Internacionalización de la investigación en el Atlas de la Ciencia Mexicana
SYLVIE DIDOU AUPETIT
En días
pasados, recibí el Atlas de la Ciencia Mexicana, 2012.
Al mirar la portada del disco, me llamó la atención
que anunciara el Catalogo de Investigadores Mexicanos en el Extranjero. Fue con
mucho interés que revise tanto ese documento como
el que contiene los indicadores globales de Ciencia y Tecnología
para identificar los relativos a la internacionalización
de la investigación, un tema insuficientemente atendido
en América Latina, desde la perspectiva tanto
de la política pública
como de la indagación académica
sobre circulación de recursos humanos altamente
calificados y transferencia de saberes
Encontré
que los indicadores globales sólo son dos, referidos a 2009: el de los
porcentajes de los investigadores del SNI que se titularon de doctorado en el
extranjero y el de los principales países de obtención,
los dos por área disciplinaria. Sirven de referente
para establecer la distribución geográfica
de la movilidad internacional vinculada con estudios de posgrado, aunque sería
conveniente diferenciar en los próximos años
entre la maestría, el doctorado y, por qué
no, el postdoctorado. Pese a que la información
sobre ese último esquema de formación
sea lacunaria, en todas las áreas del conocimiento, representa una
herramienta fundamental para tejer colaboraciones internacionales, garantizar
la inclusión en redes y mejorar las oportunidades
de inserción y trayectoria profesional en el medio
científico nacional.
El Catalogo de
Investigadores Mexicanos en el Extranjero, contrariamente a lo que anuncia su título,
no presenta información sobre los investigadores mexicanos
instalados en el extranjero y por ende, susceptibles de ser destinatarios de
programas de re-vinculación y contrapartes de redes científicas
internacionales. Registra a los científicos insertos en el sistema mexicano
de investigación científica
pero graduados en una institución extranjera, independientemente de su
nacionalidad de origen. Esos registros exhaustivos son útiles
para demostrar la importancia estructural de los investigadores formados en el
extranjero por institución, departamentos y disciplina y sus aportaciones en torno a líneas
de generación y aplicación
del conocimiento. Socialmente, revelan las etapas de evolución
de la movilidad científica internacional y sus componentes de
género. Académicamente, ofrecen un material
valioso, organizado como anuario, sobre
quién es quién en el medio científico
nacional, útil para lanzar encuestas de amplio
alcance y aplicar entrevistas cualitativas.
Sin embargo, esa
información en bruto no ha sustentado la
elaboración de indicadores que permitiesen
interpelar a los especialistas en las políticas de ciencia y tecnología
sobre la necesidad de integrar ese tema, de múltiples
aristas, a la agenda sobre educación superior y ciencia. El “desperdicio”
es de lamentar porque estudios recientes, convocados por el Observatorio sobre
Movilidades Académicas y Científicos
del IESALC de la UNESCO [1] o enmarcados en el proyecto ECOS-ANUIES_CONACYT
sobre Movilidad y redes científicas entre Francia y México,
dirigido por el Die-CINVESTAV y el IRD
CEPED [2] han demostrado que los investigadores formados en el extranjero
son promotores y articuladores de redes
internacionales: esas contribuyen al diseño de distintos tipos de proyectos
colaborativos; alimentan el mantenimiento transgeneracional de cadenas de
formación parcial en el extranjero de los jóvenes
investigadores conforme con las lógicas propias del trabajo científico,
los procedimientos de evaluación del CONACYT y los reglamentos
internos de muchos posgrados incluidos en el PNPC.
Pero la cuestión
no es solamente de orden intelectual, sino político.
Ha habido en los últimos 10 años
programas que, desde las asociaciones, las redes, las agencias de fomento a la
actividad científica y las instituciones, han alentado
los intercambios científicos pero han sido de alcance general, y desconectados más
que convergentes. México requiere dejar de aunar y aunar,
en una carrera hacia adelante, más de lo mismo para articular las
acciones existentes, jerarquizarlas en función
de objetivos prioritarios, informar e innovar. También
tiene que convocar a actores que sirvan de intermediarios preferentes para
operacionalizar sus programas, integrar diagnósticos
confiables y conducir intervenciones focalizadas. Para ello, es preciso
identificar mecanismos, costos, resultados y vacíos
y sacar el máximo provecho de la información
disponible.
En un momento como
el actual en el que todas las instancias gubernamentales están
integrando el Plan Nacional de Desarrollo para el sexenio que acaba de iniciar
y los subsecuentes planes sectoriales,
es indispensable llamar a elaborar un Plan estratégico
de internacionalización de la educación
superior y de la ciencia que realmente lo sea: en otras palabras, que esté
orientado a resolver los problemas pendientes de fondo (calidad y equidad) pero
también a proponer mejoras en la gestión,
a regular las manifestaciones emergentes de la internacionalización
y a ser más creativo en sus instrumentos,
alcances y grupos destinatarios.
Estamos allí muy lejos de nuestro punto de partida.
Retornando a él, sería
importante que, por su parte, la Academia
Mexicana de la Ciencia y los otros organismos que apoyan la integración
del Atlas vayan pensando, para sus
ediciones futuras, en cómo hacer un uso más
exhaustivo y pertinente de los datos recogidos y quizás,
en la necesidad de recabar información
sobre asuntos y actores que desconocemos todavía
(por ejemplo sobre los investigadores mexicanos
radicados en el extranjero o los postdoctores en estancia internacional,
dos grupos que proporcionarán mucha
tela de la que cortar).
[1]http://www.iesalc.unesco.org.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=3050%3Ainvestigadores-extranjeros-en-mexico-reflexiones-preliminares-sobre-movilidades-permanentes-en-el-campo-academico-contemporaneo&catid=200%3Acirculacion-de-cientificos-expertos-opinan&Itemid=749&lang=es
[2]http://www.iesalc.unesco.org.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=3072%3Amovilidades-y-redes-cientificas-entre-francia-y-mexico-una-investigacion-sobre-intercambios-de-personas-y-de-saberes&catid=200%3Acirculacion-de-cientificos-expertos-opinan&Itemid=749&lang=es
Publicado en Educación a debate
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