Esther Orozco pierde el apoyo en 3 años
REDACCIÓN
Hace casi tres años,
Esther Orozco consiguió el 80 por ciento de los votos del
Consejo Universitario de la Universidad Autónoma
de la Ciudad de México (UACM) para ser Rectora.
Hoy, 26 de 50 de los
nuevos integrantes de ese órgano de gobierno -que se asumen como
el pleno del Tercer Consejo- no sólo la han revocado de su cargo, sino
que han elegido a un Rector interino y exigen tener control presupuestal de la
Universidad.
La gestión
de la Química Bacterióloga
Parasitóloga inició
en 2010, enmarcada por protestas y la inconformidad de un sector universitarios
que vio en ella el arribo del grupo de Marcelo Ebrard a una institución
fundada por el ex candidato presidencial Andrés
Manuel López Obrador.
Era una institución
con apenas 9 años de vida y siempre dirigida por Manuel
Pérez Rocha, en la que no se construyó
normatividad básica -como el Estatuto de Personal Académico,
el Estatuto de Personal Administrativo, Reglamento de Estudiantes-, sino que
las decisiones se tomaban en acuerdos políticos con el Rector, según
afirman académicos.
“Él era como el gran Tlatoani. Si había
un problema había que acudir a él
y eran las buenas relaciones las que lo resolvían,
las designaciones de coordinaciones o funcionarios medios eran atribución
del Rector y también, una manera de cooptar”,
agregan académicos que rechazan las acciones de los
opositores a Orozco y dicen tampoco apoyar a la funcionaria.
A la llegada de
Orozco, recuerdan, inició una auditoría
pero sus resultados no fueron públicos.
Sin embargo, ella
declaró que la falta de normatividad básica
y de procedimientos claros hacían que la UACM fuera como “intentar
moverse en un pantano”.
También
denunció la existencia de trabajadores que
cobraban sin tener una tarea específica y que no rendían
cuentas.
A ello se sumó
que su administración decidió
retener las cuotas sindicales, ante un conflicto interno en el Sindicato Único
de Trabajadores de la UACM (SUTUACM).
Pero su administración
aplicó medidas que cambiaron algunos números
de la Universidad. Al recibir una institución
con 47 titulados, impulsó becas y proyectos para aumentar esta
cifra a cerca de 500.
Las 13 licenciaturas
que se impartía crecieron a 20, y de 12 mil 200
estudiantes inscritos pasaron a 15 mil.
También
investigadores registraron las dos primeras patentes de la Universidad ante el
Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial y se iniciaron los trámites
para ingresar a la Asociación Nacional de Universidades e
Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
Pero Orozco tomó
una decisión que la hizo perder votos. En 2011,
ante medios de comunicación hizo público
el diagnóstico de bajo rendimiento de la
Universidad, el cual indicaba que 52 por ciento (de los más
de 10 mil alumnos) tenía un coeficiente de desempeño
de 2.5, en una escala de 1 al 10.
Además,
que alumnos con 10 años en la institución
tenían apenas el 20 por ciento de créditos
aprobados, por lo que de acuerdo a análisis prospectivos requerirían
hasta de medio siglo para terminar su carrera.
En junio de ese año
un grupo de universitarios intentó revocarla de su cargo al acusarla de
participar en campañas de desprestigio a la UACM e
incumplir acuerdos del Consejo Universitario.
El máximo
órgano de gobierno de la Universidad rechazó
el proceso.
“No voy a renunciar. Aquí
llegué y de aquí
me voy en el 2014″, dijo entonces Orozco.
En agosto de 2012,
tras las elecciones e instalación del Tercer Consejo Universitario,
grupos identificados abiertamente como sus opositores la acusaron de intervenir
en las elecciones para integrar el Consejo a su favor, y que se instaló
sin el quórum requerido.
Así,
fueron cerrando de manera escalonada los cinco planteles de la UACM e iniciaron
denuncias contra la Rectora por presuntos malos manejos de los recursos, violar
derechos humanos e incluso cuestionaron sus grados académicos
y la denunciaron por usurpación de profesiones.
Tras diversas mesas
de negociación, consejeros opositores, la Rectora y
consejeros que la apoyan firmaron el 26 de noviembre de 2012 acuerdos en la
Asamblea Legislativa del DF, en los que se comprometían
a sesionar 50 consejeros el día 29, para conformar el Tercer Consejo
Universitario.
Ese día,
a unos minutos de que empezara la reunión, consejeros afines a Orozco
reventaron la sesión.
Los consejeros
opositores continuaron sesionando y obtuvieron el aval de las autoridades que
asistieron como coadyuvantes. Desde entonces se denominaron el Tercer Consejo
Universitario de la UACM, legal y legítimamente instalado.
Fue a este consejo
al que los estudiantes paristas entregaron las instalaciones universitarias,
tras 102 días de paro y por el cual se calcularon
pérdidas económicas de más
de 300 millones de pesos.
La Rectora, por su
parte, siguió sesionando con los consejeros que la
apoyan e incluso inició procedimientos para sancionar a los
opositores.
Estos últimos,
por separado, también aprobaron acuerdos y procedimientos,
hasta revocar, el pasado 7 de marzo, a la Rectora y nombrar como Rector
interino al filósofo Enrique Dussel.
Preparan la entrega
de oficinas
Integrantes del
Consejo Estudiantil de Lucha (CEL) de la UACM prevén
liberar este martes la sede administrativa de esta casa de estudios, que
tomaron con violencia el 8 de noviembre del 2012.
Aldo Méndez,
integrante del CEL, explicó que están
a la espera de que la administración del filósofo
Enrique Dussel, nombrado por el Consejo Universitario opositor a la Rectora
Esther Orozco como Rector interino, pueda acceder a los recursos de la
Universidad para entregar el edificio.
“Tendremos una reunión
con el abogado y el tesorero para saber en qué
paso de ese procedimiento estamos. Ya se inició
el proceso legal desde la semana pasada y estaríamos
en espera de que mañana (hoy) o pasado mañana,
la nueva administración ya puede manipular los dineros de la
Universidad”, dijo.
Aunque en diciembre
pasado el CEL entregó los cinco planteles al Consejo
Universitario opositor a la Rectora, este grupo estudiantil mantuvo bajo su
poder tanto la Rectoría como la sede administrativa, en
demanda de que la Rectora Orozco se sentara a sesionar con los opositores.
Sin embargo, luego
se inició un proceso para revocarla de su cargo
y se nombró al filósofo
Dussel como Rector interino.
La semana pasada el
CEL entregó la Rectoría
a Dussel y se prevé que hoy pudieran hacer lo mismo con el
edificio administrativo, ubicado en Eugenia y División
del Norte, en la Colonia Del Valle.
Este inmueble es
rentado por la Universidad y debió ser desocupado en diciembre pasado,
cuando se venció el contrato, pero durante los últimos
tres meses estuvo cerrado por los paristas. Publicado en Reforma
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