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lunes, 18 de febrero de 2013


El verbo enseñar
ENVIADO POR HORACIO SALAZAR

Una de mis primas, Élida, publicó en su muro de Facebook una sentencia atribuida a Paulo Freire (1921-1997): “Enseñar no es transferir conocimiento, es crear la posibilidad de generarlo”. La cita original del educador brasileño, que encuentro en el texto Pedagogía de la autonomía (Sao Paulo, 2004), es casi idéntica: “Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción”.

Esta oración simple contiene las semillas de una revolución. Parafraseando a un señor de barbas que tuvo mucho éxito entre los intelectuales del mundo, los profesores no han hecho más que darle vueltas al proceso de transmisión del conocimiento, cuando de lo que se trata es de generarlo.

Los chinos, a quienes siempre se les ha dado bien eso de hacer proverbios, lo dijeron magistralmente: “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”.

A lo mejor estoy diciendo una obviedad, pero cuando miro hacia el pasado, hacia mi propia educación, pienso que en efecto mis diversos maestros y maestras se esforzaron con diferentes niveles de énfasis en comunicarme contenidos, en abrir mi bodega mental para depositar ahí conocimientos (o lo que para ellos pasaba por conocimientos). Pero fueron muy pocos los que se cercioraron de que esa transferencia “prendiera”, es decir, que se insertara en una malla de ideas previas que me permitiera usar esas transferencias para crear conocimiento.

Y si en verdad esto fuera tan obvio, no estaría nuestra educación en un estado tan terrible como lo evidencian las estadísticas.

O sea que Freire dijo una cosa profunda (esta sí es una obviedad) y bien vale la pena entrarle a desgranar esa mazorca. Necesitamos conjugar mejor el verbo enseñar a título social, con responsabilidad a todos los niveles, no sólo de los maestros, si no queremos que el macheteo y la memorización aplanen toda posibilidad de que florezca nueva sabiduría. Y termino con una cita del United Negro College Fund: “Una mente es una cosa terrible para desperdiciar”. Publicado en Milenio. 

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