, para que, desde
Presidencia, se ordenara la reanudación del proyecto. Pero el proyecto no se
reactivó y fue el propio González quien salió de la Subsecretaría.
Recientemente
el ex subsecretario de Educación Básica explicó al periódico Reforma que “hay
dos visiones: la de la SCT es una visión de mercado y la de la SEP es una
visión de gobierno, y los de la SCT terminaron por afectar el cumplimiento de
las metas de gobierno”.
La famosa
Red Multipropósito, parte de un Plan de Habilidades Digitales para Todos, era
un esquema para interconectar las escuelas básicas del país con un sistema de
arquitectura cerrada que sólo podía proporcionar una empresa canadiense. El
costo no sólo sería muchas veces superior al de una interconexión con empresas
privadas que se especializan en proporcionar servicios de internet sino que al
casarse con una tecnología cerrada los costos se multiplicarían en el futuro.
La
conectividad no sólo de escuelas sino de instituciones públicas y privadas y de
toda la sociedad mexicana es uno de los grandes retos de nuestro país. La Red
Nacional de Impulso a la Banda Ancha (Red NIBA) es un intento de proporcionar
una red de transporte de alta capacidad que interconecte redes estatales,
educativas e institucionales. Hay otros intentos de generar interconectividad
por cable o por tecnologías inalámbricas, pero México sigue teniendo un bajo
nivel de acceso a la banda ancha a pesar de haber empezado al mismo nivel de Corea
del sur, uno de los líderes mundiales, en los años ochenta y noventa.
En el
proceso han surgido personas y grupos que buscan aprovechar los recursos que el
Estado ha destinado a este propósito. La Red Multipropósito es, me parece, un
ejemplo claro. Otro sería el proyecto Enciclomedia, que fue cancelado en este
gobierno. Mucha atención se ha prestado al hecho de que la cancelación
anticipada costó 1,653 millones de pesos en pagos a los proveedores que tenían
contratos con la SEP. Mucha menor atención se da al enorme costo que tuvo el
proyecto durante su existencia y a lo poco que ayudaba realmente a generar una
cultura digital entre los estudiantes o una interconectividad real de las
escuelas.
México
tiene obligación de impulsar no sólo una mayor interconectividad sino también
una mayor educación digital. Es muy importante para ello construir una
infraestructura de banda ancha a precios competitivos que alcance los últimos
rincones del país. La alternativa no es entre una “visión de mercado” y una de
“gobierno” como planteó Fernando González sino entre una arquitectura abierta,
que pueda actualizarse constantemente aprovechando los precios descendentes del
mercado, y una arquitectura cerrada que sólo beneficiará a unos cuantos
proveedores y a los intermediarios que les aseguren los contratos
gubernamentales.
Si no
avanzamos por el camino de una conectividad competitiva, simplemente no
podremos construir una economía más próspera. La conectividad es la
infraestructura más importante del siglo XXI.
· DE
RAMBO A WOODY
Quizá
nadie ha expresado mejor el tema de la muerte de El Lazca y el posterior robo
de su cuerpo que Diego Enrique Osorno, autor de La guerra de los Zetas, en una
entrevista con el New York Times: “Empezó como una película de Rambo y terminó
como Woody Allen”. Artículo publicado en el diario Reforma. Retomado de Educación
a debate.
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