De
la gloria a la cárcel
No se suspenderá la reunión del consejo nacional del sindicato:
Carlos Moreira
Encerrona
de dirigentes del SNTE para preparar la estrategia de defensa
Es
un ataque del gobierno al gremio; sería grave que se imponga una directiva,
dice líder
Laura
Poy y Mauricio Ferrer
Guadalajara,
Jal., 26 de febrero. En total hermetismo y con rostros desencajados, los
integrantes de la cúpula del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE) convocaron a una encerrona para elaborar una estrategia jurídica y
política ante la detención, por presunto desvío de recursos, de su lideresa,
Elba Esther Gordillo Morales, hecho que calificaron de agravio.
Encabezados
por Carlos Moreira –actual presidente del comité de organización del gremio y
hermano del ex gobernador de Coahuila Humberto Moreira–, integrantes de la dirigencia
elbista y secretarios seccionales de todo el país permanecieron reunidos desde
las 20 horas en un céntrico hotel de esta capital, quienes ante la ausencia de
Juan Díaz de la Torre, secretario general del gremio, aseguraron que cualquier
posicionamiento lo dará a conocer el comité nacional.
Sin
embargo, maestros de base de la sección 47 afirmaron: estamos muy preocupados.
No son las formas, es un ataque del gobierno federal al sindicato. Sería más
grave que a partir de esto se imponga una dirigencia. En tanto, secretarios
seccionales afirmaron no saber qué pasa; no tenemos información.
Hasta
el cierre de esta edición continuaba el encuentro, del que sólo trascendió que
se discutían los escenarios jurídicos para enfrentar la detención de Gordillo Morales,
quien por 24 años dirigió el sindicato más numeroso de América Latina, que
agrupa a 1.2 millones de trabajadores de la educación.
Incrédulos
ante la información que se transmitía en ese momento por medios electrónicos,
tras conocer la noticia de la detención de su lideresa, miembros de la cúpula
del gremio magisterial se dieron una encerrona para analizar la táctica a
seguir, aunque sólo alcanzaron a señalar que no se suspenderá el consejo
nacional convocado por la maestra.
Decenas
de profesores de todo el país, quienes se encontraban reunidos en un céntrico
hotel de esta ciudad para asistir a la 36 sesión extraordinaria del consejo
nacional, fueron sorprendidos con el arresto de su dirigente. No, no es cierto.
No lo puedo creer. Ni siquiera puedo imaginarlo, reiteraba Silvia Luna, ex
diputada federal de Nueva Alianza, integrante del Comité Ejecutivo Nacional
(CEN) del sindicato, y una de las más cercanas colaboradoras de Gordillo
Morales.
Cerca
de las 19:30 horas, cuando se transmitía en vivo la conferencia de prensa
ofrecida por el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, que
daba cuenta de la triangulación de por lo menos 2 mil millones de pesos de
cuentas del gremio a personas físicas vinculadas con la dirigente que por 24
años dirigió el destino del sindicato más grande de América Latina, JoséGarcía
Mora, presidente del Colegiado Nacional de Asuntos Laborales, insistía: no, no
sabemos nada. No, ni enterados; ¿estás segura?
Minutos
después, y ante la confirmación del hecho, se ordenó a los secretarios
seccionales asistentes, muchos de los cuales se encontraban en la recepción del
inmueble, acudir de inmediato al salón Las Flores, donde se concentró a la
dirigencia nacional.
En
punto de las 20 horas se trasladaron al salón Violeta, bajo un fuerte cerco de
seguridad privada, cuyos elementos pretendieron sacar del hotel a los
representantes de los medios de comunicación. En tanto, más de 30 consejeros
asistentes a la reunieron apresuraron el paso hacia los elevadores, y en
silencio regresaron a sus habitaciones.
Carlos
Moreira, presidente del comité de organización, quien permenció con un rostro
demacrado, luego de darse a conocer la noticia, informó, en una breve
entrevista, que no vamos a suspender la reunión, aunque rechazó dar un
posicionamiento en torno a la situación jurídica que enfrenta Gordillo Morales.
El
corredor que separa los elevadores del salón donde permaneció reunida a puerta
cerrada la dirigencia del SNTE fue una pasarela de rostros que reflejaban
preocupación. Líderes seccionales apresuraban el paso ante las preguntas de los
reporteros, y sólo atinaban a repetir: no podemos decir nada. Estamos
analizando qué pasa. No sabemos si va a haber reunión.
Las
actividades de esparcimiento para los asistentes se redujeron a una rápida
cena, que transcurrió casi en total silencio. Cerca de las 23 horas, decenas de
dirigentes sindicales se concentraban en el acceso principal del hotel a la
espera de una instrucción de su directiva.
El
bar y el restaurante del inmueble se convirtieron en improvisadas salas de
televisión donde se seguía con atención, una y y otra vez, las repeticiones
televisivas con la noticia, que sustituyó cualquier otra discusión en torno a
la agenda del encuentro, donde uno de los ejes centrales sería una nueva
estrategia de lucha contra la reforma educativa.
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