ONG
piden a la Corte la liberación inmediata del docente
Alberto
Patishtán, casi ciego por falta de atención médica
Hermann
Bellinghausen
Mientras
el gobierno federal mantiene en el limbo la liberación del profesor tzotzil
Alberto Patishtán Gómez en el penal de San Cristóbal de las Casas, el gobierno
de Chiapas sigue incumpliendo con su obligación de proporcionar atención médica
a este importante preso de conciencia, por lo cual éste ha perdido la visión
casi por completo.
El
Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) manifestó
indignación por la ineficiente actuación del Estado mexicano ante el preso
político (tras 12 años en la cárcel, la defensa ha demostrado su inocencia,
como reconoció el gobernador Juan Sabines Guerrero hace un par de años) quien
ha denunciado su situación de salud en incontables ocasiones. El Estado ha
obstruido la atención médica pertinente, adecuada y eficaz, denunció el
organismo.
En días
pasados, un oftalmólogo de confianza del docente, activista de los derechos
humanos y adherente de la otra campaña le practicó nuevos estudios de campos
visuales, valoró la pérdida progresiva de su agudeza visual y encontró una
grave discapacidad, ya que ha perdido 90 por ciento de la función. El
especialista sostuvo que el padecimiento no es oftalmológico, sino un problema
que debe ser atendido de forma urgente por un neurocirujano.
Patishtán
ya no puede realizar sus actividades cotidianas. En un testimonio indica: Desde
el 6 de septiembre no sólo he sentido que se me cierra la visión por los lados,
siento como si se estuvieran fundiendo las luces. La semana anterior, añade,
“ya no pude leer la Biblia ni pude ver el teclado con el cual acompaño los
cantos de las celebraciones (pues es ministro de Eucaristía en el penal). Ya
tampoco puedo escribir”.
El
Frayba apunta que en 2010, tras una revisión superficial, un médico
institucional diagnosticó erróneamente glaucoma. Ese mismo año estuvo internado
seis meses en el hospital Vida Mejor en Tuxtla Gutiérrez, sin haber sido
atendido de manera profesional ni eficaz. Se trató, de hecho, de una medida
propagandística del gobierno de Chiapas para aparentar que cumplía sus
obligaciones.
En mayo
de 2011, las autoridades tuvieron conocimiento de que el patrón de pérdida
campimétrica orientaba más hacia una atrofia óptica descendente que al
diagnóstico de glaucoma. Se le hizo una tomografía cuyo resultado se ocultó al
médico que lo atendía. Luego con motivo de su traslado forzado y arbitrario a
un Cefereso en Sinaloa, no se dio seguimiento a la atención médica iniciada.
Ante las denuncias de Patishtán, se le realizaron estudios y se le diagnosticó,
erróneamente otra vez, neuropatía óptica isquémica.
El
Frayba exige al gobierno que cumpla con la medidas cautelares otorgadas este
año por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y que las adopte
sin dilación.
Petición
a la Corte
En
tanto, dentro de la cuarta etapa de la campaña mundial por la libertad de
Patishtán y de Francisco Santiz López, base de apoyo del EZLN, se dio a conocer
una carta dirigida a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
demandando su libertad inmediata. Las organizaciones de derechos humanos
nacionales e internacionales que suscriben la petición exponen que con motivo
de la sentencia de 60 años de prisión impuesta al profesor indígena,
solicitamos al máximo tribunal que admita la interposición del incidente de
reconocimiento de inocencia presentado por la defensa.
Los
suscritos consideran que por el interés que ha irradiado este asunto a escala
nacional e internacional, se pueden fijar criterios trascendentes e innovadores
a partir de las interpretaciones recientes sobre el alcance de las garantías
plasmadas en la Carta Magna y los tratados internacionales ratificados por el
Estado mexicano, que ha venido desarrollando el Poder Judicial a la luz del
paradigma de la reforma constitucional en materia de derechos humanos.
Publicado en La Jornada.
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