Universitarios se
solidarizan con las protestas de maestros
Karina
Avilés y Laura Poy
Procedentes
de diversas universidades públicas, miles de jóvenes se unieron al paro
magisterial y salieron a las calles de la capital en apoyo a los docentes que
rechazan la reforma educativa.
Hoy, el
movimiento de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación
(CNTE) decidirá el rumbo de su lucha en una consulta a las bases en la que los
profesores determinarán si permanecen en la ciudad de México.
Al final de
la marcha, que se prolongó por más de cuatro horas, un reducido grupo de
maestros de Pinotepa Nacional se desprendió de la movilización por segundo día
consecutivo para aproximarse al Eje Central y avenida Juárez, gritando ¡Zócalo,
Zócalo, Zócalo! En ese punto, ya los esperaba un cerco de granaderos del
gobierno capitalino, los que les impidieron el paso.
La caminata
partió del Monumento a la Revolución avanzó hacia Reforma hasta el Ángel de la
Independencia, y dio vuelta sobre Chapultepec. En esa avenida, hicieron alto
frente a las instalaciones de Televisa para reprobar la campaña de linchamiento
en su contra. Finalmente, continuaron hasta el Hemiciclo a Juárez. El objetivo
fue enviar un mensaje al gobierno de que en cualquier momento podemos venir a
recuperar un plaza que es pública y de todos los mexicanos.
Minutos
antes de iniciar el recorrido, sin la presencia del líder de la sección 22 de
Oaxaca, Rubén Núñez Ginés, el secretario de Organización, Francisco Villalobos,
advirtió que la minuta negociada con la Secretaría de Gobernación y el gobierno
estatal sobre el plan alternativo del magisterio oaxaqueño no implica el
regreso a las aulas.
El dirigente
insistió en que el retorno a sus comunidades y centros escolares será decidido
por los trabajadores de la educación, con base en sus propios procedimientos.
Los
manifestantes permanecieron de 10 a 12 del día sobre Paseo de la Reforma y
Guerrero, al ignorar la ruta que seguiría la marcha. Incluso, algunos hablaron
de seguir hacia Los Pinos y otros dijeron que se encaminarían a la Secretaría
de Gobernación: unos más señalaron que el punto final era Bellas Artes.
Después de
que se superó la desorganización, la columna de inconformes avanzó sobre
Reforma, donde el contingente ocupó desde la esquina con Florencia hasta el
Senado. En la protesta, participaron estudiantes de las universidades Nacional
Autónoma de México (UNAM), Autónoma Metropolitana (UAM), Autónoma de la Ciudad
de México (UACM), Autónoma Chapingo, Pedagógica Nacional (UPN), Instituto
Politécnico Nacional (IPN), así como de las preparatorias y del Colegio de
Ciencias y Humanidades de la máxima casa de estudios.
Cerca de las
dos de la tarde, la columna de inconformes se detuvo frente a Televisa, donde
maestros y alumnos realizaron un mitin, mientras un grupo de educadores formó
una valla humana paralela a la línea defensiva de granaderos que resguardaba el
corporativo.
En ese
punto, se unió otro contingente de maestros de la sección 9 del Distrito
Federal, encabezado por su dirigente, Francisco Bravo, para continuar en ruta
hasta llegar al Hemiciclo a Juárez. Pese a que los organizadores llamaron a sus
compañeros a disciplinarse, un grupo siguió de frente hasta el Eje Central.
Ahí,
centenares de granaderos formaron una barrera. Desde una separación de cinco
metros, los inconformes encararon a los uniformados, mientras un manifestante
gritaba: A ver, putos, disparen el gas, no se atreven porque aquí hay mucha
gente, pero cuando estamos solos sí lo hacen.
El mitin de
profesores se realizó en el Hemiciclo a Juárez y poco después de las cuatro de
la tarde regresaron a su campamento en el Monumento a la Revolución. (La
Jornada)
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