Publicación independiente fundada el 15 de mayo de 2009.

Director: Luis Gerardo Martínez García
Contacto: sinrecreo@hotmail.com
WhatsApp: 2281133188

jueves, 22 de agosto de 2013

Maestros del caos y la protesta
No importa si es inicio de clases o si es marzo, mayo, junio, diciembre. Siempre hay manifestaciones.

Yuriria Sierra

Caos, pareciera que la clase que imparten es la del caos. O qué pensar. Qué pensar de un grupo de personas que se hacen llamar maestros y han decidido bloquear cuantos caminos aparecen frente a ellos. Desde que tengo memoria, recuerdo que la Sección 22 del SNTE ha sido protagonista de un sinfín de conflictos que poco han encontrado soluciones, pero que fácil encuentran justificación. Porque siempre hay un algo que los motiva a movilizarse. El lunes pasado, cuando tantos millones de alumnos regresaron a clases en Tabasco y Oaxaca se quedaron con las ganas, porque no sólo es la 22, ahora también son maestros de la CNTE.

Para la tarde de ayer, casi las primeras horas de la noche, los diputados se acomodaban donde podían dentro del edificio del Senado, desde ahí operarán. El grupo de maestros de la Coordinadora que bloquearon San Lázaro y el cruce estratégico de Insurgentes y Paseo de la Reforma. Los alrededores de la Cámara de Diputados  y la zona Centro de la ciudad, se encontraban prácticamente sitiados. Los maestros que se encuentran desde hace días en el Distrito Federal, clamaron un poco de victoria cuando se sacó de la agenda del periodo extraordinario de sesiones la Ley General del Servicio Profesional Docente, el tercero de un grupo de dictámenes incluidos en las leyes secundarias de la reforma educativa aprobada hace unos meses. Las otras dos son las del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley General de Educación.

Finalmente el tema es siempre el mismo: los maestros —al menos estos que me manifiestan— se oponen a cualquier intención de evaluación, es un no rotundo a cualquier cosa que ponga en peligro las plazas que al sindicato o coordinadora les han costado tanto retener. No, por supuesto, a la reforma educativa.

Ha sido así desde hace tanto. No importa si es inicio de clases o si es marzo, mayo, junio, diciembre. Siempre hay manifestaciones, bloqueos carreteros: ya sea de autopistas o de avenidas en determinadas ciudades. Hace un par de días de plano fueron golpes a reporteros, mi compañero Raúl Flores y el camarógrafo Miguel Andrade fueron agredidos sobre Paseo de la Reforma. Bajo el escudo del magisterio, de la defensa de sus derechos, estos maestros tan asiduos a las calles y no a las aulas, continúan con la tradición de la protesta.


Se van unos y llegan otros. Si no es Oaxaca es Michoacán. Si no es Michoacán es Guerrero. Si no es Guerrero, es Chiapas o Tabasco o Morelos o Veracruz o de donde sean. Reprueban las pruebas, pero no quieren que haya consecuencias. Ellos quieren seguir manifestándose y dejando a los niños sin clases. Porque hace mucho tiempo, porque han sido tantos años, que sus causas han dejado de estar del lado educativo. Estos maestros que se manifiestan, que por fortuna no son todos, pelean más por los intereses sindicales y de su Coordinadora. Por ahí anuncian que vienen en camino, por si hacen falta, unos 40 mil maestros más. Es su manera de ejercer presión, su manera de intentar ahogar una reforma que no tiene marcha atrás. Una reforma que amenaza el que ha sido su modus operandi todos estos años en que se han manifestado a la menor provocación. (Excélsior)

No hay comentarios:

Publicar un comentario