El perfil de egreso de los docentes de primaria
ALBERTO SEBASTIÁN
BARRAGÁN
Justo en estos
momentos de “cambio”
en que se configura la reforma educativa impulsada por el gobierno de Enrique
Peña Nieto, existen tres tipos de profesores atentos a las
modificaciones que sucedan. Por un lado están
los profesores que entraron con un régimen contractual de hace por lo menos
tres décadas y que para estas fechas están
en sus trámites de jubilación.
Por otro lado, estamos los que permaneceremos en educación
básica unos años más
y que somos población objetivo de la evaluación
que propone la reforma educativa. Y por último, están
los profesores que todavía no están:
los docentes en formación inicial.
En las escuelas
normales, se siguen impartiendo los cursos del Plan 1997 para los futuros
profesores de educación primaria. Por estas fechas hay
alumnos que inician su 6° y 8°
semestre (tercer y cuarto años, respectivamente) correspondientes
al Plan 1997; mientras que, en esas mismas escuelas normales, hay alumnos
iniciando 2° ó 4° semestres (primer y segundo años)
del Plan 2012; es decir, conviven en las instituciones los normalistas con
programas de formación inicial diferentes (para cada mitad),
pero comparten a los mismos docentes.
Específicamente
para futuros docentes de educación primaria salió
en 1997 el Plan de estudios que se ocupó como base para elaborar los Planes
1999 para profesores de Preescolar y Secundaria, con los que se comparten los
mismos planteamientos. El perfil de egreso de los Planes 1997 y 1999 se
configuró en función
de cinco grandes rasgos, que a continuación mencionaremos en forma resumida:
Desarrollo y
consolidación de habilidades intelectuales específicas.
Dominio de
contenidos de enseñanza de educación
básica.
Competencias didácticas
para la enseñanza.
Identidad
profesional y ética.
Competencias para
apreciar y respetar la diversidad regional.
Cada uno de estos
rasgos tiene un conjunto de especificaciones que detalla en qué
consiste cada uno. Es preciso mencionar que este perfil de egreso es la
expectativa que se tiene del trabajo de los profesores de educación
primaria egresados de este Plan 1997 y que, en su momento, el propósito
central era “adecuar”
la formación docente para corresponderse con el
Plan 1993, de educación básica.
A diez años
de la implementación del Plan 1993 (para educación
básica) la Secretaría de Educación
Pública y las autoridades educativas estatales convinieron
trabajar en función de una “Política
integral para la formación y el desarrollo profesional de los
maestros de educación básica”,
esfuerzo del que salieron 17 Cuadernos de discusión,
desde los cuales se analizaron las dimensiones implicadas en la formación
docente. Se realizó un balance del alcance del Plan de
formación de maestros de 1984 y se validó
la propuesta del Plan 1997.
Entre diferentes
autores se expuso en forma de radiografía la formación
de profesores, a modo de obtener el diagnóstico necesario para emprender una política
integral. Luego se sucedieron modificaciones en educación
básica: para preescolar en 2004, para secundaria en 2006 y
para primaria en 2009; y un último esfuerzo concretado en el Acuerdo
592, que establece la “Articulación
de la Educación Básica”
el 19 de agosto de 2011.
Mientras se
implementaba la reforma de 2009 para educación
primaria por una parte, se revisaba también la educación
normal por otra, y de esta tarea de analizar el alcance de la formación
de profesores con Planes 1997 y 1999 y su correspondencia con los recientes
planes de educación básica,
resultó el Acuerdo 649, por el que se
establece el Plan de Estudios para la Formación
de Maestros de Educación Primaria, que está
en estrecha concordancia con los planes de educación
básica.
Esta nueva
prescripción establece su propia malla curricular
compuesta por distintos programas que en algunos puntos da continuidad al plan
anterior y en otros puntos genera modificaciones “curriculares”
acordes a los nuevos planteamientos.
Como forma de
contraste con respecto al Plan 1997 para profesores de primaria, el Plan 2012
establece que el perfil de egreso es “el elemento referencial y guía
para la construcción del plan de estudios, se expresa en
competencias que describen lo que el egresado será
capaz de realizar al término del programa educativo y señala
los conocimientos, habilidades, actitudes y valores involucrados en los desempeños
propios de su profesión” (DOF, 2012). A continuación
se presentan las competencias genéricas y específicas
del perfil de egreso del Plan 2012 para profesores de educación
primaria.
COMPETENCIAS GENÉRICAS.
Usa su pensamiento
crítico y creativo para la solución
de problemas y toma de decisiones.
Aprende de manera
permanente.
Colabora con otros
para generar proyectos innovadores y de impacto social.
Actúa
con sentido ético.
Aplica sus
habilidades comunicativas en diversos contextos.
Emplea tecnologías
de la información y la comunicación.
COMPETENCIAS PROFESIONALES.
Diseña
planeaciones didácticas aplicando sus conocimientos
pedagógicos y disciplinares.
Genera ambientes
formativos para propiciar la autonomía y promover el desarrollo de las
competencias en los alumnos de educación básica.
Aplica críticamente
el Plan y Programas de estudio de la educación
básica para alcanzar los propósitos
de educativos.
Usa las Tecnologías
de la Información y la Comunicación
como herramientas de enseñanza y aprendizaje.
Emplea la evaluación
para intervenir en los diferentes ámbitos y momentos de la tarea
educativa.
Propicia y regula
espacios de aprendizaje incluyentes para todos los alumnos.
Actúa
de manera ética ante la diversidad de situaciones
que se presentan en la práctica profesional.
Utiliza recursos de
la investigación educativa para enriquecer la práctica
docente.
Interviene de manera
colaborativa con la comunidad escolar, padres de familia, autoridades y
docentes.
Desde una primera
impresión, esta especificidad en las
competencias mencionadas, por supuesto, permite apreciar su pertinencia y
actualidad en temas sustanciales de la formación
docente. Al final de este apartado del Acuerdo 649, se concluye que “las
competencias genéricas y las competencias profesionales
se articulan en un conjunto de cursos orientados al logro del perfil de egreso
de la Licenciatura en Educación Primaria que se integran en la malla
curricular” (DOF, 2012).
En el análisis
del contenido de dicho acuerdo secretarial, es posible observar la reforma
curricular en educación normal, con altas expectativas y con
el optimismo suficiente como para apostar por una mejora sustancial y expedita
en la calidad de la educación normal y básica
(consecuentemente). Sin embargo, no hay que olvidar que la implementación
de toda reforma requiere de estrategias eficaces y eficientes, de modo que se
instrumenten los mecanismos necesarios para que las prescripciones del Acuerdo
649 se conviertan en hechos de la realidad educativa.
Los que saben de
esto y los que están involucrados en la aplicación
de la reforma curricular 2012 para normales, son sabedores de las carencias tan
sólo de materiales y cursos necesarios para conocer los
enfoques de los nuevos programas, así como de las nuevas posturas teóricas
que se incorporan a la formación inicial de los profesores de educación
primaria. Para la Licenciatura en Educación Preescolar, sucede lo mismo, porque
al Acuerdo 650, que establece el Plan 2012 para esa licenciatura, se aprobó
el mismo día que el de la licenciatura en educación
primaria.
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