Diálogo, entre
universitarios
José Narro
Robles *
Muy buenos
días tengan todas y todos ustedes, les agradezco mucho que nos acompañen en
esta reunión que pretende fijar una posición, que pretende transmitir un
mensaje y que seguramente habrá muchas preguntas que les pido que comprendan
que el día de hoy no las voy a responder por muchas razones; la principal es
porque estamos haciendo una valoración completa de los hechos, de las
afectaciones y demás.
Y quiero
empezar diciendo ante ustedes, a través de los medios que ustedes representan y
que agradezco la presencia y la cobertura que se da a este mensaje, que hoy es
nuevamente uno de esos días complejos para la Universidad Nacional Autónoma de
México.
Lo es
porque, de una parte, hay la satisfacción de encontrarnos de nueva cuenta en la
torre de la rectoría, y de otra, un sentimiento contrastante, un sentimiento de
tristeza por los acontecimientos registrados y por algunos de los hechos de los
que hemos empezado a tomar nota.
Quiero decir
a la comunidad universitaria y a la sociedad mexicana que, por supuesto, de
nueva cuenta la Universidad Nacional Autónoma de México ha sido afectada, lo ha
sido en su patrimonio, lo ha sido en su imagen y lo ha sido también en los
servicios que presta a la sociedad. Esto no podemos ignorarlo, no podemos hacer
como que no se hubiera registrado de ninguna manera.
Y de manera
muy especial, porque estoy plenamente convencido que los hechos que se
registraron no debieron haber sucedido. No es la violencia, no es el camino de
la toma de instalaciones y la afectación de la normalidad universitaria, la
forma de plantear una diferencia, la manera de expresar un desacuerdo, el
mecanismo para hacer notar una protesta o un desacuerdo.
Y más cuando
hay todos los canales, todas las fórmulas en la universidad para poder atender,
conocer, registrar y resolver esas diferencias, resolver esos diferendos.
Ni el plan
de estudios, que no existe, el que existe es el que está en vigor en el caso
del Colegio de Ciencias y Humanidades, ni el proceso que a lo largo de más de
un año ha conducido el consejo técnico del Colegio de Ciencias y Humanidades,
son razón justificada para esta condición.
Lo que,
desafortunadamente, ha estado presente son acciones violentas, es la afectación
a la integridad de universitarios lo que nos ha conducido al punto en que nos
encontrábamos hasta el día de ayer.
Para los
universitarios y para una sociedad civilizada que se precie de serlo, la
violencia es precisamente la antítesis de los valores que se cultivan en esta
casa de estudios. Afortunadamente, los hechos nos demuestran que la
inteligencia, que la prudencia, son formas y mecanismos que tienen que actuar
para enfrentarse a la cerrazón y a la intransigencia.
Quiero
decirles que tengo la convicción de que en esta institución todos los días se
reciben lecciones, ésa es parte de la razón de ser de la universidad; nuestros
estudiantes vienen a formarse, vienen a recibir lecciones que a veces se dan a
la manera de contenidos, de información, de métodos, de técnicas, de
apreciaciones y en algunas otras oportunidades se dan esas lecciones.
En esta casa
de estudios hemos estado acostumbrados permanentemente a aprender, aprender
incluso de nuestros problemas. Por eso digo dentro de estos matices que se
registran en un día como hoy, cuando regresamos a estas instalaciones, cuando
quienes indebidamente las ocupaban las han desalojado, que tenemos que sacar
lecciones de esta situación, de este problema.
Ayer por la
madrugada, los estudiantes que tenían tomada la torre de rectoría de la
Universidad Nacional Autónoma de México decidieron liberar las instalaciones y
durante la mañana salieron del edificioFoto Jesús Villaseca
Que tenemos
que transmitirle a la comunidad universitaria, a nuestros alumnos,
trabajadores, académicos y trabajadores administrativos, lecciones a favor del
diálogo, de la prudencia, de la inteligencia, del uso de la razón.
Creo que
para nuestro país en un momento como en el que se vive, en el que nadie puede
ignorar el estado de incomodidad y la problemática que afecta a núcleos muy
importantes de nuestra sociedad, debe también ser importante entender que en
una sociedad tan plural como la mexicana, que en una comunidad tan plural como
la universitaria, hay formas diferentes a las tradicionales para resolver
problemas, para sacar adelante la solución de conflictos y para aprender de
esas condiciones.
Quiero dejar
claramente establecido que en ningún momento se ha tratado de judicializar y
menos de criminalizar la protesta que, por supuesto, las autoridades
universitarias, el rector, la rectoría a mi encargo, lo que hemos hecho es
denunciar la violencia, es exigir con firmeza y con respeto la reintegración de
las instalaciones, la desocupación de la torre de la rectoría y sancionar, por
supuesto, a quienes cometieron, previamente a cualquier planteamiento de orden
académico, conductas que son impropias, inadecuadas de un universitario.
Quienes
optan por la vía violenta están contraviniendo el orden y los principios de la
universidad; quienes ejercen la fuerza como sustituto de la razón se equivocan
y transmiten una imagen que no es de ninguna manera la que la inmensa mayoría
de los integrantes de esta universidad hoy y siempre han expresado y han
mantenido.
Todos,
absolutamente todos, tenemos que aprender de lo que ha acontecido. Todos,
absolutamente todos, deberemos trabajar para fortalecer la unidad de nuestra
comunidad, la integridad de la institución a la que orgullosamente pertenecemos
y que le presta servicios invaluables a nuestro país.
Me
congratulo que quienes ocuparon indebidamente estas instalaciones las hayan
desalojado. Digo y sostengo que veremos hacia delante; digo y sostengo que lo
que ya hicimos ahí está en el registro y que el rector de la universidad, un
servidor, sabrá dar cuenta a la comunidad y a nuestra comunidad de los actos
que tuvimos.
Pero, al
mismo tiempo, entiendo con claridad que tenemos que ver hacia adelante, que si
lo que se ha pedido es diálogo, diálogo tiene que haber, pero un diálogo de
universitarios. Diálogo entre gente identificada, un diálogo donde prevalezca
el argumento, la información y el más amplio debate al respecto de los asuntos
que preocupan, en este caso respecto del plan de estudios del Colegio de
Ciencias y Humanidades.
La rectoría
a mi cargo ha tratado, y la valoración no me toca hacerla a mí, de actuar con
apego a la normatividad, con apego a los principios de la universidad y, al
mismo tiempo, agotando las vías institucionales, como lo dije desde el primer
momento, ejerciendo el sentido de la universidad, haciendo uso de la
inteligencia, de esos principios y de la prudencia para evitar situaciones más
complejas, ése es el mensaje que quiero transmitir el día de hoy, y reitero
frente a ustedes mi agradecimiento por ayudarnos a que alcance a los
universitarios y al resto de nuestra sociedad.
Buenas
tardes y muchas gracias.
* Mensaje
del rector José Narro Robles en torno al desalojo de la torre de rectoría.
Mayo 1º de
2013
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