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jueves, 22 de agosto de 2013

Plantón del CNTE crece y desborda al Zócalo capitalino
Arturo Páramo y Francisco Pazos

CIUDAD DE MÉXICO, 22 de agosto.- Sus miembros provenientes de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Tabasco abarca la totalidad de la Plaza de la Constitución, el circuito en torno al Zócalo, la calle 5 de Mayo hasta la esquina con Isabel la Católica, la Plaza de la Fundación, y Pino Suárez hasta el cruce con Venustiano Carranza.

Para evitar que los automovilistas lleguen al Zócalo, la Policía capitalina estableció un cierre vial en el polígono que forman Venustiano Carranza, Palma, Donceles y Correo Mayor. Dentro de ese cerco la única forma de ir de un lado a otro es caminar por el laberinto de carpas, lazos, vehículos y desechos formados por los miembros de la CNTE.

18 mil
personas ocupan el Zócalo y sus inmediaciones según cálculos del GDF

En su incursión al Zócalo, los integrantes de la CNTE ocuparon la estación 90 de Ecobici para colgar sus lonas. Empleados del sistema de renta de bicicletas retiraron a mediodía las unidades que estaban aún ancladas y tomaron nota de cómo el registro eléctrico fue abierto y de ahí se colgaron los profesores.

Debido al plantón, fue cerrado a visitas el Palacio Nacional, por lo que quienes deseen acudir a ver los murales pintados en su interior, las galerías nacionales, o el museo de Juárez, no podrán hacerlo.

El campamento, que comenzó el 9 de mayo pasado en el ala oriente del Zócalo, frente al Palacio Nacional, se extendió a todos los rincones de la explanada, calles aledañas, andadores, fachadas de negocios y edificios públicos e instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

3 denuncias penales se han sido iniciadas contra el plantón del CNTE

Las protestas de los profesores por la Reforma Educativa se filtraron incluso al recién inaugurado parque de bolsillo que inauguró el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, el 15 de abril pasado. Las bancas, macetas, sombrillas, columpios, y caminadoras han sido absorbidas por el plantón e incluso las sillas y bancas fueron arrancadas del piso.

Pero, incluso caminar por el Zócalo es complejo debido al enjambre de lazos que fueron instalados para dar soporte a las lonas que colocaron los maestros.

Es increíble que pasen estas cosas, ya estuvo bueno de ser tolerantes. Algo tienen que hacer las autoridades aquí”, comentó Pilar.

En la zona comercial de los Portales de Mercaderes, en donde se ubican principalmente joyerías, el plantón sólo dejó libre un espacio de un par de metros para el paso peatonal y el ingreso a los negocios.

Mucha gente deja de venir sólo por saber que está esta gente. Ya no vienen, porque ni se puede caminar, además de que hay mucha suciedad por todos lados e incluso es peligroso”, dijo Lidia, encargada de una joyería.

De acuerdo con personal de concertación política del GDF, al menos 18 mil personas ocupan el Zócalo y sus inmediaciones; algunas de ellas se encuentran en riesgo pues sus carpas fueron colocadas sobre registros eléctricos que se encuentran en constante riesgo de explosión.

Al menos tres denuncias penales han sido iniciadas contra el plantón de los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que se extendió con la llegada de 18 mil profesores.

Las denuncias se refieren a los

Destrozos causados en el parque de bolsillo
La afectación a una estación de Ecobici
Lesiones causadas a policías
De acuerdo con fuentes de la secretaría de Gobierno del Distrito Federal, una de las denuncias fue interpuesta por el propio Gobierno capitalino ante los daños a la estación 90 de Ecobici ubicada en Pino Suárez, a un costado del edificio anexo del Ayuntamiento, y por agresiones contra policías que intentaron impedir que fueran ocupadas las carpas.

Otra fue iniciada por la empresa dueña de la carpa que está instalada en el costado poniente de la Plaza de la Constitución y que fue ocupada por los integrantes de la CNTE.


La tercera fue interpuesta por la empresa dueña de la carpa donde se instaló el Cine 3D durante las vacaciones de verano. En este caso, la CNTE sólo permitió a la empresa Nautilus recoger el material que estaba en la sala, no así desmontar la carpa. (Excélsior)

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