Expulsan
a 5 alumnos
Tribunal
de la UNAM suspende derechos a cuatro más
Decisión
definitiva por actos de violencia en el CCH Naucalpan
Las
sanciones, en estricto apego a la legislación, sostiene
Eliminar
castigos, exigencia de los ocupantes de la torre
Emir
Olivares y Arturo Jiménez
El
Tribunal Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
resolvió expulsar de manera definitiva a cinco estudiantes del Colegio de
Ciencias y Humanidades (CCH) Naucalpan que participaron en acciones violentas
en ese plantel en febrero pasado.
El
organismo emitió ayer la resolución por el caso de los enfrentamientos entre
alumnos y trabajadores, y por el uso de artefactos incendiarios al intentar tomar
la dirección del CCH Naucalpan, los días primero y 5 de febrero,
respectivamente.
Por esas
acciones comparecieron ante el tribunal 15 jóvenes, entre ellos los seis que en
principio fueron suspendidos en forma temporal.
Fuentes
del Tribunal Universitario informaron que los cinco jóvenes expulsados son:
José Luis Ramírez Alcántara, Irene Pérez Villegas, Brenda Vaca Aparicio, Luis
Hugo Arratia Zárate y Jorge Mario González García.
Los demás
estudiantes involucrados en los hechos fueron sujetos a diversas sanciones: dos
quedarán sin derechos durante un año, otro seis meses y uno más tres. Asimismo,
dos alumnos fueron amonestados y cuatro no recibieron sanción alguna.
El cese
de sanciones contra estos alumnos es una de las demandas que plantea el grupo que
desde la noche del viernes mantiene tomada la torre de rectoría de la UNAM
(además del rechazo a la reforma curricular del CCH).
Ese día,
después de una marcha que se inició en el Parque Hundido, unos 15 jóvenes con
el rostro cubierto se separaron del contingente y con un mazo rompieron una de
las ventanas del costado norte del inmueble para ocuparlo.
Para
desalojar la rectoría, ese grupo puso como condición a las autoridades
universitarias el cumplimiento de tres demandas: la reinstalación de los expulsados
del CCH Naucalpan, diálogo resolutivo y que no haya represalias contra quienes
participan en la toma de la rectoría.
En tanto,
el rector de la UNAM, José Narro Robles, subrayó el lunes pasado, durante una
conferencia realizada en el Museo de las Ciencias Universum, que no habrá
diálogo mientras continúe la ocupación de la torre ni impunidad por esos
hechos.
Jóvenes
embozados que aseguran ser estudiantes del CCH Naucalpan continúan con la toma
de la torre de rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de MéxicoFoto
Cristina Rodríguez
En su
dictamen, el Tribunal Universitario indicó que las determinaciones se
realizaron en estricto apego al procedimiento previsto en la legislación
universitaria y de acuerdo al grado de participación y evidencias en cada
expediente.
Agregó
que durante el procedimiento notificó a los jóvenes investigados, desahogó las
audiencias respectivas, escuchó a las partes involucradas y valoró las pruebas
en cada caso.
El
tribunal detalló que el primero de febrero un grupo de alumnos agredió a varios
trabajadores del CCH Naucalpan, lo que motivó la expulsión provisional de seis.
Las audiencias por esos casos se iniciaron el pasado 3 de abril.
Cuatro
días después, en protesta por esa medida, junto con otros de sus compañeros
realizaron diversas actividades en las que se dañó el patrimonio universitario
al utilizar artefactos incendiarios, intentar prender fuego a la dirección del
plantel y lanzar varios petardos, causando lesiones a una estudiante. Hechos
por los que se remitió ante el tribunal a 11 alumnos, dos de ellos suspendidos
por el enfrentamiento del primero de febrero.
La UNAM
presentó denuncias penales por esos hechos, lo que generó que el mismo día
autoridades del estado de México detuvieran a 10 alumnos, cinco de ellos
menores de edad.
El 6 de
febrero, en apoyo a los estudiantes del CCH Naucalpan, varios jóvenes
universitarios realizaron una marcha del parque de la Bombilla a la sede de la
dirección general de los CCH, que se ubica en Ciudad Universitaria.
Sin
embargo, cuando casi llegaban a su destino, varias personas con el rostro
cubierto se separaron del contingente, arremetieron contra las instalaciones,
ingresaron a las mismas y las tomaron, tras romper varias ventanas. La
ocupación del inmueble se mantuvo 14 días, a pesar de que hubo varios intentos
de diálogo con representantes del CCH. (La Jornada)
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