Los
maestros juegan con fuego
Juan Manuel Asai |
No debemos
acostumbrarnos a jugar con fuego porque terminaremos quemados.
ue hombres armados
se sumen a la causa de los maestros disidentes de Guerrero no en una muestra de
solidaridad social, es un amago de insurrección.
Estoy seguro que las entidades que conforman el gabinete de seguridad,
comenzando por el Ejército y la Marina, están
viendo con preocupación este fenómeno
que está plagado de malos augurios. Puede dar
lugar a confrontaciones inéditas
de graves consecuencias.
Después
del rápido desalojo de la Autopista del Sol
quedó claro para todos que
las acciones de fuerza tradicional usada por los maestros, como portar
palos, lanzar piedras o bombas molotov, no van a causar ningún
titubeo entre las fuerzas federales que
los arrastrarán las veces que sea necesario. Después
de ese lance se les ocurrió pedir refuerzos entre los llamados
grupos de auto defensa y policías comunitarias, que han brotado como
hongos en la entidad y que usan, los vimos ayer marchando, armas de fuego.
¿Hasta dónde
llegará la solidaridad anunciada de estos hombres armados con los maestros
disidentes? ¿Van a acciones sus armas contra las
fuerzas federales? ¿Qué
hubiera pasado ayer si el Ejército intenta detenerlos por portar
armas de fuego sin permisos? ¿Los van a acompañar
en la manifestación de mañana?
¿En un caso extremo esos hombres armados podrían acompañar
a los maestros hasta la ciudad de México? Sólo
de imaginarlo, causa escalofríos. El gobierno estatal enfrenta una
situación que lo rebasa por mucho. Literalmente
no sabe qué hacer y en la duda mejor se abstiene,
para no equivocarse, aunque esa abstinencia lo vuelve cada día
más irrelevante. Cuenta poco, o casi nada. Nada de lo
importante que ocurre en el estado sucede por deseo del gobierno. Que los
maestros hayan ido ayer a sus escuelas no significa que obedezcan las
indicaciones de las autoridades
estatales. Fueron para rehacerse, para afinar los siguientes pasos de su estrategia.
Como el gobierno estatal no quiere queso sino otra ratonera, y como los
maestros ya desconocieron a Aguirre como
interlocutor válido, la negociación
con el gobierno federal parece ser la única
salida.
Ayer mismo el
gobierno estatal, al primer movimiento de olas bravas, resolvió
liberar a Santos
Bartola, comandante de la
comunidad de El Troncón. ¿Los
maestros piensan que obtendrán ganancias si muestran de su lado a
gente en armas? Se están metiendo al callejón
de los sustos, lo que no dejará nada
bueno, nada. El gobierno federal
puede negociar, pero no puede ceder al amago de la fuerza o del uso de la
violencia. La única violencia legítima
en el país es la que ejerce el Estado para
defender a la población.
Cualquier
transformación genera resistencia, pero la resistencia
de los maestros disidentes de Guerrero a la implementación
de la reforma educativa indigna y
preocupa porque se hace fuera del marco legal, sin que esto parezca ser un obstáculo
serio. Por principio de cuentas, no van a sus escuelas, es decir no trabajan,
pero de todas formas les pagan. Han destruido a la vista de todos los inmuebles
del Congreso local y del PRD en el estado, sin que la policía
los toque con el pétalo de una rosa. Bloquearon, por
horas, la Autopista del Sol aunque con unos empujones los policías federales los mandaron de regreso a su campamento. Y ahora resulta que reclutan
como refuerzos a los grupos de auto
defensa, para enviar el mensaje que tienen rifles y escopetas de su lado, para ayudarlos en caso necesario. No
hay manera de que su lucha genere simpatías entre la población
mayoritaria. La gente a la que le genera mil dificultades conservar su trabajo,
a la gente que la corren si deja de ir tres días
a su chamba, la gente que se capacita,
las demandas de los maestros les parecen
excesivas y condenables. ¿Cómo
está eso, preguntan, de que exigen que no les descuenten y que
el gobierno se comprometa a conseguirles chamba por el simple trámite
de escribirse a la normal? ¿Puede uno destrozar un edificio y
regresarse a su campamento como si nada?
Los maestros no vencerán al Estado recurriendo a la violencia,
ni lanzando bombas Molotov ni fichando grupos de auto defensa.
jasaicamacho@yahoo.com
@juan_asai
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