Universidades,
antídotos contra la desigualdad
social, expresa Narro
De la Redacción
Ante las situaciones
sociales indignas’’ que enfrentan millones de
latinoamericanos, el rector de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM), José Narro Robles, planteó
que no se debe permitir que las universidades públicas
sufran las consecuencias de modelos de desarrollo regidos por el culto al
mercado y el pragmatismo, donde el valor de las personas depende
fundamentalmente del éxito alcanzado en términos
económicos.
El rector ofreció
en la Universidad de Playa Ancha, Chile, la conferencia magistral titulada
Desafíos de la universidad pública
latinoamericana en el siglo XXI, donde afirmó
que actualmente el trabajo de esas instituciones educativas constituye uno de
los mejores antídotos contra la desigualdad social.
En su disertación,
que se dio en el contexto de la inauguración del año
académico 2013 en aquella casa de estudios, consideró
que es indispensable reivindicar el derecho a la educación
porque constituye la vía primordial para el acceso al
conocimiento y al desarrollo. ‘‘Como un bien público
y social, la educación superior debe llegar a ser accesible
a todos bajo criterios de calidad, equidad y pertinencia. Es necesario superar
el modelo tradicional de la universidad profesionalizante y fortalecer los
estudios de posgrado, en particular los de doctorado.’’
Ante el rector de la
Universidad de Playa Ancha, Patricio Sanhueza Vivanco, y miembros de la
comunidad de la institución andina, Narro Robles expresó
que los países latinoamericanos podrán
transitar realmente hacia una sociedad basada en el conocimiento si se
consideran al menos tres ejes fundamentales: movilidad regional de académicos
y estudiantes, creación de un nuevo modelo de universidad
latinoamericana e impulso al espacio común de la educación
superior y la investigación.
Conferencia
magistral del rector de la UNAM en Valparaíso
Narro Robles subrayó
que el reto de la innovación tecnológica
debe ser abordado por las universidades públicas en colaboración
con el Estado y la iniciativa privada. ‘‘Continuar con la dependencia de lo que
viene de otras latitudes equivale a condenarnos a ser una región
maquiladora, sacrificar soberanía e hipotecar el futuro de nuestras sociedades’’.
También
citó la condición de los jóvenes
en el ámbito latinoamericano, marcada por el
hecho de que dos de cada tres viven en situación
de fragilidad social, porque están empleados en actividades precarias,
desempleados o no estudian ni trabajan.
Además,
uno de cada dos se ocupa en la economía informal, por lo que su nivel de
ingreso es más reducido; asimismo, carecen de
derechos laborales, seguridad social y atención
a la salud, y están condenados a una productividad baja.
Al término
de la conferencia, los dirigentes de ambas casas de estudio suscribieron una
carta de intención en materia de cooperación
académica, en la que se busca impulsar el intercambio de
estudiantes, investigadores y cuerpo docente, así
como la promoción de análisis
conjuntos, visitas de corto plazo del personal académico
y realización de conferencias, coloquios y
simposios.
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