Queda "mucho trabajo por hacer" para combatir el acoso
virtual: expertos
REDACCIÓN
MADRID.- El acoso escolar o bullying
tradicional disminuye y el ciberbullying aumenta, según indica la profesora de
Psicología de la Universidad de Córdoba (UCO), experta en convivencia escolar,
Rosario Ortega-Ruiz, que apunta que el acoso virtual “está poco asumido y menos
todavía organizadas las formas de luchar contra él”.
“El problema se agrava cada vez que a un
problema sin resolver se une otro, u otra forma del mismo”, explica esta
docente universitaria, también directora del último informe del Ministerio de
Educación sobre ciberconducta y relaciones en la red, en declaraciones a Europa
Press.
Sin embargo, destaca programas exitosos que
sí abordan el acoso virtual, como el desarrollado por la Universidad de Córdoba
ConRed, que se ha implementado y evaluado en esta provincia. Esta iniciativa
tiene como objetivo potenciar el uso seguro de las redes sociales y prevenir el
ciberbullying, a través de sesiones de trabajo con el alumnado, el profesorado
y las familias.
“Todas las escuelas tienen la obligación de
tener disponible dispositivos antibullying y protocolos de intervención. El
profesorado, las familias y orientadores escolares tienen también la obligación
de desplegar estos protocolos en cuanto aparezcan los primeros síntomas. No hay
excusa, hay que actuar con celeridad”, advierte Ortega-Ruiz, que califica de
“muy lamentable” la muerte de una menor en Ciudad Real tras intentar suicidarse
por el acoso sufrido en el colegio.
En la misma línea, la profesora de Psicología
Evolutiva y de la Educación de la UNED, experta en acoso escolar, Rosa Pulido,
subraya que la forma de prevenir y hacer frente al acoso escolar en España ha
hecho que el problema no vaya en aumento y, en algunos casos, haya disminuido
por la “gran cantidad” de intervenciones y las pautas que se ha dado al
profesorado y a los padres de los alumnos.
Sin embargo, insiste en que la utilización de
las nuevas tecnologías ha cambiado el panorama, ya que las situaciones de acoso
se han llevado fuera del aula e, incluso, de los periodos lectivos como
vacaciones y fines de semana.
“La intervención con el ciberbullying tiene
que ser distinta. Antes, era más fácil identificar a los agresores, pero ahora,
con las redes sociales, el anonimato lo hace mucho más complejo”, señala
Pulido.
Los protocolos de actuación y las propuestas
de intervención existen, pero, a su juicio, hay que aplicarlos no sólo con la
víctima, sino también a los acosadores, el resto de compañeros y las familias. Publicado en Europa Press
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