No
hay maestros para reemplazar, pero los malos deben irse: Romero
LUIS
MANUEL MENDOZA
El
Servicio Profesional Docente no busca correr masivamente a los maestros que
obtienen bajo nivel académico en las evaluaciones estandarizadas, pues no
existen recursos humanos para reemplazarlos; sin embargo, nada impide a la
autoridad educativa despedir a un maestro que no trabaja o que tras evidencia
comprobable no mejora su rendimiento, así lo cree Jorge Javier Romero,
académico de la UAM Xochimilco.
“Yo
no sé dónde dice que hay un derecho constitucional a que alguien se mantenga en
el empleo si lo hace mal, eso no existe en ninguna parte de la Constitución”,
asegura Romero Vadillo.
“Una
cosa es que haya derechos laborales adquiridos y que alguien que sea separado
del cargo, sea separado por causas justificadas o, de no ser así, con la
indemnización constitucional, pero en ningún lugar dice que es un derecho de
por vida la plaza laboral, eso no existe”, remarca.
Según
el especialista, el Servicio Profesional Docente debe contemplar un reglamento
para que los docentes que reiteradamente incumplan, se ausenten del aula, no
mejoren los resultados de sus alumnos y/o además no demuestren tener los
conocimientos necesarios, puedan ser despedidos.
Así
lo ha recomendado también la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) en sus estudios sobre evaluación docente para la fase de
ingreso y permanencia, incluso antes de que los docentes sean confirmados en
sus puestos.
Especialistas
han manifestado la necesidad de reglamentar esta medida, pues México ha tardado
muchos años en alcanzar los niveles de cobertura educativa y despedir a todos
los malos maestros sería dejar escuelas sin docentes.
En
los meses siguientes se discutirán los cambios a la Ley General de Educación
para introducir el Servicio Profesional Docente y el Sistema Nacional de
Evaluación. Ahí deberá estar considerado el reglamento para la promoción,
ingreso y permanencia del docente en el sistema educativo, ya sea éste
voluntario u obligatorio.
“No
podemos prescindir del 70% de los maestros que tienen malos resultados en las
evaluaciones, no se puede, con qué se cubren, no hay de donde cubrirlos”,
afirma Romero Vadillo.
Maestro
devaluado
Uno
de los objetivos, según el académico, es que el docente sea revaluado; “el
Sistema Profesional Docente buscará que los méritos hablen por él, de manera
que se de una revaluación de la profesión, que sean técnicos especializados en
un servicio fundamental del Estado”.
Países
como Finlandia tienen en su haber no sólo a estudiantes muy bien evaluados, sus
docentes son también muy bien evaluados, son contratados con estándares muy
altos, son los profesionales que mejores estudiantes fueron, les exigen las
mejores notas universitarias para poder ser contratados y su valor en la
sociedad es altísimo.
En
México, los estudiantes de las Escuelas Normales eran los únicos que ingresaban
a laborar como docentes; en estados como Oaxaca es común la idea de que los
egresados de la Normal obtendrán inmediatamente una plaza.
Actualmente,
la formación docente se ha diversificado, hay egresados de las Escuelas de
Pedagogía, de las facultades de Educación, entre otros; sin embargo, la falla
está en los que heredaron, muchos no tienen una formación orientada a la
educación ni vocación docente.
Para
Jorge Javier Romero este nuevo Servicio Profesional Docente tiene que cambiar
el método de reclutamiento de los maestros. “Un Sistema Profesional debe
abrirse a las opciones formativas de maestros que ofrezcan las universidades o
que ofrezcan distintas instancias de Educación Superior”.
¿Cuál
será el futuro del INEE?
La
evaluación deberá estar en manos de un órgano autónomo, así lo planteó la
Reforma Educativa. Será el Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación (INEE), el mismo que hasta hace unos meses sólo entregaba
investigaciones cualitativas sobre el desempeño de estudiantes y de maestros,
de nivel Básico hasta nivel Medio Superior.
Ahora,
con la reforma al INEE para dotarlo de ésta autonomía constitucional, también
se reglamentará la estructura, la infraestructura y los recursos que éste podrá
ejercer para dicha tarea.
Según
Romero Vadillo, “el principal riesgo que corre el nuevo INEE es el ser
colonizado por el sindicato o ser colonizado por intereses particulares”, para
evitar eso, se requiere que la Ley Orgánica del nuevo INEE ponga especial
énfasis en garantizar que el INEE sea un órgano técnico formado por
especialistas”.
Dichos
cambios deberán discutirse en el legislativo en los próximos meses. El
escenario se ve difícil por la manifestación del SNTE y la CNTE. Romero Vadillo
asegura que al fin, los buenos profesores, los que les gusta dar clase, los que
tienen vocación, los que se preocupan por mejorar, van a salir premiados. Publicado
en Educación a debate
No hay comentarios:
Publicar un comentario