Aprendemos
a programar o seremos programados: Piscitelli
HÉCTOR
ROJAS
Las
habilidades digitales son tan importantes hoy en día que toda la población
debería aprender a programar, pues “aprendemos a programar o seremos
programados”, considera el consultor argentino en comunicación digital,
Alejandro Piscitelli.
Una
muestra de ello es la red social Facebook, que podría considerarse como el
tercer país más poblado del mundo y como un dispositivo que cambió el
comportamiento de las personas y las sociedades; por lo tanto, transformó el
conocimiento y los procesos educativos, consideró Piscitelli.
Reunidos
en el Encuentro Internacional de Educación 2012-2013 organizado por Fundación
Telefónica bajo el tema “Cómo debería ser la educación del siglo XXI”,
Piscitelli y otros expertos internacionales señalaron que la economía del
conocimiento tiene que ver con la adaptación del desempeño del sistema escolar
a la dinámica laboral, en todas las partes del mundo.
La
educación es entonces la última frontera para la globalización, dijo George
Siemens durante su participación. El creador de la teoría del conectivismo,
explicó que los sistemas educativos a nivel mundial son orientados no sólo por
los gobiernos y los ministerios educativos, sino también por las cámaras
empresariales.
Siemens
planteó como esencial el dejar de creer que la inteligencia “es algo que vive
en la cabeza de una persona” y no en las redes sociales, con las cuales hoy
aprenden maestros y alumnos de forma colectiva.
Es precisamente en la interacción donde se
fortalece la identidad, nace la novedad y se abre el espacio para la
diferencia. Es a través de un colectivo que se abre la posibilidad para
desarrollar tareas creativas, coincidieron Piscitelli y Siemens.
La
construcción de tecnologías como la de un teléfono móvil, por ejemplo, se da a
partir de una red colaborativa, donde cada miembro del grupo desempeña una
labor especializada que, no obstante, trabaja para un conjunto, acotó Siemens
en el evento presencial del Encuentro, que para cerrar el cuarto tema se llevó
a cabo en Perú.
Un
cambio de enfoque en la educación
Actualmente
las escuelas se enfocan en “la duplicación del conocimiento del profesor” y en
la repetición de las estructuras establecidas, avasallando la capacidad
creativa e imaginativa del alumno, al erosionar su originalidad, sostuvo
Siemens.
Dejar
de empujar a los niños a un modelo de futuro es parte de los paradigmas a los
cuales se enfrenta la educación en este siglo, aún en primavera, si se
considera que “formato es destino”, tal como lo planteó Piscitelli, en el
evento.
Lo
anterior lleva la intención de impulsar una sociedad de creadores y no solo
consumidores, a partir de una pedagogía que estimule las capacidades cognitivas
de los estudiantes con la “invasión mínima” del educador, señaló el argentino.
Siemens
llamó a considerar el término “competencia” como la “unidad de conocimiento
para resolver una tarea determinada”, donde incluso la arquitectura o la
distribución de los estudiantes en el aula puede ser distinta e impactar en el
aprendizaje de los alumnos.
En
Suecia, por ejemplo, se están ensayando los espacios abiertos, donde los
alumnos no tienen que estar sentados replicando el conocimiento del educador,
sino explorando a partir de su propia dimensión creativa, explicó Siemens.
Lo
anterior plantea que el proceso de enseñanza-aprendizaje, tiene que partir del
reconocimiento a la multiplicidad de las formas, con una visión equitativa y
social; es el abandono de las parcialidades para contribuir a la interacción de
las disciplinas, sostuvieron los especialistas en el encuentro organizado por
Fundación Telefónica.
Se
tarta de comprender que cualquier idea es resultado de otra idea, que no se
empieza de la nada, cuando se crea, se crea sobre lo creado; ésta debería ser
la orientación pedagógica de la escuela, hacia los alumnos subrayaron los
especialistas.
Toda
vez que la educación del siglo XXI no depende solo de dotar a todos los
estudiantes de un ordenador, sino del derecho a la inclusividad, el respeto al
patrimonio propio, y el impulso a la creatividad como herramienta fundamental
para solventar tareas, coincidieron los especialistas en educación del siglo
XXI, que participaron en el encuentro.
En
el evento “Cómo debería ser la educación del siglo XXI”, se concluyó con la
reflexión sobre la importancia del uso de las tecnologías en el aula a partir
de una reconsideración del propio ejercicio académico, la necesidad de dar
libertad al estudiante para que aprenda de forma autónoma. No obstante los
cambios, habrán de ser paulatinos, pues de acuerdo con los especialistas, en el
mundo, todas las tecnologías tardan años en asentar un nuevo paradigma. Publicado en Educación a debate
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