La CNTE y
el SNTE, distintas estrategias para un mismo objetivo
HÉCTOR
ROJAS
Ambos
mantienen una estrategia para responder a la reforma educativa, no obstante, en
apariencia parecen ser organizaciones antagonistas; son la Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación (SNTE), quienes comparten convergencias y
divergencias.
Emanada
del SNTE, la CNTE surge hace 33 años como respuesta al sindicalismo corporativo
encabezado en aquel tiempo por Carlos Jongitud Barrios. Desde aquel tiempo, los
miembros de esta fracción del SNTE, de acuerdo con el maestro Pedro Hernández,
tenían el propósito de democratizar a la educación, al gremio del magisterio y
al país.
El
SNTE, que fue fundado en 1943, actualmente tiene representación en todos los
partidos políticos de México, así como su partido propio, el Partido Nueva
Alianza (Panal) y contrario a la CNTE,
según el académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Jorge Javier
Romero, la forma en la cual el SNTE se opondrá a la reforma educativa, será
desde el ámbito legislativo.
La
oposición del SNTE y de la CNTE a los cambios al artículo 3 y 73 de la
Constitución, se deben, según el ex vocal del Comité Nacional Electoral del
SNTE, Luis Hernández Montalvo, a que ambos organismos buscan mantener el
control sobre los trabajadores de la educación.
Lo
anterior, con la creación del Servicio Profesional de Carrera Docente pasaría a
manos del Estado a partir de que tome el control sobre el ingreso, permanencia
y promoción de los cera de millón y medio de maestros de Educación Básica que
hay en el país.
Para
Romero, la CNTE le sirve al SNTE como vanguardia radical y como termómetro
político para conocer como puede reaccionar el Gobierno ante las movilizaciones
de los maestros. La CNTE le sirve al SNTE como instrumento de chantaje y
legitima al liderazgo oficialista de Elba Esther Gordillo, consideró Romero.
No
obstante, el propio académico de la UAM, reconoció en entrevista que desde los
años 40 el SNTE ha formado parte del “arreglo institucional de la educación en
México”.
Apenas
el sexenio pasado, durante la gestión de Felipe Calderón, al SNTE le fue
otorgada, entre otras dependencias, la Subsecretaria de Educación Básica, lo
cual ha hecho que distintos investigadores señalen como preocupante la
“simbiosis atípica” entre la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el SNTE.
Con
estos rasgos históricos, y los cambios impulsados en la administración del
sector educativo, el actual titular de la SEP, Emilio Chuayffet, ha señalado
que el principal trabajo de la dependencia a su cargo, será el de “recuperar la
rectoría de la educación”.
De
acuerdo con Hernández Montalvo, dos factores que hacen diferentes a la CNTE del
SNTE, es en primer lugar el número de simpatizantes; la CNTE mantiene el
liderazgo en la representación de los maestros de la sección 9 en el DF, la sección 22 en Oaxaca y la sección 7 en
Chiapas.
A
pesar de ello, y este es otro rasgo que diferencia a la CNTE del SNTE, son los
recursos económicos, toda vez que la CNTE sólo tiene acceso a las cuotas
sindicales de los maestros, en el estado de Oaxaca, mientras el SNTE tiene
acceso al resto de las cuotas de los docentes, lo que se estima, genera un
ingreso mensual cercano a los ciento treinta millones de pesos.
Ante
los actuales cambios a la Carta Magna en el ámbito educativo, tanto el SNTE
como la CNTE planean desarrollar sus estrategias de oposición; los primeros, a
través de brigadas informativas realizadas los fines de semana en distintas
plazas públicas del país, y los segundos a través de distintas marchas y
plantones como el programado para el 5 de febrero frente a la Cámara de
Diputados. Publicado en Educación a debate
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