Educación financiera en México

Marielena Vega

En unos días arranca la Semana de Educación Financiera en territorio nacional, programa por demás interesante que impulsa el sector financiero, asegurador y económico de México. Esta situación no debería ser esquema de una semana, sino de todo el año, dado que la educación financiera permite mejorar la calidad de vida y planificar un mejor futuro, de ahí que grandes corporativos voltean hacia la creación de una cultura en este rubro, pero comenzando por la niñez.

No es sencillo el tema pero se le deberá poner mayor atención, pues todavía los alcances de la Secretaría de Educación, bajo el mando de Emilio Chuayffet, son incipientes, pese a que a escala internacional la educación financiera es reconocida como un factor que impulsa el desarrollo humano y los sistemas financieros.

En territorio azteca, entre 20% y 40% de la población cuenta con servicios financieros y por ello, promover la educación financiera en las personas, pero sobre todo en los niños, es una de las prioridades que tienen hoy en día las diversas instituciones financieras del país y el sector empresarial.

Cabe mencionar que en México se calcula que únicamente 11% de los estudiantes logra un título universitario.

En cuanto a los seguros educativos se refiere, representan 14% del total de las primas emitidas en el rubro de Seguro de Vida Individual, que suman poco más de 57 mil millones de pesos.

No obstante, la realidad supera cualquier cifra: 95% de los fondos extraordinarios creados para el fortalecimiento de las instituciones públicas de educación superior se utiliza para pago de nóminas, lo cual les impide mantenerse con el subsidio ordinario.

De ahí que a pesar de los esfuerzos que se han hecho en el pasado por invertir incluso 5.7% del Producto Interno Bruto en educación, 19.2 millones de jóvenes no están escolarizados, lo cual, a decir de la OCDE, hace que México se ubique dentro de los países con más problemas en educación.

A decir de la Secretaría de Educación, en cuanto al nivel educativo e impulso a la investigación, en los últimos cuatro años el número de programas reconocidos por su “buena calidad” incrementó casi 75 por ciento. Hoy se distinguen tres mil 259 programas, con lo que 53.4% de los alumnos de educación superior cursa programas reconocidos por su calidad.

En fin, es una realidad que se han dado pasos interesantes en educación, pero la tarea por hacer es enorme, comenzando por establecer condiciones que permitan revertir la centralización de la educación, y lograr una mayor y mejor cobertura regional en estados y municipios. La brecha en la cobertura entre entidades federativas es un reflejo de la desigualdad económica regional y representa un desafío para los objetivos de la equidad en el ámbito educativo.

Por lo pronto, la próxima semana la Condusef, bajo el mando de Mario di Costanzo; la AMIS, que dirige Recaredo Arias, y la Amafore, entre otras instituciones, hacen lo propio para seguir detonando programas en pro de la educación financiera.

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(Excélsior)