Destituyen
al ministro de Educación de Chile; lo acusan de no fiscalizar el lucro
educativo
REDACCIÓN
El Senado
de Chile votó este miércoles a favor de destituir a Harald Beyer, quien estaba
al frente del Ministerio de Educación, quien enfrentaba una acusación
constitucional por cargos de “infracción al principio de probidad”, “no ejercer
control jerárquico sobre las dependencias del ministerio” y “negativa de
fiscalizar el lucro”.
Beyer,
quien negó las acusaciones en su contra, quedará impedido de asumir cualquier
cargo público por cinco años.
El
gobierno lamentó la destitución y el presidente Sebastián Piñera acusó a la
corriente opositora “Concertación”, que tiene mayoría en el Senado, de haber
votado contra Beyer por “razones políticas”.
Más allá
de esto, la salida de Beyer era reclamada por los líderes estudiantes chilenos
que desde hace dos años realizan marchas y paros para demandar una educación
pública, gratuita y de calidad.
La última semana los estudiantes universitarios
y secundarios realizaron su primera manifestación masiva del año, con una marcha
que reunió a 150 mil personas según los organizadores, y 80 mil según los
cálculos de la policía. Y para el próximo 8 de mayo convocaron una segunda
movilización nacional.
Para
Garcés Durán los estudiantes verán la destitución de Beyer como un triunfo propio,
ya que el ministro fue removido por lo mismo de lo que lo acusaban los jóvenes:
no frenar el lucro en la educación.
Por eso,
es probable que su destitución los impulse a ahondar su influencia sobre la
clase política. En ese sentido, el experto consideró que el impacto más fuerte
que tendrá esta remoción será en el campo simbólico.
“En
noviembre hay elecciones presidenciales y todos los candidatos tendrán que
tener el tema de la educación al tope de su agenda”, afirmó.
De hecho,
los estudiantes ya lograron instalar sus reclamos con fuerza: el pasado 1 de
abril la expresidenta de la Concertación Michelle Bachelet (2006-2010) -la
favorita según las encuestas- lanzó su campaña anunciando que de ganar, su
primer proyecto será poner fin al lucro en la educación.
No
obstante, hasta ahora tanto Bachelet como los otros posibles precandidatos se
han mostrado opuestos a la gratuidad de la educación, uno de los principales
reclamos de los estudiantes.
El
gobierno ha mantenido una línea clara respecto a su política educativa y lo más
probable es que el sucesor de Beyer continúe esa línea, afirman los
especialistas.
Desde que
comenzaron las revueltas estudiantiles han sido pocos los cambios en el sistema
educativo chileno.
El tema
de la educación no sólo afecta a los estudiantes: muchas familias chilenas, en
especial de clase media, enfrentan fuertes deudas económicas para poder mandar
a sus hijos a un buen colegio o universidad.
Desde que
el exgobernante de facto Augusto Pinochet eliminó la educación terciaria
gratuita en 1981 todas las universidades –tanto las públicas como las privadas-
cobran aranceles.
Según la
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el 85% del
financiamiento universitario sale del bolsillo familiar así como el 22% en la
enseñanza básica y media.
Así,
Chile tiene uno de los niveles de financiación privada de la educación más alta
del mundo. Por eso muchos acompañan las protestas de los estudiantes.
Quizás la
reforma más significativa haya sido la decisión del gobierno de reducir del 6%
al 2% las tasas de los préstamos bancarios que reciben los estudiantes
universitarios.
Por lo
que no es de descartar que la salida del ministro haga poco por terminar una de
las controversias más intensas que ha tenido Chile desde su regreso a la
democracia. Publicó BBC.
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