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viernes, 20 de septiembre de 2013

Los maestros tienen razón
Por: Luciano Blanco González

La autoritaria e impositiva Reforma Educativa viene a romper con una inercia nociva que corroe el sistema educativo Mexicano, la falta de consulta y de planeación, hace que sus principales actores, los maestros, se sientan agredidos por una decisión sin consulta, sin información, cupular, piramidal, presidencialista, convalidada por los tres monopólicos paleros iluminados e iluminantes de los intrincados senderos de la reconstrucción nacional Madero del Pan, Sambrano del Prd y mi líder ideológico y político del Pri, Cesar Camacho. Pactados para mover a México, aunque tiemble, aunque sea para atrás, o cernirlo para arriba mientras no se caiga.

Sin embargo el diseño de la Reforma Educativa ha recibido de la sociedad en general, el aplauso y la aceptación, por su contenido y por la manipulación mediática de los medios de comunicación.

Es cierto, tal reforma más que metodológica e intelectualista, es una reforma laboral que viene a romper los viejos y decantados sistemas del ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio docente lo que ha motivado una reacción impulsiva y agresiva por parte del gremio magisterial, cuyas criticadas tácticas de lucha, en lugar de sacar su movimiento adelante, cada día lo hunden más.

Pero no son totalmente culpables los profesores, ellos solo responden a una situación de desconfianza, de incertidumbre y de agresión nada los convence porque conocen los mecanismos amañados del que ellos mismos han sido beneficiarios, ellos solo desean certidumbre, garantías, permanencia en sus actuales plazas con mejores prestaciones.

En su desesperación escuchan a cualquier redentor que dice llevarles la verdad, aunque esta verdad este distorsionada y lejana a la realidad.

Los más interesados en que el estado de cosas actual, continúe como hasta ahora, son ellos mismos y sus líderes legales que por supremo decreto oral de Don Emilio Chuayffet, son en todo el país los líderes del SNTE, no hay más interlocución con ninguna otra organización, no importa que Don Emilio rompa el principio de la libre Asociación. Todos, pero no todos tenemos que estar de acuerdo con él.

Los líderes legales saben que cualquier cosa que se trance, será con ellos, saben que quienes hoy en las calles los llenan de lodo y de vituperios, llegaran a rogar la ayuda en el momento de la verdad, cuando las aguas retomen su cauce, porque todo seguirá igual, ellos saben cómo recomponer las cosas, por eso dejan que la tormenta continúe.

Ellos alientan la presencia de los maestros en las calles para espantar a los jefes, saben que ellos seguirán usufructuando las plazas, las validaciones, las evaluaciones, el escalafón, las prestaciones, las cuotas, los ascensos, ellos ya recibieron ratificada la concesión del pastel, como líderes únicos ratificados, ellos mismos serán quienes califiquen, las evaluaciones y promociones acaso en la Delegación de Veracruz, los líderes magisteriales de desecho, no son los principales funcionarios. ¿Cree acaso alguien que una autoridad externa los evaluará para determinar si son idóneos, capaces o no, para permanecer en el servicio profesional docente? No, los altos mandos de la Secretaría llegaron ahí, por circunstancias ajenas a la idoneidad y a la capacidad, ellos también requieren una evaluación real.

Mientras tanto, la sociedad tiene que tolerar los bloqueos y lamentar que los niños por la inasistencia de sus educadores no asista a clases, como consecuencia de la encubierta manipulación de los dirigentes legales, quienes mediante torvas y turbias maniobras alientan el paro magisterial, apoyados en su estructura administrativa oficial que la Secretaría de Educación, vía canonjías les ha otorgado. Jefes de Sector y de Zona (SNTE) Inspectores Escolares (SNTE), Directores y Sub Directores (SNTE), esta es la causa de que nadie, ningún funcionario de ellos, se atreve o se atreverá a levantar un acta de inasistencia, so pena de ser tildado de inmediato como traidor, al que el Jefe Callejas, castigará rudamente en sus catilinarias.

Tan es así que en este momento, documentalmente todos los maestros están en las aulas, todas las listas de asistencia están firmadas, como si los maestros estuvieran en el aula atendiendo su grupo, por eso suena ridículo que se nos informe que el 70% está trabajando. ¿En dónde? Cuando sabemos que las escuelas están cerradas.

Pero los líderes legales deben de poner las manos sobre la cabeza y los codos en el escritorio, deben preocuparse, los maestros están inventando sus propios líderes, están abrazando nuevas banderas y la remoción de líderes regionales es evidente, porque el movimiento ha permitido que los modestos y temerosos maestros de ayer, agarrados de un clavo ardiendo, como único camino de salvación, se dejen asesorar y ayudar por políticos y por personeros de izquierda y de derecha que antes no habían tenido la oportunidad de participar, apoyando con alimentos, refrescos, transporte y creando liderazgos que ahí quedaran para las próximas contiendas democráticas internas.

En su movimiento, los maestros tienen razón, porque durante décadas las políticas en esta materia incoaron en su seno, una serie de vicios y privilegios cuya práctica decantó el espíritu apostolar y formativo que debe de tener la educación, propiciando que el ejercicio de esta noble profesión, se desarrollara a base de componendas y arreglos, donde todo importaba, menos la calidad educativa.

Tienen razón, porque de buenas a primeras, parece que el sistema se quiere recomponer y destruir los paraísos y complacencias que por décadas se practicaron, siendo ampliamente consecuentados, deliberadamente tolerados por las alianzas electorales de antaño, que los hacían conscientemente cómplices de la decadencia educativa, sin importar los resultados.

Tienen razón, porque lo más importante para lograr ser maestro, era sin duda ser amigo de los líderes sindicales y de las autoridades, los requisitos pedagógicos se salvaban fácilmente con la atrabiliaria dispensa de perfil, otorgada por razones de consanguinidad, de afinidad política o personal, las prebendas y la venta de plazas, corrompiendo así los ideales de modelar una niñez con conocimientos, con conciencia cívica y patriótica y con disposición de preparase para enfrentar los grandes retos de la vida y de la Sociedad.

Tienen razón, porque el ejercicio del liderazgo magisterial inconsciente y turbio, preparó a sus agremiados para las grandes concentraciones políticas de apoyo a los gobernantes en turno, al sistema y a construir sus propias vías para la conquista del poder con los partidos políticos. Las porras y vivas más estruendosas en las concentraciones siempre son las del maestro que con su militancia leal logró para sus fines personales prestaciones y tolerancias extra contractuales, faltas injustificadas, ausentismo total, comisiones sindicales, puestos y plazas, ascensos en el sistema escolar y a veces utilizar la fuerza del sindicato para postulaciones políticas.

Tienen razón, porque las conquistas sindicales hicieron del profesorado una masa homogénea en que el Elbismo, lo solucionaba todo, apoyada en sus líderes locales, en que las plazas del maestro eran materia de subasta.

Nuestros maestros tienen razón, porque se habían acostumbrado a la placidez y a la tranquilidad que brinda un patrón complaciente, una superioridad tolerante al retardo, a la inasistencia, a la impreparación, y a todo lo que propicia un sindicalismo extraviado, ajeno a la pureza que inspira la solidaridad y el apoyo desinteresado y justo a sus agremiados.

Tienen razón en defender el viejo sistema, porque sin duda la tranquilidad económica que da el recibir 501 días de salario, que percibe cada uno de los maestros de educación básica, representados en el pago que les hace la federación y el estado mediante el pago puntual de 24 quincenas(360 días) mas 5 días de ajuste de calendario. Más 2 primas vacacionales de cada periodo escolar en el año (16 días) más (40 días) de aguinaldo, más la compensación de fin de año, (20 días). Más la gratificación de fin de año (30 días). Más la gratificación del día del maestro 15 de mayo (30 días).

A ello agréguele el bono del 10 de mayo, el bono de imagen, la canasta. Adicionales en otros renglones, el seguro de vida por 55 quincenas por defunción, médico y medicinas en el Issste, préstamos para carro y para vivienda, pensión en caso de invalidez y jubilación por antigüedad. Todo ello no debe de ser vulnerado, no se deben de poner en peligro. La plaza y la nómina son sagradas e intocables.

Puntualizando que esta no es una fortuna, motivo de admiración, cada maestro es un normalista, un técnico o un profesionista de la Universidad que merece mejores haberes, para cumplir con sus responsabilidades en este saturado mercado de la Educación.

Tienen razón, porque ahora se pretende cambiar totalmente las reglas del juego para el ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia en el servicio docente, sin diálogo, sin explicaciones, usando el poder de la autoridad y de la inducción forzosa con chantajes salpicados de amenazas que hieren y lastiman la dignidad de los educandos, por eso tienen razón, porque si bien es cierto que sus derechos están garantizados por la ley, también es cierto que no hay confianza en el discurso hueco y manipulador de la autoridad y menos en los que tienen el deber de orientar y conducir a quienes hasta ahora se atreven a señalar como sus explotadores. A sus líderes a quienes tildan de vividores a costillas de los artífices del gis y el pizarrón.

Tienen razón, porque el maestro más que otro sector ha sido beneficiario y víctima de la demagogia y de la corrupción tanto de sus líderes como de las autoridades educativas, por ello no tienen confianza en las aclaraciones y promesas.

Ellos saben muy bien que las evaluaciones de que ellos o sus compañeros han sido objeto, se han realizado mediante amañados exámenes de ingreso y ya en ejercicio en la llamada carrera magisterial, saben que las claves para obtener las compensaciones de mérito, no son producto del estudio, de la puntual asistencia y de la capacitación, sino de la amañada y vergonzante vendimia.

