“Saber dibujar y pintar es igual de importante que escribir”
Juan Carlos Talavera | Cultura

Las clases de artes plásticas en México se han convertido en la hora del recreo de muchos estudiantes y eso ha provocado que la ilustración o el dibujo sean oficios poco valorados, señala el artista plástico Alejandro Magallanes. “Sin embargo, saber dibujar y pintar es igual de importante que escribir, pues nos sirve a todos para ver mejor y así tener una percepción más amplia de las cosas, pero también te puede ayudar a otras áreas del conocimiento como las matemáticas o el español”.

En entrevista, asegura que el dibujo cuenta con su propia gramática y debiera tener la misma importancia que conocer la existencia del sujeto, verbo y predicado. “No importa si un niño o un joven se dedica profesionalmente a una actividad artística como el dibujo, pero ejercitarlo siempre será benéfico, porque una buena imagen puede causar la misma sensación que un poema”, explica.

Sin embargo, reconoce que en el mundo moderno existe un doble juego en torno a la ilustración porque existen dibujos que atrapan al gran público como sucede con los caricaturistas de los diarios impresos, pero a la vez sigue siendo un arte poco reconocido y valorado.

“Paradójicamente no creo que haya adultos de mi generación que no hayan crecido con alguna caricatura… desde La Familia Burrón hasta Los Picapiedra. Entonces, ¿por qué en las escuelas no se valora la creación del dibujo o la ilustración con esa misma intensidad?”.

Esto se debe en gran parte a que no existe una pedagogía del dibujo en México, explica, por ejemplo hasta los años 70 se utilizaba el llamado método de dibujo Best Maugard, el cual era muy original porque a partir de las artesanías los niños creaban ciertas abstracciones que los enseñaban a componer dibujos complejos como selvas, ríos y pueblos. Sin embargo, eso ya se perdió.

ES BARATO. En opinión del también diseñador gráfico que ha expuesto en museos como el de Arte Carrillo Gil y Franz Mayer, y que ilustra lo mismo libros infantiles que revistas como Letras Libres y Variopinto, las escuelas deberían contribuir a que los niños aprendan a dibujar porque es el método más barato de expresión.

Considera que un buen dibujante no es el que capta como si fuera una cámara fotográfica. “Por desgracia muchas veces se les dice a los niños que tienen fea letra… pero no es verdad, en realidad las letras no son bonitas ni feas, sólo son percepciones acerca de dibujos y estilos particulares. Incluso puedo decir que casi siempre una fea letra tiene una gran personalidad”.

Y asevera que dibujar líneas chuecas o gruesas forma parte de un proceso que mejora la vida de quien lo hace “y en ese sentido me parece que en la escuela es donde muchas veces frustran ese proceso creativo que te vuelve apático al dibujo”, añade.

Por último, habla sobre el futuro del dibujo y la ilustración: “Ambas seguirán existiendo aunque cambien los soportes, pues este tipo de arte está asociado genéticamente a nuestra humanidad”, y si se revisa la historia de las culturas, todas están relacionadas con el dibujo, desde los mayas hasta las sociedades de consumo con sus anuncios publicitarios”, explica.

“Pero aunque como actividad humana seguirá existiendo, espero que seamos más educados ante este tipo de expresión; ojalá alguien haga entender que las clases de artes plásticas como las de dibujo son igual de importantes que la gramática”.