Más de 10
horas de receso; en riesgo, el regreso a clases de más de 15 mil estudiantes
Revientan primera
sesión del tercer Consejo de la UACM
Seguidores
de la rectoría rompen el quórum tras no prosperar petición de Carlos Arriaga
fuera del orden del día
Ya no hay
posibilidad de otra mesa de diálogo, dice Juan José García Ochoa
Bertha
Teresa Ramírez
Los
consejeros afines a la rectora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de
México (UACM), María Esther Orozco Orozco, tras la instalación del tercer
Consejo Universitario, maniobraron para impedir la entrega y reapertura de los
planteles y el regreso a clases de cerca de 15 mil estudiantes, a más tardar la
próxima semana, según el pacto firmado con su contraparte la semana pasada ante
representantes del gobierno (GDF), la Asamblea Legislativa (ALDF) y la Comisión
de Derechos Humanos (CDHDF) locales.
A las
12:35 horas, el profesor Juan Manuel Contreras Colín (del Foro Académico),
moderador de la sesión, declaró formalmente instalado el tercer Consejo
Universitario con la presencia de 49 consejeros, de los cuales 31, incluidos la
rectora y Carlos Arriaga, firmaron la lista de asistencia, con lo que quedó
legalmente instalado dicho órgano, teniendo como testigos al diputado Eduardo
Santillan, por la ALDF; Juan José García Ochoa, por el GDF, y el presidente de
la CDHDF, Luis González Placencia.
Tras
cumplirse el primer punto del orden del día, el consejero orozquista Carlos
Arriaga interrumpió la sesión al pretender que se leyera –fuera de dicho orden–
la solicitud para que 10 consejeros críticos –que forman parte de los 50
reconocidos y avalados por las partes para que estuvieran presentes–
abandonaran la asamblea, pero al no prosperar la petición, esa corriente
abandonó la sesión y rompió el quórum.
Ya se
había retirado el presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF, Manuel
Granados, aunque permanecían el ombudsman, Luis González Placencia, y el
subsecretario de Gobierno del Distrito Federal, Juan José García Ochoa, en el
Museo de la Ciudad de México, donde se llevó a cabo la sesión, cuando, en medio
de la confusión por los reclamos a la irrupción de Arriaga, el moderador
declaró un receso, el cual duró seis horas.
Después
de otros dos recesos, que acumularon en total más de 10 horas, los orozquistas
y la rectora se levantaron de la mesa y abandonaron el recinto alrededor de las
22 horas.
Al salir,
los paristas increparon a la rectora y sus consejeros, a los que les gritaban
¡traidores!, ¡ya quiero estudiar! y ¡va a caer, va a caer, Orozco va a caer!
La
exigencia que Arriaga hizo a mediodía se sustentaba en una interpretación del
punto dos del documento de la ALDF Mesa de diálogo para la solución del
conflicto en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), el cual
señala que los consejeros que se encuentran relacionados como quejosos o
cualquier otra parte en juicios de garantías, debían abstenerse de participar
en las sesiones hasta que se resuelva definitivamente por el órgano
jurisdiccional.
Sin
embargo, los 10 consejeros en ese caso no formaban parte de los acuerdos, al no
haber sido impugnados. En esa situación sólo están Ramón Islas y Erick Weiss,
mientras los 10 consejeros cuestionados forman parte de la lista final de 50
consejeros de la mesa de diálogo de la ALDF.
Alrededor
de las 16 horas, cuando seguía el receso, la rectora Esther Orozco se deslindó
de la interrupción de la sesión; no obstante, argumentó que no se han discutido
suficientemente algunos puntos y hay discrepancias en la interpretación de los
acuerdos por las partes; esperemos que se pongan de acuerdo.
Agregó:
Lo importante aquí, y ahí yo sí conmino, invito, exhorto, uso todos los verbos
que tenga que usar, a que se abran los planteles, porque casi 15 mil
estudiantes están perdiendo ya un semestre y la causa no puede ser porque estén
unos consejeros o estén otros. Esa no es una razón para cerrar las puertas de
los planteles a los estudiantes y a los profesores.
García
Ochoa dijo que ya no hay posibilidades de una nueva mesa de diálogo y
entreabrió la posibilidad de que la ALDF retome el problema para dar una
solución. La consejera Mónica Oliva, integrante del grupo de consejeros
críticos, declaró sesión permanente del tercer Consejo Universitario, pero en
receso. Publicado en La Jornada
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