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martes, 30 de abril de 2013


INEE: tarjeta roja al SNTE
WENCESLAO VARGAS MÁRQUEZ

Cuando el presidente Fox presentó el decreto de creación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en agosto de 2002, en el organigrama del instituto (art. 8 del decreto) se reservaron dos lugares para el SNTE: uno para el secretario general (Rafael Ochoa) y otro para la Fundación SNTE - que dirigió Emilio Zebadúa.

(La fundación SNTE circula una revista llamada “AZ Revista de Educación y Cultura” que ha insertado en distintos momentos anuncios publicitarios de Seguros Argos, Magistral y MetLife. El corresponsal veracruzano de la revista es la persona que responde al nombre de José Antonio Montero. Emilio Zebadúa es ahora Oficial Mayor de la Sedesol bajo el mando de Rosario Robles pues renunció a la revista educativa AZ en la edición No. 65 de enero de 2013).

En cierto momento el organigrama del INEE era el siguiente: Presidente Alonso Lujambio, Secretario de Educación Pública; Presidente suplente Francisco Ciscomani, Titular de la Unidad de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas; Consejeros Juan Carlos Romero Hicks, Director General del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; Fernando González, Subsecretario de Educación Básica; Dionisio Arturo Pérez-Jácome, Subsecretario de Egresos de la SHCP; Enrique Cabrero, Director General del CIDE; Sylvia Ortega, Rectora de la UPN; Enrique Villa Rivera, Director General del IMP; Emilio Zebadúa, Presidente de la Fundación para la Cultura del Maestro; Eduardo Bohórquez López, Director General de Transparencia Mexicana; Rafael Ochoa Guzmán, Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE. En otro momento estuvieron Juan Díaz de la Torre y de nuevo Emilio Zebadúa ocupando ambas sillas. Cuando se mencionaba en documentos oficiales a la Fundación para la Cultura del Maestro, se hacía todo lo posible por ocultar la relación de la fundación con el SNTE omitiendo estas cuatro letras en el nombre completo.

Diez años después, cuando el presidente Felipe Calderón publicó la reforma que daba autonomía al INEE en mayo de 2012, en el organigrama reservó -como Fox- dos sillas para el SNTE en el recién creado Consejo Social de Evaluación de la Educación (art. 6 del decreto de mayo de 2012). EL decreto entró en vigor tres meses después de publicado, el 15 de agosto. Se obligaba por el transitorio quinto a que sesionara el Consejo Social de Evaluación de la Educación (con el SNTE incluído) a más tardar seis meses después de que entrara en vigor el decreto. Este plazo se venció el 15 de febrero de 2013, justamente dos semanas antes de que la presidenta del SNTE, Gordillo, perdiera su libertad. Ignoro si llegó a efectuarse realmente alguna sesión de este Consejo. La tarea del Consejo Social para la Evaluación de la Educación, pieza interna del INEE, eran fungir como un órgano de consulta del instituto y debía contar con la participación de las autoridades educativas federal y locales, los docentes, los padres de familia, la academia y organizaciones de la sociedad civil.

Ahora, cuando el nuevo PRI y el secretario Chuayffet hicieron circular el anteproyecto de segunda reforma al INEE en este abril de 2013, el SNTE recibió tarjeta roja y no tiene ni silla ni sillón: fue excluido de cualquier participación. Según el art. 10 del anteproyecto el Instituto contará con una junta de gobierno y “con las unidades administrativas que determine su reglamento interior”. Ya no se habla precisamente del Consejo Social de Evaluación de la Educación en el anteproyecto que circuló hace pocos días y mucho menos se habla del SNTE y de las dos sillas con las que contaba en las deliberaciones del INEE.

No se ve fácil que el tema pueda revivir cuando el sindicato ha recibido una tarjeta roja directa.

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