La opinión pública
respalda la reforma educativa
60% de la
población en general y 47% de los maestros creen que sí habrá una mejoría, de
acuerdo con la encuesta BGC-Excélsior
Ulises
Beltrán y Alejandro Cruz/ BGC, Ulises Beltrán y Asocs., S. C.
CIUDAD DE
MÉXICO, 17 de diciembre.- La opinión pública concuerda con la reforma educativa
lanzada por el Presidente y los líderes de los principales partidos políticos.
Incluso los maestros apoyan las principales medidas de esta iniciativa, aunque
en promedio con puntos de vista más reservados. Se piensa que esta política
educativa tendrá éxito parcial, debido a las resistencias sindicales, según se
observa en la encuesta telefónica BGC-Excélsior a población nacional y maestros
de educación básica.
La
mayoría de la población sabe que el gobierno de Peña Nieto dio a conocer la
reforma educativa y cerca de la mitad conoce que la firmaron también los
líderes de los principales partidos.
Amplio
acuerdo provocan las principales medidas incluidas en la iniciativa: casi toda
la población aprueba la creación del Servicio Profesional Docente (87%) y el
dotar de autonomía al Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (82%).
Destaca
que, aunque en menor proporción (gráfico 1), también los maestros respaldan
ambas medidas (74% y 65%, respectivamente). Adicionalmente, los padres de
familia cuentan generalmente con opiniones parecidas a las del promedio de la
población general.
El
acuerdo con la reforma se da en un entorno donde la educación pública es
crecientemente calificada por la población como mala o muy mala (48%). Para la
opinión pública nacional, la baja calidad educativa se debe principalmente a la
falta de preparación y actualización de los maestros. Opuestamente, los
maestros cree que la educación que se imparte es buena (48%).
No se le
ve como una reforma más como otras anunciadas en el pasado. Por el contrario,
la gente cree que sí contribuirá a transformar la educación pública del país
(60%). Entre los maestros hay puntos de vista más encontrados (gráfico 2).
Se piensa
que el contenido de la reforma es producto de la discusión y consenso entre el
gobierno de Peña Nieto y los líderes del PAN, PRI y PRD (gráfico 3). Esto
genera mayor confianza a la opinión pública de que mejorará la calidad
educativa (74%). Por este apoyo multipartidista, se asume que los legisladores
van a aprobar rápidamente esta iniciativa en el Congreso (54%).
La
mayoría tanto de la población como de los maestros se muestra altamente segura
de que las principales medidas de la reforma contribuirán a mejorar la calidad
educativa (gráfico 4).
Las
acciones que se vislumbran más ciertas de contribuir a mejorar la educación son
las referidas a la asignación de puestos directivos con base en evaluación de
competencias, la autonomía del INEE y la promoción de y estímulos a maestros
con base en desempeño profesional.
Con menor
certeza, también se piensa que el otorgamiento de las plazas magisteriales por
concurso (totalmente/bastante seguro, 52% de la población general y 57% de los
maestros).
Aún
cuando se aplaude esta iniciativa educativa, su consecución no se ve plenamente
garantizada. La mayoría de la población y de los maestros estima que el
gobierno de Peña sólo logrará aplicar parte de la esta reforma (gráfico 5)
debido a resistencias sindicales (53% y 56%, respectivamente).
En
cualquier caso, 70% los mexicanos prevé que se vean resultados en algún momento
del sexenio. En ese sentido, los maestros son menos optimistas en promedio
(55%).
La
opinión pública y los maestros concuerdan con la idea de que con la reforma
educativa busca limitar el poder del SNTE y de su dirigente, Elba Esther
Gordillo (gráfico 6), para así recuperar la conducción de la política educativa
(acuerdo/ en parte, 77% y 70%, respectivamente).
Pese a
esta percepción de reafirmación de autoridad frente al Sindicato, no se siente
que haya una ruptura entre el gobierno y el magisterio. Se tiende a pensar que
la relación de Peña Nieto con Gordillo es positiva (gráfico 7). En el caso del
titular de la SEP, Emilio Chuayffet, muchos no tienen idea de cómo es su trato
con Gordillo. Quienes sí cuentan con una opinión se inclinan más a pensar que
es buena. Entre los maestros se cree que es mala.
Pese a
que Chuayffet ha tenido desavenencias con ella en el pasado, el mencionar este
hecho a los entrevistados, la población e, incluso, los profesores, ven
correcto su nombramiento en la SEP (gráfico 7) y, por tanto, como responsable
de conducir la reforma educativa (adecuado: población general, 60%; maestros,
58%). Publicado en Excélsior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario