Conceden amparo contra una huelga a
estudiantes de la universidad nicolaíta
Ariane Díaz
En una resolución
insólita, el juzgado cuarto de distrito, con sede en Morelia, Michoacán, otorgó
un amparo a cuando menos una decena de alumnos de la Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) en contra de una huelga sindical.
Estudiantes de varias
facultades de la nicolaíta –entre las que se encuentran Ingeniería Civil,
Arquitectura y Contaduría y Ciencias Administrativas–, encabezados por alumnos
de la de Derecho, con la asesoría del constitucionalista Miguel Carbonell,
promovieron amparos individuales para garantizar su derecho a la educación ante
un posible estallamiento de huelga del Sindicato Único de Empleados de la
Universidad Michoacana (SUEUM).
La titular del
juzgado, Marta Elena Barrios Solís, resolvió otorgar la suspensión provisional
contra actos del presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje ante
el emplazamiento a huelga del SUEUM para el próximo 17 de octubre.
La decisión sienta un
precedente histórico, pues determina que la universidad deberá permanecer
abierta para que se sigan impartiendo clases o, en su defecto, precisar el
lugar en que alternamente ello podrá realizarse.
También obliga a las
autoridades judiciales laborales, universitarias y representantes de
trabajadores académicos o administrativos a establecer qué personal deberá
laborar para garantizar el derecho de los estudiantes a recibir clases e,
incluso, autorizar la contratación de personal emergente para ello, así como a
establecer las medidas de apremio necesarias para lograr la consecución de
tales medidas.
La determinación de
la juez (de la cual La Jornada tiene copia) refiere que sería factible que se
otorgue una medida cautelar para que sin desdoro del derecho que tienen los
trabajadores asociados al sindicato emplazante, se logre la coexistencia con el
derecho humano del estudiante quejoso, esto es, para que las actividades de la
UMSNH queden paralizadas conforme a lo establecido por la Ley Federal del
Trabajo, salvo en las áreas destinadas para la impartición de las cátedras a
que tiene derecho a recibir el quejoso, logrando con ello una eficacia
horizontal de los derechos humanos tanto de los trabajadores como del
estudiante.
Así, la determinación
no prejuzga sobre la licitud de huelga que emplazó el sindicato tercero
interesado, ni desconoce los derechos de los trabajadores a obtener la
suspensión de labores, la cual podrá llevarse a cabo con la única limitante de
no afectar el derecho humano de recibir educación.
La medida fue
adoptada por los estudiantes universitarios luego de que los sindicatos de
profesores y trabajadores mantuvieran cerrada la casa de estudios por más de
dos meses en sendas huelgas a principios de este año. (La Jornada)
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