Entrevista
con Marco Antonio Sánchez Flores, aspirante a la dirección del Politécnico
El IPN debe crear un
vínculo entre academia y sector productivo
Es
necesario crecer, porque no podemos seguir teniendo egresados de educación
media superior y superior de excelencia, pero sin oportunidades en el mercado
laboral, señala
El
Politécnico debe seguir creciendo sin poner en riesgo su calidad. Necesitamos
revisar los centros de investigación, así como los de educación continua y
definir sus aportaciones, con la finalidad de fortalecer el vínculo entre
academia e industria, considera Marco Antonio Sánchez Flores
Laura Poy
Solano
El
Instituto Politécnico Nacional (IPN) requiere de una transformación de su
modelo académico, pero también de organización administrativa si queremos
mantener la excelencia en la formación de recursos humanos indispensables para
impulsar el desarrollo del país, afirmó Marco Antonio Sánchez Flores, aspirante
a la dirección general de esa casa de estudios.
En
entrevista con La Jornada, el ex oficial mayor de la Secretaría de Educación
Pública y de la dirección de administración y finanzas en el Consejo Nacional
del Ciencia y Tecnología, donde fue coordinador de asesores, enfatizó que es
momento de hacer las cosas en serio en el IPN y no quedarnos en declaraciones y
estadísticas, sobre todo cuando se trata de construir un vínculo entre academia
y sector productivo.
Egresado
de la Escuela Superior de Administración y Contaduría (ESCA), Sánchez Flores,
quien por segunda ocasión aspira a la dirección general del instituto –la
primera fue en 2003– reconoció que es necesario un mejor esfuerzo de inversión
en infraestructura y equipamiento.
A menos
de dos semanas de que concluya la administración de Yoloxóchitl Bustamante
Díez, directora general del IPN, habló sobre sus principales proyectos para con
su alma mater.
–¿Dónde
considera que están las necesidades más urgentes en el Politécnico?
–Existen
tres ámbitos: modelo académico, estructura administrativa y el entramado
institucional y legal. En lo académico se habla de la excelencia, de la
polivalencia y las salidas laterales, pero no siempre las vemos concretadas en
los hechos.
Estos
esfuerzos deben ir acompañados de acciones concretas como revisar la
pertinencia de las carreras, tanto a nivel bachillerato como licenciatura, en
relación con las necesidades del sector productivo. Si no hacemos un ejercicio
real de pertinencia, no nos estaremos vinculado con el sector productivo y la
respuesta no es poner una kermés o una feria de última hora. Es posible hacer
cambios, pero hay que pensar en una verdadera planeación de políticas públicas.
–¿Cuáles
son los retos en infraestructura y equipamiento?
–Es
posible encontrar en los laboratorios de la Escuela Superior de Ingeniería
Mecánica y Eléctrica equipamiento de hace 30 o 40 años, quizá como referencia
histórica podría estar bien, pero no en un esquema de formación. Hay gastos que
no son prioritarios, como seguir creando unidades foráneas cuando no ha quedado
clara su pertinencia regional en cuanto a las currículas que se ofrecen.
–¿Cómo
propone responder a la creciente demanda de acceso a las aulas politécnicas?
–El IPN
debe seguir creciendo sin poner en riesgo su calidad; necesitamos focalizarnos
porque no podemos seguir teniendo egresados de educación media superior y
superior, que a lo mejor cuentan con excelente formación, pero no tienen
oportunidades en el mercado laboral.
–Si fuera
designado director general del IPN, ¿qué transformaría de forma inmediata?
–Es
necesario revisar qué estamos haciendo en los centros de investigación del IPN
en el país, así como en los de educación continua y definir cuáles son sus
aportaciones y cómo fortalecer el vínculo entre academia e industria. Hay que
analizar cómo podemos establecer un closter de aeronáutica en Querétaro que
tenga una auténtica proyección y tratar de coordinar acciones con instituciones
estatales y regionales. Publicado en La Jornada
No hay comentarios:
Publicar un comentario