No se
cesará a maestros que ya tienen plaza, aun si reprueban la evalauación
Aprueban en San Lázaro la reforma
educativa, con privilegios al SNTE
La ley
reglamentaria fijará criterios y condiciones para el ingreso, promoción y
permanencia
Roberto
Garduño y Enrique Méndez
La
Cámara de Diputados aprobó anoche reformas a los artículos 3º y 73 de la
Constitución por las cuales se establece un nuevo modelo de ingreso y promoción
magisterial. Sin embargo, ante las presiones del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación (SNTE), se aceptó que los maestros que ya poseen
una plaza no serán despedidos, aun cuando no aprueben la evaluación.
Después
de dos días de negociaciones, los partidos aceptaron que en la redacción del
artículo 3º se incluyera que la permanencia en el servicio profesional será con
pleno respeto a los derechos constitucionales de los trabajadores de la
educación, frase que no estaba incluida en el dictamen aprobado por la Comisión
de Puntos Constitucionales.
En
dicho artículo se incluyó que la ley reglamentaria fijará criterios, términos y
condiciones de la evaluación obligatoria para el ingreso, promoción,
reconocimiento y permanencia.
El
Panal defiende a Gordillo
Esa
definición generó controversia entre los grupos parlamentarios y sólo el de
Movimiento Ciudadano hizo referencia a que el rezago educativo de los 24 años
recientes, así como el viraje en la reforma, son atribuibles a la presidenta
del SNTE, Elba Esther Gordillo.
Elba
Esther Gordillo no es la responsable. Permitir que esta reforma se direccione
contra los maestros debe ser considerado una falacia, respondió Luis Antonio
González Roldán (Panal).
A pesar
de la presión que cabilderos de refresqueras y fabricantes de frituras
ejercieron sobre diputados de todos los partidos en el restaurante Los
Cristales, la Cámara dejó sin cambios la obligación del gobierno federal
–incluida en el artículo quinto transitorio– de prohibir en todas las escuelas
los alimentos que no favorezcan la salud de los educandos.
Una vez
que la Cámara reculó en la disposición de que los maestros que reprobaran la
evaluación a cargo del autónomo Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación (INEE) no podrían continuar dando clases, el diputado Víctor Nájera
(PRD) definió: El Ejecutivo no se quiso echar un tirito con el SNTE, pero
tampoco con la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación
(CNTE).
El
pleno aceptó una modificación propuesta por el PAN para que los integrantes de
la junta de gobierno del INEE sean propuestos por el presidente de la República
por ternas, en un plazo máximo de 60 días naturales a partir de la publicación
del decreto de reforma.
Se
agregó un párrafo cuarto al artículo segundo transitorio para que la primera
junta de gobierno surja de cinco ternas, de las cuales se eligirá a los
integrantes de ese órgano.
A
propuesta del PAN se incluyó que además de evaluar el desempeño y los
resultados del sistema educativo nacional en prescolar, primaria, secundaria y
media superior, el INEE también revise la calidad de la enseñanza.
El
debate alcanzó niveles de rispidez porque aun cuando estaba inscrito en el
segundo turno para hablar contra el dictamen, el presidente de la mesa
directiva, Francisco Arroyo Vieyra (PRI), se brincó al petista Manuel Huerta y
lo dejó fuera.
El
priísta ordenó que se abriera el tablero para votar el dictamen en lo general e
inició la lectura de las reservas. Mientras lo hacía, Huerta subió hasta la
mesa directiva para increparlo.
De
inmediato, un grupo de priístas, encabezados por Cesario Padilla, líder cañero
de Jalisco, llegaron a proteger a Arroyo Vieyra y desplazaron al diputado
petista. Padilla lo empujó e inició un jaloneo entre ambos.
Javier
Orihuela –maestro de Morelos e integrante de la CNTE– trepó a una curul en la
secretaría para cuestionar a Arroyo Vieyra, pero Gerardo Liceaga, comentarista
de Televisa, se interpuso para que el legislador del PRD no continuara con su
protesta.