En este ambiente de desconfianza, los maestros tienen razón, aun cuando sus derechos están plenamente garantizados por la ley y por la constitución, los maestros no son abogados, no son juristas, aun cuando sus venerables líderes sean diputados, presidentes, síndicos, regidores, líderes de partidos, por ello mismo, no saben que ninguna ley es retroactiva y mucho menos que la ley pueda aplicarse retroactivamente, tales, fueron contratados bajo un régimen jurídico, su contrato establece cuáles son esas condiciones y estas no pueden variarse por una nueva ley por muy justa, modernista o de vanguardia que sea, el reformado artículo tercero constitucional, establece como garantía individual que “La ley reglamentaria fijará los criterios, los términos y condiciones de la evaluación obligatoria para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio profesional con pleno respeto a los derechos constitucionales de los trabajadores de la educación. CON PLENO RESPETO A LOS DERECHOS CONSTITUCIONALES DE LOS TRABAJADORES DE LA EDUCACION.

Preocupa y angustia a los maestros el nuevo ingreso y el escalafón, Y se pretende ignorar que estas dos figuras siempre han existido y se han practicado, lo que sucede es que se ha buscado la vuelta para evadirlos y no cumplir el mandato.

¿Qué maestro ha ingresado sin examen? Lo que pasa es que se estilaba que el aspirante iba por su hoja de ingreso y el sindicato con requisitos a medias o parecidos les daba curso, La capacidad y la idoneidad eran inventos de la ley que la burocracia salvaba con facilidad. Por lo que simplemente los elegía, los afiliaba, les otorgaba el pase al o los interesados, quienes llegaban a la Secretaría y se les otorgaba el consecuente nombramiento, previa simulación del examen, así un médico homeópata,, un licenciado en artes culinarias, un ingeniero en ciencias atmosféricas, un licenciado en danza, sin ninguna experiencia pedagógica, recibía su nombramiento para irse a hacer bolas frente a grupo y a confundir aun más a los niños.

En cuanto al escalafón, esta es una garantía constitucional establecida en el apartado B del artículo 123 de la carta magna, garantía inviolable, pero ahora para hacerla efectiva tendrán que presentar un examen de capacidad y de aptitud en la materia, cuyos atributos obtendrán mediante la capacitación que la secretaría está obligada por efectos de la nueva Ley a impartir. Pero este no es un impedimento, es un reto y un estímulo para quienes se capaciten y se superen a sabiendas de que la misma norma establece que Serán nulos todos los ingresos y promociones que no sean otorgados conforme a la ley.

Ninguna amenaza o grito hará que regresen los maestros a las aulas, el vasallo ha despertado, ahora es un rebelde en lucha por el respeto a sus derechos, aunque no tengan razón, aunque la ley sea custodio, garantía y salva guarda de sus intereses, a los profesores; a la sociedad y a los alumnos, nadie se los ha explicado suficientemente, a nadie le creen, la imposición les ha generado dudas e incertidumbre, la represión y la desgastante lucha les ha generado resentimientos contra los líderes de antaño a quienes ahora desenmascaran y ofenden, por eso aceptan el apoyo de donde venga, por eso concurren a los tribunales en amparo a una sinrazón. Por eso les dan la espalda a sus antiguos capataces.

Este es un problema que no se resuelve con la insolencia autoritaria, con el ruego fingido, con la información manipulada, porque el maestro no es un ente mediatizante, por el contrario los maestros, son pensantes, analíticos y críticos, no, este es un problema que se resuelve con inteligencia, En Veracruz el grueso del magisterio es muy capaz y reflexivo, miles de ellos, saben que esta es una lucha sin banderas, que no los conducirá al puerto donde se halla la barca de sus sueños dorados y que la mala dirección de sus capitanes improvisados, puede llevarlos a situaciones peores.

Solo requieren atención, de altura, de calidad de cordialidad, de compañerismo, de coordinación, por eso exigen que sea el Gobernador Duarte quien los atienda directamente, en sus pancartas, gritos y escritos, solicitan su intervención directa por que en él sí creen, porque en él ponen las esperanzas de salvaguarda de sus intereses laborales, saben que él dictará las medidas justas para que inspectores y directores de escuela censen la inconformidad y la resuelvan así como de quienes conscientes respaldan la reforma y están dispuestos a colaborar con todas sus consecuencias.

No es necesaria una estrategia de contramarchas o de no pagarles su quincena a los maestros que realmente no se incorporen, ni tampoco es necesario distorsionar el movimiento magisterial o buscar culpables en las influencias externas, no, los maestros en su mayoría no van a dar clases a las escuelas porque una inercia confusa y maligna los lleva a luchar contra lo desconocido.

Interesa lo que pueda orientar y comprometer el Señor Gobernador en torno a este conflicto que le origina la federación y sus diputados y el congreso local, que así como aprobaron y aplaudieron ahora que expliquen y concerten.

El Señor Gobernador tiene un gran equipo de trabajo en esta materia, Erik Lagos, Adolfo Mota y Marlon Ramírez, poseen una capacidad de dialogo abierta y transparente para sembrar la urgente credibilidad, para informar y oír las quejas, atenderlas y dar solución, obvio que esto no se logrará mientras los mandos sindicales legales en puestos de supervisión y dirección, sigan en su provecho arrojando la nociva cizaña, poniendo al revés la brújula de la conciliación. Con esta estructura mientras no se enderece en beneficio de los altos fines de la educación, todo intento fracasará. Y como en los cuentos, No lo dudo, una vez más, el gato se comerá al ratón.


Twitter: @lucianoblancoG

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