Exigen
74 directores que sea devuelta la Torre de Rectoría
Respaldan
al rector José Narro en la conducción de la institución y en la solución del
conflicto
Confrontan
estudiantes a los que se mantienen en el edificio central de la UNAM
Emir
Olivares Alonso
Mientras
el cuerpo directivo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
demandó la devolución inmediata de la Torre de Rectoría luego que el viernes un
grupo de estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) tomó esa sede,
los jóvenes que se mantienen en esta acción anunciaron que se discutirá la permanencia
en el inmueble durante una asamblea en el auditorio Che Guevara.
Ayer,
poco después de la una de la tarde, los 74 directores de escuelas, facultades,
centros e institutos de investigación de la máxima casa de estudios dieron a
conocer un pronunciamiento en el que exigieron la devolución del edificio
central de la institución, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la
Unesco.
Tras una
reunión de casi tres horas, el colegio de directores dio su respaldo al rector
José Narro Robles en la conducción de la institución y en la solución a este
problema.
Los
directivos agregaron que personas con los rostros encubiertos han vuelto a
agredir a la UNAM con actos de violencia inadmisible, porque irrumpieron y
dañaron las instalaciones de Rectoría.
La noche
del viernes, un grupo de jóvenes tomó la Torre de Rectoría luego de romper a
martillazos un cristal del ala norte de este inmueble. Esto después de una
marcha que partió del Parque Hundido y culminó con un plantón afuera de dicho
edificio.
La ocupación,
argumentaron los inconformes, se dio, entre otras cosas, para demandar la
reinstalación de cinco alumnos del CCH plantel Naucalpan –supendidos
temporalmente por un enfrentamiento con trabajadores en febrero pasado–, y que
se cancelen los llamados 12 puntos de la reforma al plan de estudios de ese
subsistema de bachillerato universitario.
En la
comunicación emitida por directivos de la UNAM, afirman que la autoridad
universitaria ha estado abierta al diálogo para la resolución de los conflictos
y que en esa casa de estudios existen las vías adecuadas para expresar, con
base en la legislación universitaria, cualquier demanda o inconformidad.
En
respuesta, los alumnos que mantienen ocupada la rectoría señalaron que no hay
voluntad de las autoridades de la institución para la resolución del problema,
por lo que continuarán en este plantón en el interior de rectoría, pues
insistieron que no se trata de una toma, ya que no han restringido la entrada
ni se ha frenado el funcionamiento del edificio.
“Debido a
que las autoridades de la UNAM no han respondido favorablemente, mostrando la
voluntad política requerida y continúan con su sistemática negativa al diálogo,
hemos decidido continuar la lucha por la educación pública, gratuita,
científica, humanística y para todos los mexicanos, haciendo un llamado a todos
los jóvenes que equivocadamente llaman ninis (que ni estudian ni trabajan)”.
En punto
de las 19 horas, ante los medios de comunicación los jóvenes se presentaron con
los rostros cubiertos para dar a conocer un comunicado en el que convocaron a
una asamblea para esta tarde (lunes a las 16 horas) en el auditorio Che
Guevara, para discutir democráticamente la situación del plantón en rectoría.
Horas
antes, en otro encuentro con la prensa, insistieron en dos demandas centrales,
así como el cese a las procesos judiciales interpuestos por las autoridades
universitarias contra quienes realizaron la toma, y que se dé una fecha pública
de diálogo para la resolución de este conflicto.
En ese
momento reiteraron que continuarán el plantón indefinido que mantienen hasta
que se cumplan sus demandas y responsabilizaron de cualquier atentado a su
integridad física y sicológica al rector José Narro, y a la directora general
del CCH, Lucía Laura Muñoz.
La mañana
de ayer, un grupo de jóvenes de diferentes escuelas universitarias confrontaron
a quienes mantienen la toma.
Diego
Chavolla, de la Facultad de Derecho, censuró desde los jardines que están
frente al costado norte de rectoría a los encapuchados. ¿La universidad te
enseñó a romper vidrios?, cuestionó a uno de ellos. Sí, de alguna manera sí,
respondió el increpado que dijo ser estudiante de Ingeniería.
Entonces
tomaron clases de vandalismo uno dos y tres, reviró Chavolla. Esto no es
vandalismo, repuso el joven del rostro cubierto.
Con tus
actitudes sólo justificas que los repriman, que los saque la policía. ¿Cómo te
atreves a decir que éstos no son actos vandálicos? Es daño en propiedad ajena.
Son actos vandálicos, no hay otra definición posible. ¿Por qué hacen esto? No
tiene sentido, señaló el estudiante de Derecho.
Una joven
que dijo ser estudiante del CCH increpó a su vez: Así no vamos a entender. Si
quieres que sepamos cuál es tu causa, sensibilízanos, no tomes edificios. Sólo
echan abajo el gran prestigio de la UNAM.
En ese
momento, el joven que se encontraba en la parte superior salió de las
instalaciones de rectoría y bajó a debatir con quienes le reclamaban.
Los
estudiantes preguntaron acerca de los 12, ahora ocho puntos de la reforma al
CCH, el porqué no realizaban sus demandas por la vía institucional, el porqué
habían sido expulsados los cinco alumnos de Naucalpan y la razón por la que se
cubrían los rostros.
Dime qué
son los ocho puntos y por qué estás en contra de ellos, y tu respuesta es que
no traes la lista y alcanzas a medio definir dos. ¿Cómo puedes defender algo
que no conoces?, preguntó Alfredo Méndez, estudiante de la Preparatoria 8.
Varios
estudiantes se unieron al debate y los reclamos. ¿Qué defiendes?, lanzó uno de
ellos. La educación pública y gratuita. Quieren privatizar la UNAM, respondió.
El día que la universidad se empiece a privatizar salgo a la calle contigo, le
contestó otro.
Nadie los
va a apoyar. Yo sería feliz de que la policía los sacara de aquí. Yo no te
puedo dar ninguna clase de apoyo si vienes y rayas mis instalaciones y
destruyes un Patrimonio Cultural de la Humanidad, dijo otro alumno.
El sábado
por la tarde, el abogado general de la UNAM, Luis Raúl González Pérez, entregó
un documento a los jóvenes que mantienen la toma, en el que se demandó la
entrega de las instalaciones para iniciar el diálogo y los llamó a que
cualquier planteamiento se conduzca conforme lo que establece el marco jurídico
universitario.
Los
jóvenes insistieron que Rectoría se opone al diálogo y reiteraron que su
movimiento es pacífico. (La Jornada)
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