¡Qué
pena, qué pena!, reprochó Manuel Huerta cuando lo dejaron usar la tribuna para
presentar una reserva –que fue desechada– y fue abucheado por el Bronx priísta.
A pesar
de la modificación al dictamen, diputados de PRI, PAN, PRD, PVEM y Panal
calificaron la reforma de revolucionaria, porque, argumentaron, el Estado
mexicano recuperará el control del otorgamiento de plazas para que su manejo no
dependa más de intereses particulares.
Por el
PRI, la diputada Alejandra de Moral sostuvo que la reforma rompe paradigmas,
porque se trata de reafirmar la supremacía del Estado mexicano respecto de
cualquier otro interés. De poner en orden la casa.
La
modificación constitucional, agregó, tiene tal respaldo que el gobierno de Gabino
Cué, identificado con Andrés Manuel López Obrador, se adhirió a la decisión de
que el ingreso y promoción de los maestros tenga rango constitucional y esté
condicionado a la evaluación.
Después
de que el pleno desechó una moción suspensiva de su bancada, el coordinador de
Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal, se refirió de manera tangencial a la
influencia negativa del SNTE en la educación.
Sin
nombrarlo, expuso: “En ninguna parte del mundo un sindicato maneja obras, tiene
negocios, impone directores, secretarios de Educación y funcionarios de la
administración educativa, ni forman imperios. Pero eso no se toca.
“Sólo
se intenta dar un coscorrón a la cúpula sindical, pero se le dice: ‘te dejo con
vida’. Porque esas son las viejas consignas del viejo sistema, que vemos
restaurar.”
Monreal
lamentó que la educación nacional sufra por la deserción, la pésima
alimentación de los alumnos, la venta de comida chatarra, que no se ha
eliminado por los intereses millonarios de las empresas. México, dijo, es el
último lugar en expectativa de graduación del bachillerato y la educación
superior.
Y por
si fuera poco, hay que lidiar con una cúpula sindical que absorbe una cantidad
de recursos sin transparentarlos, sin democracia ni compromiso con la
educación, expuso.
Reparto
de culpas
Después,
el debate entre los legisladores rondó sobre las deficiencias de los maestros,
las pugnas por el control del sindicato y las movilizaciones.
Ruth
Zavaleta, ahora diputada por el PVEM, afirmó: Esta es la reforma de la
reconciliación. ¡Basta de buscar culpables en los maestros! Responsables somos
todos, pero sobre todo los legisladores. ¡No es justo estar ninguneando a los
maestros!
Roberto
López González (PRD) afirmó que “tan pernicioso es el poder del SNTE como el de
la CNTE. Tan pernicioso es que inspectores y directores formen parte de un
grupo, como que a otros se les permitan atropellos, fechorías, en virtud de su
sagrado derecho de expresarse. ¿Quién no lamenta las escenas tristes de Oaxaca
tomado y el Centro Histórico destruido?”
El
panista Fernando Rodríguez sostuvo que la reforma permitirá que nunca más un
profesor no preparado esté frente a un salón de clases; que nunca más una plaza
de maestro se compre o se herede; nunca más la educación esté secuestrada por
los intereses perversos de grupos, sindicatos o facciones políticas.
No
obstante, la ex alcaldesa de Huajuapan de León, Oaxaca, Gloria Bautista (PRD),
resaltó que aunque la reforma parece inofensiva, va contra los amparos
obtenidos en febrero para no someter a los maestros a la evaluación, sobre todo
“pasa por encima de la contratación colectiva; eleva a rango constitucional un
golpe para derogar de facto el ingreso y la permanencia en el trabajo”.
En el
colofón de las posturas, el diputado Luis Espinoza Cházaro (PRD) utilizó la
frase de una de las campañas de Televisa para defender el dictamen: Que nos
recuerden porque tuvimos el valor. Publicado en La Jornada
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