Dos profesores en desgracia
Adrián Rueda
Cada quien en sus respectivos ámbitos, pero
lo cierto es que tanto Enrique Peña Nieto como Miguel Ángel Mancera tenían que
lidiar con dos profesores, cuya tarea principal era hacerles la vida de
cuadritos en sus respectivos gobiernos.
En un principio ambos gobernantes intentaron
llevar la fiesta en paz e incluso llegar a acuerdos básicos de civilidad, pero
los profesores pensaron que eran más fuertes de lo que creían y esa fue su
perdición.
De Elba Esther Gordillo todo mundo sabe que
su desafío a Peña Nieto le costó la cárcel, donde al parecer pasará los últimos
años de su vida en condiciones de enfermedad, vejez y soledad.
De René Bejarano la historia se está
escribiendo; el veterano profesor se viene cayendo a velocidad vertiginosa y a
esta alturas ya no puede ocultar ante su corriente —por más que quiera
disimularlo— que su ocaso está cerca.
El esposo de Lola Padierna pensó que su
incumplimiento de diciembre pasado en las negociaciones del Presupuesto 2013
para el GDF, que le abrió al gobierno de Mancera un boquete de mil 800 millones
de pesos, no iba a tener consecuencias. Y es que el de las ligas faltó a su
palabra y negoció por su cuenta con delegados, incluso de oposición, a los que
llenó de recursos a través de sus diputados con la intención de asumir el
liderazgo absoluto entre ellos.
Esa traición obligó a Mancera a compactar sus
programas sociales y a proponer fallidos aumentos en servicios, lo que un
principio dañó su imagen; hoy las cosas son muy distintas y si Bejarano decidió
regalar mil 800 millones, de algún lado se tendrán que pagar.
Algunas de las áreas afectadas por los
recortes son precisamente las que reclamaba para sí IDN, que ha visto reducidas
sus posiciones administrativas, impidiéndole cumplir con todos sus
dependientes, lo cual ha generado ya varios intentos de sublevación.
Apenas el jueves pasado los delegados Leonel
Luna, Sergio Palacios y Alejandro El Potrillo Fernández, de Álvaro Obregón,
Azcapotzalco y Cuauhtémoc, respectivamente, lo desafiaron públicamente ante
representantes del GDF, lo cual no era común.
Quienes saben de estos asuntos dicen que la
larga cola de Bejarano está dando dividendos al gobierno de Mancera, quien
hasta parece haber calculado cada paso, pues desde diciembre no recibe al de
las ligas ni a ninguno de sus enviados.
La relación con el viejo profesor la lleva
directamente el secretario de Gobierno, Héctor Serrano, quien incluso se da el
lujo de no tomarle la llamada; el cerco sobre el líder de IDN se está
estrechando y ahora sí es muy visible. Muchos habían oído de las versiones de
que Bejarano estaba quedando descobijado pero pocos lo creían; hoy todos saben
que la caída del bejaranismo es peor de lo que imaginaban.
Así que los profesores que a principios de
sexenio creían que dominarían a Peña y Mancera, tendrán que dar sus clases en
la oscuridad.
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