Arremeten maestros contra
casa de gobierno y edificios públicos en Chilpancingo
JOSÉ GIL
OLMOS Y EZEQUIEL FLORES
CHILPANCINGO,
Gro. (apro).- Después de que el mandatario Ángel Aguirre Rivero, en su reciente
informe de gobierno, calificara de “vándalos” y “delincuentes” al magisterio
disidente, este miércoles, al concluir la marcha del Movimiento Popular de
Guerrero (MPG), decenas de maestros y normalistas arremetieron con piedras y cohetones
en contra de la Casa Guerrero y destruyeron al menos una decena de vehículos
oficiales y ‘vandalizaron’ oficinas del gobierno estatal y federal.
Así
respondió el MPG a las amenazas del gobernador, quien ordenó la captura de la
dirigencia de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en
Guerrero (CETEG).
En su
informe del lunes pasado, Aguirre incluso sostuvo que en la entidad existe
“gobernabilidad y paz social”, pese al ambiente de inseguridad, violencia e
impunidad, y la agudización de los conflictos sociales.
A las 11:00
horas, miles de docentes, normalistas, policías comunitarios adheridos a la
Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), padres de familia,
sindicalistas de varias instituciones educativas de nivel superior, jóvenes del
movimiento YoSoy#132 y perredistas de la región de la Montaña, partieron en
marcha del sur de la capital donde mantienen el plantón los cetegistas.
Después de
recorrer las principales calles de esta capital, realizaron un mitin en el zócalo,
donde criticaron al gobernador Aguirre y a la clase política de la entidad, a
quienes calificaron como “traidores” y “verdaderos vándalos”.
En el lugar,
distintos oradores hicieron referencia a las masacres de Aguas Blancas, en
1995; El Charco, en 1998, y el asesinato de dos normalistas de Ayotzinapa
durante un desalojo realizado por policías federales y estatales en diciembre
de 2011, hechos registrados durante las gestiones del exgobernador Rubén
Figueroa Alcocer y Aguirre Rivero, como interino y en su periodo actual.
Ambos
políticos formados en el viejo PRI fueron señalados como los principales
caciques que tienen el control político de la entidad y de ser responsables de
los actos de represión contra los sectores sociales.
En el mitin,
realizado en la plaza Primer Congreso de Anáhuac de esta capital, el perredista
Javier Tapia, proveniente de Alcozauca, el primer municipio de corte comunista
en la historia del país, anunció el desconocimiento de la dirigencia nacional
del PRD que encabeza Jesús Zambrano y de los líderes estatales del perredismo,
por considerar que están plegados a la política del presidente Enrique Peña
Nieto.
El anuncio
provocó que los manifestantes estallaran con aplausos y consignas en contra del
PRD; incluso en las pintas realizadas en las fachadas de los edificios públicos
se plasmaron mensajes contra el gobernador de Morelos postulado por el bloque
de izquierda, Graco Ramírez, quien hace semanas sostuvo que el movimiento de
descontento social de Guerrero está infiltrado por la guerrilla.
Durante su
trayecto al centro capitalino, los inconformes apedrearon algunos vehículos
oficiales y edificios públicos, como la sede del Ejecutivo, el auditorio
estatal Sentimientos de la Nación y la Auditoría General del estado, órgano de
fiscalización dependiente del Congreso local.
Luego, sin
la presencia de la Policía Comunitaria, la manifestación se tornó más violenta
en el regreso al campamento de la CETEG, cuando la vanguardia del contingente
–que desde el arranque de la marcha empuñó tubos, palos, piedras y cohetones–
arribó a la avenida de La Juventud y enseguida arremetió en contra de las
representaciones del gobierno federal y estatal.
Sobre esta
vialidad destrozaron al menos cuatro camionetas y autos del gobierno estatal,
así como las oficinas de Servicios Federales de Apoyo a la Educación de
Guerrero y la coordinación estatal de la Policía Federal (PF), a cargo de Omar
Hamid García Harfuch, hijo del exdirector de la Dirección Federal de Seguridad
(DFS), Javier García Paniagua, un policía político considerado como artífice en
la etapa de la “guerra sucia”.
Enseguida,
se lanzaron con piedras y cohetones contra la residencia oficial Casa Guerrero,
lugar emblemático del estado porque ahí despachan los gobernadores en turno.
El ataque se
centró en dos portones metálicos que estaban reforzados por dentro con vallas
metálicas. Los guardias de la sede gubernamental lanzaron piedras contra los
manifestantes cuando intentaron ingresar, lo que provocó una reacción más
violenta de los mentores y normalistas.
La lluvia de
piedras y el estallido de cohetones se intensificó por más de 20 minutos, lapso
en que guardias del gobierno estatal y brigadistas de la Subsecretaría de
Protección Civil estatal evadían los proyectiles, tratando de protegerse ante
la mirada complaciente de un grupo de policías estatales con equipo antimotín
que se encontraban al interior del lugar.
En la
retirada, la vanguardia del contingente todavía destrozó el auto oficial del
director de Epidemiología y Medicina Preventiva de la Secretaría de Salud
estatal, Rufino Silva Domínguez, que estaba estacionado a unos metros de la
puerta uno de Casa Guerrero.
De esta
manera los hechos violentos cesaron ante la ausencia plena de autoridad de las
de los tres niveles de gobierno, como ocurrió el miércoles 24 en esta capital,
cuando docentes y normalistas destrozaron las sedes estatales de PRI, PRD, PAN
y Movimiento Ciudadano (MC) en repudio por el rechazo del Congreso estatal a la
iniciativa de reforma educativa planteada por los cetegistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario