Lucha de docentes es equívoca, su
verdadero enemigo son los sindicatos: Montfort
- "Afectar a
terceras personas lo único que hace es hartar a la ciudadanía y alimentar un
conflicto de desigualdad social que tiene encolerizado al país"
- Propone una solución
de 3 pasos, empezando por cambiar dirigencias sindicales
- Lo que queda es
luchar porque se aprueben leyes secundarias que apunten a tener funcionarios
capaces y condiciones laborales adecuadas
Claudia Montero
Xalapa, Ver.
La Reforma Educativa
no es el enemigo del magisterio, los verdaderos enemigos de los docentes son
los sindicatos que les obligan a hacer carreras sindicales en lugar de
magisteriales y un gobierno que en complicidad con estas instancias ha hecho
del orden educativo el sistema de rentas económicas más poderoso de todo el
sector público.
Al referir lo
anterior, el investigador de la Universidad Veracruzana (UV), Francisco
Montfort Guillén, aseguró que es el sector educativo donde se han generado
fortunas inmensas "porque todo mundo saca provecho de las rentas que se
otorgan a través de los presupuestos públicos y eso es lo que los maestros
deben poner a debate".
En este sentido, el
investigador y analista dijo que desde el momento en que a los sindicatos les
dieron el poder de decidir sobre las plazas y los puestos de dirección,
"como en Veracruz que son ellos quienes ponen la subsecretaría del
ramo" y desde que los presupuestos públicos se negocian con las elites
sindicales, "desde ese momento se privatizó el sector educativo en
México".
Por tanto, Montfort
Guillén considera que la lucha magisterial con los diferentes movimientos y
paros laborales en toda la república, es equívoca al perjudicar a la sociedad
con "paros locos" y con marchas que afectan a terceros.
Y es que a decir del
investigador, los maestros no están haciendo el trabajo político debido y están
extremadamente confundidos porque la lucha de las dirigencias sindicales no es
la lucha de los docentes.
El gremio debería
luchar por tener una carrera profesional lo mejor diseñada posible que les
permita un ingreso al sistema en condiciones de competitividad internacional y
una permanencia adecuada a las necesidades del país con las condiciones
laborales a la misma altura.
Con estas condiciones
el desarrollo profesional tendría que recibir todo el respaldo del verdadero
patrón, es decir, del gobierno en sus tres niveles, dejando a un lado a los
sindicatos.
Por tanto y con
respecto a lo anterior, el poder del magisterio no debe ser electoral sino
educativo, y es ese el tema que los docentes no están manejando, definió el
entrevistado al señalar que el movimiento magisterial no es sano.
"El afectar a
terceras personas lo único que hace es hartar a la ciudadanía, provocar
pérdidas a quienes no tienen nada que ver con su lucha y alimentar un conflicto
de desigualdad social que tiene encolerizado al país".
Tanto quienes
denostan a los maestros como quienes los apoyan están alimentado un conflicto
en sentido estricto irreal, puesto que el problema del sistema educativo es
solo de orden político y organizacional.
Explicó que en el
orden político los maestros fueron encapsulados y lastimados de manera
electoral mientras que en el ámbito organizacional el gremio no obedece a las
necesidades de un verdadero magisterio que consiste en crear conocimientos,
educar y hacer procesos de aprendizaje adecuados, "y nada de eso se está
discutiendo".
Para el investigador
de la máxima casa de estudios, los docentes pueden implementar una solución a
través de 3 vías.
En este tenor dijo
que como primer lugar los maestros tendrían que cambiar sus dirigencias
sindicales para que sea la representación de la base quien pueda dialogar con
las autoridades y hacer del sistema profesional un acuerdo con respecto a las
verdaderas necesidades del sistema educativo.
En segundo lugar,
deben velar porque sus condiciones laborales, no solamente sus salarios, estén
acorde con esa exigencia nacional e internacional de educación de alta calidad.
Como tercer punto,
mencionó que del lado de la autoridad se debe aportar con funcionarios
cabalmente capaces y honestos.
"Esa es la
solución, no hacer marchas y paro de labores perjudicando a la sociedad. El
poder del magisterio no debe ser electoral, debe ser educativo y ese es el que
no están manejando".
Montfort Guillén
reiteró que la lucha de los maestros debe buscar condiciones dignas de trabajo
al dar clases, al estar frente a los alumnos, al crear material didáctico,
cuando está investigando y en el momento de enseñanza aprendizaje; es decir,
cuando cumplen su función de docente.
"Por eso su
reclamo debe ser contra sus dirigencias, deben tomar su destino en su propia
mano".
Aseveró que el deber
de los maestros es estar frente a grupo y establecer relación directa con los
titulares de cada escuela para fincar su propio camino en materia de calidad
educativa, "eso es lo que requieren los maestros, no apoyar un movimiento
que poco tiene que ver con ellos, porque a final de cuentas la ley constitucional
ha sido ya aprobada".
En consecuencia, lo
que queda al magisterio es luchar porque se aprueben leyes secundarias que
apunten a tener funcionarios capaces y condiciones labores adecuadas pero sin
que sea intermediario el sindicalismo que ha privatizado la educación pública y
que se ha hecho dueño de la educación en México.
"Esta
privatización de la educación a través de los sindicatos es lo más dañino que
se ha podido hacer en la educación de país y contra esas dos cuestiones es
contra las que tiene que luchar el magisterio; los sindicatos y los malos
funcionarios que pactan con los mismos".
La solución, dijo, no
es fácil y se torna bastante compleja, "tomará bastante tiempo", sin
embargo, para llegar a un buen término los maestros deben actuar en ambos
sentidos y con total independencia y libertad. (alcalorpolitica)
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