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viernes, 22 de febrero de 2013



No hay maestros para reemplazar, pero los malos deben irse: Romero
LUIS MANUEL MENDOZA

El Servicio Profesional Docente no busca correr masivamente a los maestros que obtienen bajo nivel académico en las evaluaciones estandarizadas, pues no existen recursos humanos para reemplazarlos; sin embargo, nada impide a la autoridad educativa despedir a un maestro que no trabaja o que tras evidencia comprobable no mejora su rendimiento, así lo cree Jorge Javier Romero, académico de la UAM Xochimilco.

“Yo no sé dónde dice que hay un derecho constitucional a que alguien se mantenga en el empleo si lo hace mal, eso no existe en ninguna parte de la Constitución”, asegura Romero Vadillo.

“Una cosa es que haya derechos laborales adquiridos y que alguien que sea separado del cargo, sea separado por causas justificadas o, de no ser así, con la indemnización constitucional, pero en ningún lugar dice que es un derecho de por vida la plaza laboral, eso no existe”, remarca.

Según el especialista, el Servicio Profesional Docente debe contemplar un reglamento para que los docentes que reiteradamente incumplan, se ausenten del aula, no mejoren los resultados de sus alumnos y/o además no demuestren tener los conocimientos necesarios, puedan ser despedidos.

Así lo ha recomendado también la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en sus estudios sobre evaluación docente para la fase de ingreso y permanencia, incluso antes de que los docentes sean confirmados en sus puestos.

Especialistas han manifestado la necesidad de reglamentar esta medida, pues México ha tardado muchos años en alcanzar los niveles de cobertura educativa y despedir a todos los malos maestros sería dejar escuelas sin docentes.

En los meses siguientes se discutirán los cambios a la Ley General de Educación para introducir el Servicio Profesional Docente y el Sistema Nacional de Evaluación. Ahí deberá estar considerado el reglamento para la promoción, ingreso y permanencia del docente en el sistema educativo, ya sea éste voluntario u obligatorio.

“No podemos prescindir del 70% de los maestros que tienen malos resultados en las evaluaciones, no se puede, con qué se cubren, no hay de donde cubrirlos”, afirma Romero Vadillo.

Maestro devaluado

Uno de los objetivos, según el académico, es que el docente sea revaluado; “el Sistema Profesional Docente buscará que los méritos hablen por él, de manera que se de una revaluación de la profesión, que sean técnicos especializados en un servicio fundamental del Estado”.

Países como Finlandia tienen en su haber no sólo a estudiantes muy bien evaluados, sus docentes son también muy bien evaluados, son contratados con estándares muy altos, son los profesionales que mejores estudiantes fueron, les exigen las mejores notas universitarias para poder ser contratados y su valor en la sociedad es altísimo.

En México, los estudiantes de las Escuelas Normales eran los únicos que ingresaban a laborar como docentes; en estados como Oaxaca es común la idea de que los egresados de la Normal obtendrán inmediatamente una plaza.

Actualmente, la formación docente se ha diversificado, hay egresados de las Escuelas de Pedagogía, de las facultades de Educación, entre otros; sin embargo, la falla está en los que heredaron, muchos no tienen una formación orientada a la educación ni vocación docente.

Para Jorge Javier Romero este nuevo Servicio Profesional Docente tiene que cambiar el método de reclutamiento de los maestros. “Un Sistema Profesional debe abrirse a las opciones formativas de maestros que ofrezcan las universidades o que ofrezcan distintas instancias de Educación Superior”.

¿Cuál será el futuro del INEE?

La evaluación deberá estar en manos de un órgano autónomo, así lo planteó la Reforma Educativa. Será el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), el mismo que hasta hace unos meses sólo entregaba investigaciones cualitativas sobre el desempeño de estudiantes y de maestros, de nivel Básico hasta nivel Medio Superior.

Ahora, con la reforma al INEE para dotarlo de ésta autonomía constitucional, también se reglamentará la estructura, la infraestructura y los recursos que éste podrá ejercer para dicha tarea.

Según Romero Vadillo, “el principal riesgo que corre el nuevo INEE es el ser colonizado por el sindicato o ser colonizado por intereses particulares”, para evitar eso, se requiere que la Ley Orgánica del nuevo INEE ponga especial énfasis en garantizar que el INEE sea un órgano técnico formado por especialistas”.

Dichos cambios deberán discutirse en el legislativo en los próximos meses. El escenario se ve difícil por la manifestación del SNTE y la CNTE. Romero Vadillo asegura que al fin, los buenos profesores, los que les gusta dar clase, los que tienen vocación, los que se preocupan por mejorar, van a salir premiados. Publicado en Educación a debate

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