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martes, 19 de marzo de 2013


Esther Orozco pierde el apoyo en 3 años
REDACCIÓN
 
Hace casi tres años, Esther Orozco consiguió el 80 por ciento de los votos del Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) para ser Rectora.

Hoy, 26 de 50 de los nuevos integrantes de ese órgano de gobierno -que se asumen como el pleno del Tercer Consejo- no sólo la han revocado de su cargo, sino que han elegido a un Rector interino y exigen tener control presupuestal de la Universidad.

La gestión de la Química Bacterióloga Parasitóloga inició en 2010, enmarcada por protestas y la inconformidad de un sector universitarios que vio en ella el arribo del grupo de Marcelo Ebrard a una institución fundada por el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.

Era una institución con apenas 9 años de vida y siempre dirigida por Manuel Pérez Rocha, en la que no se construyó normatividad básica -como el Estatuto de Personal Académico, el Estatuto de Personal Administrativo, Reglamento de Estudiantes-, sino que las decisiones se tomaban en acuerdos políticos con el Rector, según afirman académicos.

“Él era como el gran Tlatoani. Si había un problema había que acudir a él y eran las buenas relaciones las que lo resolvían, las designaciones de coordinaciones o funcionarios medios eran atribución del Rector y también, una manera de cooptar, agregan académicos que rechazan las acciones de los opositores a Orozco y dicen tampoco apoyar a la funcionaria.

A la llegada de Orozco, recuerdan, inició una auditoría pero sus resultados no fueron públicos.

Sin embargo, ella declaró que la falta de normatividad básica y de procedimientos claros hacían que la UACM fuera como intentar moverse en un pantano.

También denunció la existencia de trabajadores que cobraban sin tener una tarea específica y que no rendían cuentas.

A ello se sumó que su administración decidió retener las cuotas sindicales, ante un conflicto interno en el Sindicato Único de Trabajadores de la UACM (SUTUACM).

Pero su administración aplicó medidas que cambiaron algunos números de la Universidad. Al recibir una institución con 47 titulados, impulsó becas y proyectos para aumentar esta cifra a cerca de 500.

Las 13 licenciaturas que se impartía crecieron a 20, y de 12 mil 200 estudiantes inscritos pasaron a 15 mil.

También investigadores registraron las dos primeras patentes de la Universidad ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial y se iniciaron los trámites para ingresar a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).

Pero Orozco tomó una decisión que la hizo perder votos. En 2011, ante medios de comunicación hizo público el diagnóstico de bajo rendimiento de la Universidad, el cual indicaba que 52 por ciento (de los más de 10 mil alumnos) tenía un coeficiente de desempeño de 2.5, en una escala de 1 al 10.

Además, que alumnos con 10 años en la institución tenían apenas el 20 por ciento de créditos aprobados, por lo que de acuerdo a análisis prospectivos requerirían hasta de medio siglo para terminar su carrera.

En junio de ese año un grupo de universitarios intentó revocarla de su cargo al acusarla de participar en campañas de desprestigio a la UACM e incumplir acuerdos del Consejo Universitario.

El máximo órgano de gobierno de la Universidad rechazó el proceso.

No voy a renunciar. Aquí llegué y de aquí me voy en el 2014, dijo entonces Orozco.

En agosto de 2012, tras las elecciones e instalación del Tercer Consejo Universitario, grupos identificados abiertamente como sus opositores la acusaron de intervenir en las elecciones para integrar el Consejo a su favor, y que se instaló sin el quórum requerido.

Así, fueron cerrando de manera escalonada los cinco planteles de la UACM e iniciaron denuncias contra la Rectora por presuntos malos manejos de los recursos, violar derechos humanos e incluso cuestionaron sus grados académicos y la denunciaron por usurpación de profesiones.

Tras diversas mesas de negociación, consejeros opositores, la Rectora y consejeros que la apoyan firmaron el 26 de noviembre de 2012 acuerdos en la Asamblea Legislativa del DF, en los que se comprometían a sesionar 50 consejeros el día 29, para conformar el Tercer Consejo Universitario.

Ese día, a unos minutos de que empezara la reunión, consejeros afines a Orozco reventaron la sesión.

Los consejeros opositores continuaron sesionando y obtuvieron el aval de las autoridades que asistieron como coadyuvantes. Desde entonces se denominaron el Tercer Consejo Universitario de la UACM, legal y legítimamente instalado.

Fue a este consejo al que los estudiantes paristas entregaron las instalaciones universitarias, tras 102 días de paro y por el cual se calcularon pérdidas económicas de más de 300 millones de pesos.

La Rectora, por su parte, siguió sesionando con los consejeros que la apoyan e incluso inició procedimientos para sancionar a los opositores.

Estos últimos, por separado, también aprobaron acuerdos y procedimientos, hasta revocar, el pasado 7 de marzo, a la Rectora y nombrar como Rector interino al filósofo Enrique Dussel.

Preparan la entrega de oficinas

Integrantes del Consejo Estudiantil de Lucha (CEL) de la UACM prevén liberar este martes la sede administrativa de esta casa de estudios, que tomaron con violencia el 8 de noviembre del 2012.

Aldo Méndez, integrante del CEL, explicó que están a la espera de que la administración del filósofo Enrique Dussel, nombrado por el Consejo Universitario opositor a la Rectora Esther Orozco como Rector interino, pueda acceder a los recursos de la Universidad para entregar el edificio.

Tendremos una reunión con el abogado y el tesorero para saber en qué paso de ese procedimiento estamos. Ya se inició el proceso legal desde la semana pasada y estaríamos en espera de que mañana (hoy) o pasado mañana, la nueva administración ya puede manipular los dineros de la Universidad, dijo.

Aunque en diciembre pasado el CEL entregó los cinco planteles al Consejo Universitario opositor a la Rectora, este grupo estudiantil mantuvo bajo su poder tanto la Rectoría como la sede administrativa, en demanda de que la Rectora Orozco se sentara a sesionar con los opositores.

Sin embargo, luego se inició un proceso para revocarla de su cargo y se nombró al filósofo Dussel como Rector interino.

La semana pasada el CEL entregó la Rectoría a Dussel y se prevé que hoy pudieran hacer lo mismo con el edificio administrativo, ubicado en Eugenia y División del Norte, en la Colonia Del Valle.

Este inmueble es rentado por la Universidad y debió ser desocupado en diciembre pasado, cuando se venció el contrato, pero durante los últimos tres meses estuvo cerrado por los paristas. Publicado en Reforma

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