Víctor
Murguía
Salió publicada la convocatoria para el
proceso de designación del rector de la UV y de inmediato llamó la atención que
sólo la firmaron 8 y no los 9 integrantes de la Junta de Gobierno.
No hubo
explicación del motivo por el que fue excluida la doctora Julia Tagüeña Parga y
por lo mismo empezaron a correr diversas versiones, incluida la de enfermedad o
la de presiones.
Llama la
atención lo sucedido con la emisión de la convocatoria, pues el proceso se abre
con una fuerte interrogante.
La Junta de
Gobierno de la Universidad Veracruzana está integrada por 9 notables que tienen
varias funciones, pero para la comunidad universitaria y la veracruzana en
general su principal misión radica en, llegados los tiempos, designar conforme
a lo establecido por la ley autónoma de la UV al rector.
Esos 9
integrantes son Rolando Cordera Campos, Carlos Octavio Rivera Blanco, Ricardo
Corzo Ramírez, Elena Rustrián Portilla, Adolfo Martínez Palomo, José Sarukhán
Kermez, Alberto Javier Olvera Rivera, Adalberto Tejeda Martínez y Julia Tagüeña
Parga.
Y lo de
publicar la convocatoria, dirigida a la comunidad universitaria, para invitarla
a participar en el proceso de designación del nuevo rector, y que apareciera el
primero de julio, no es algo eventual; así estaba previsto desde hace tiempo.
¿Qué fue lo
que pasó para que, repentinamente, uno de los integrantes de la Junta de Gobierno
no firmara tan importante documento?
Pudiera ser
que, de un momento a otro, se enfermara. Si fue así, debió ocurrir el sábado
por la noche o el domingo por la mañana.
Mal estaría
que desde hace varios días la doctora Tagüeña estuviera enferma y no lo
reportara, o lo hubiera comunicado y no se hubieran realizado las acciones
necesarias para un caso de éstos.
O de haberse
enfermado de última hora, creo de todas formas se tendría que haber tomado
alguna decisión para dar una explicación, porque presentar una Junta de
Gobierno incompleta se presta a las especulaciones.
Y eso de las
especulaciones ya se sabe que cuando se propician nadie las detiene. Por eso
ayer mismo una de las versiones sobre este asunto señalaba que la investigadora
y docente del Centro de Investigación en Energía (CIE) de la UNAM habría
resentido presiones y, académica, no política, tomó la decisión de decir adiós.
En fin, ¿qué
pasará ahora que la Junta de Gobierno es de 8 integrantes y no de 9, como
legalmente está constituida? ¿No procede la convocatoria o todo está bien y
simplemente la gente le echa vuelo a la imaginación?
INTENTOS DE
VIOLAR AUTONOMÍA PUEDEN SER EXTERNOS E INTERNOS
El proceso
no formal de la sucesión en la rectoría de la UV venía muy bien y así debería
seguir.
Por cierto,
en su artículo semanal, el rector de la Universidad Veracruzana Raúl Arias
Lovillo escribió lo siguiente:
"...
Sin embargo, no puedo dejar de decir otra cosa: no serán los universitarios
comprometidos con el proyecto institucional los que intenten convertir nuestra
sucesión en un evento desaseado, indigno de lo que representa la UV ante la
sociedad.
"Es
evidente que ya están en marcha estrategias que se lo proponen. Tienen años
profiriendo ataques contra la UV y contra las actuales autoridades. No tengo
duda que de nueva cuenta volverán a fracasar en la idea de provocar a los
universitarios y en su fantasía de desestabilizarla".
Mal que haya
estas acciones que el rector tiene detectadas, pero habrá que estar atentos a
todas las actividades que pretendan desestabilizar el proceso de la sucesión en
la rectoría, pues los intentos de violación a la autonomía no sólo pueden ser
externos, sino internos.
***
Hablábamos en líneas anteriores sobre la salud y su importancia sobre quienes
deben tomar decisiones en la función pública. Es muy lamentable que alguien se
enferme, pero si está inmerso en un proceso trascendental, lo procedente es que
lo reporte.
Quién sabe
qué ha pasado con la doctora Julia Tagüeña; seguramente pronto se sabrá, pero
si hubiera otro enfermo, pues que por los caminos adecuados se haga saber, no a
la opinión pública, sí a las instancias correspondientes. (Diario de Xalapa)
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