Diputados enmiendan la plana a EPN;
no se acaban plazas vitalicias
RUBÉN
ÁLVAREZ MENDIOLA
Análisis
de la información.- Al modificar la redacción del artículo Tercero
constitucional para aclarar que la permanencia en el servicio profesional será
con pleno respeto a los derechos constitucionales de los trabajadores de la
educación, la Cámara de Diputados enmendó la plana al presidente Enrique Peña
Nieto, quien en su discurso inaugural afirmó que la reforma acabaría con las
plazas vitalicias o heredadas.
Dijo
Peña Nieto el primero de diciembre: “Con esta reforma educativa, se establecen
las bases para el Servicio Profesional de Carrera Docente. Habrá reglas claras
y precisas, para que todo aquel que aspira a ingresar, permanecer y ascender
como maestro, director o supervisor, lo haga con base en su trabajo y sus
méritos, garantizándoles plena estabilidad laboral. De aprobarse la reforma por
el Constituyente Permanente, dejará de haber plazas vitalicias y hereditarias
en el Sistema Educativo Nacional”.
Pero
anoche la comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados propuso
modificar la redacción del artículo constitucional. De esa manera, se garantizó
que aunque la ley reglamentaria fije los criterios, los términos y condiciones
de la evaluación obligatoria para los maestros, los resultados no afectarán los
derechos magisteriales.
Así, de
no sufrir cambios en el Senado de la República, que deberá resolver en las
próximas horas sobre lo acordado por los diputados, la evaluación del personal
docente no tendrá ningún efecto en aquellas maestras o maestros que no cumplan
con el objetivo de una educación de calidad y el logro académico en el salón de
clases.
Mientras
los diputados discutían los artículos reservados, alrededor de las 21:00 horas
la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba
Esther Gordillo, se oponía abiertamente a una reforma que, dijo, “humille” a
los maestros. “Asumo la responsabilidad de decir que no porque no permitiré que
se atropelle el mínimo derecho o mínimo agravio de los profesores”, agregó.
Gordillo
defiende así una vieja conquista sindical de definitividad en el empleo y se
opone a lo que llama una “reforma laboral” enmascarada.
La
nueva redacción fue rechazada por algunos legisladores de izquierda que
alegaron que de esa forma se protegía al Sindicato Nacional de Trabajadores
(SNTE).
Además,
el diputado Ricardo Mejía, de Movimiento Ciudadano, señaló que se trataba de
una perogullada, puesto que de entrada ninguna reforma constitucional es retroactiva,
por lo que los derechos de los trabajadores ya estaban garantizados.
La
aprobación de la reforma hecha por los diputados incluye, además:
1.-
Evaluación obligatoria a los maestros (una evaluación con dientes de leche pues
no tiene fuerza suficiente para morder y cortar con los docentes que no salgan
bien evaluados).
2.- La
elección por ternas de los integrantes del Instituto Nacional para la
Evaluación de la Educación.
3.- El
INEE está obligado a evaluar el desempeño y resultados con calidad del Sistema
Educativo Nacional (lo que se presta a interpretación respecto de su capacidad
para actuar en lo laboral con los maestros mal evaluados).
4.- Se
incorpora el adjetivo de educación de calidad a la que proporcione el Estado,
en el texto constitucional.
La
moneda está en el aire. Falta que los Senadores digan algo y luego todo lo que
habrá de hacerse en la reforma a la Ley General de Educación, que deberá
concretar lo acordado en materia de reforma al artículo Tercero Constitucional.
El camino es largo. Publicado en Educación a debate
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