Bullying, “monstruo”
que causa fobia escolar
Muchos
niños y niñas inteligentes, responsables, buenas personas que ayudan a otros,
son víctimas de acoso y llegan a desarrollar fobia escolar y temen ir al
colegio.
El
bullying se da con amenazas, burlas, agresiones físicas, apodos, ridiculizar,
aislar a la víctima.
(Carlos
M. Moron Ramírez / El Dictamen | Veracruz, Ver. ) Para muchas personas mayores
probablemente no conocerán el término de bullying, ya que en sus tiempos de
estudio, dicho problema prácticamente no existía debido a que todos los niños
venían con una buena educación desde casa, y además si un niño del salón
intentaba hacer alguna broma, acababa siendo castigado por el maestro o si no
por sus padres.
El
Bullying es un acoso escolar, un maltrato psicológico y también a veces físico
que sufren estudiantes de distintas edades.
Muchos
niños y niñas inteligentes, responsables, buenas personas que ayudan a otros,
son víctimas de acoso y llegan a desarrollar fobia escolar y temen ir al
colegio.
Detrás
del bullying hay gran parte de agresividad, envidia, necesidad de poder y baja
autoestima de quienes agreden, es un problema creciente en las aulas.
Tipos de
Bullying o acoso escolar.
Físico:
Pegar patadas, puñetazos, mordiscos, empujones, agresiones con objetos, etc. Se
da con más frecuencia en primaria que en secundaria.
Verbal:
Poner motes, insultos, menosprecios en público, resaltar defectos físicos, usar
el móvil para intimidar a la víctima, sacarle fotos mientras se le pega y
ponerlas en Internet, etc, es el más habitual.
Psicológico:
minan la autoestima del individuo y fomentan su sensación de temor.
Social:
pretende aislar al joven del resto del grupo y compañeros.
Los
acosadores, en este caso los compañeros del salón, saben escoger bien a sus
víctimas, buscan alumnos que pasan desapercibidos, en este caso menos populares
del salón.
Por lo
regular los niños o jóvenes en el mundo son víctimas de bullying o acoso
escolar, con las consecuencias que esto puede tener, depresión, soledad,
ansiedad y en último caso suicidio de adolescentes.
El
bullying se da con amenazas, burlas, agresiones físicas, apodos, ridiculizar,
aislar a la víctima.
El acoso
escolar, implica una repetición continuada de las burlas o las agresiones y puede
provocar la exclusión social de la víctima, suele estar provocado por un alumno
que se apoya en un grupo contra la víctima que se encuentra en minoría e
indefensa.
La
víctima, en este caso el compañero del salón acosado, desarrolla rechazo, miedo
al entorno donde sufre la violencia, pérdida de autoestima, tristeza,
disminución del rendimiento escolar y si el acoso es continuado, depresión,
ansiedad, tristeza.
Como
suele suceder con los acosos, se mantiene por la pasividad y la ignorancia de
las personas que rodean tanto a la víctima como a los agresores.
En el
caso del alumno agresor, las conductas de acoso pueden hacerse más fuertes y
convertirse en una manera fácil de alcanzar sus objetivos, también da como
resultado derivar conductas delictivas, incluyendo violencia doméstica y de
género.
En el
alumno que es víctima tiene deterioro de la autoestima, ansiedad, depresión,
suele tener intentos de suicidio, no quieren ir a la escuela.
Los
padres pueden darse cuenta si sus hijos son víctimas del bullying cuando
presenten lesiones físicas, pérdida o rotura de pertenencias, tristeza o
síntomas de depresión, pasar mucho tiempo solo y no salir con amigos, baja en
sus calificaciones, miedo a ir al colegio, o poner excusas para faltar, no
hablar del colegio, apatía.
Los
padres deben escuchar a su hijo si se queja de acoso, deben de escucharlos y
pedir que cuente detalles de la situación.
Lo más
urgente que debe hacer es pedir una entrevista con el maestro, ya que la
escuela debe conocer la situación como punto de partida para solucionar el
problema y evitar que vuelva a presentarse en el futuro.
Debe
apoyar a su hijo, puede pasar más tiempo con él, darle confianza, animarle a
expresar sus sentimientos, darle la posibilidad de colaborar para sentirse
útil.
No
debemos culpabilizar en ningún sentido al niño por lo que le está sucediendo,
ya que él, es sólo una víctima de la situación.
El
trabajo de los padres es educar a los hijos, prepararlos y guiarlos para que
aprendan a elegir el camino correcto, a actuar adecuadamente y a afrontar las
diferentes situaciones que se irán encontrando a lo largo de sus vidas,
platicar de vez en cuando con los maestros de sus hijos y recurrir a un
psicólogo si su hijo o hija tiene un cambio en su conducta, resulta ser de ayuda,
para conocer el problema y resolverlo lo más rápido posible. Publicado en El Dictamen
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